
Habrá grandes luchas este año, pero una de las más interesantes estará en Florida. Hay un asiento del Senado en juego, un escaño que parecía destinado al actual gobernador del estado Charlie Crist. Triste historia la de Crist... Era (es) un gobernador popular, un republicano que también atrae a demócratas e independientes. Por eso mismo cuando decidió "pasar" de una reelección casi segura y competir por el Senado, nadie creyó que tendría tantos problemas para ganar, mucho menos en la primaria republicana.
Y los ha tenido. Uno principalmente: se llama Marco Rubio y es joven, conservador, ambicioso y ex-presidente de la Cámara de Representantes de Florida. Cuando he dicho conservador, he dicho poco. Es el nuevo niño bonito de los conservadores de todo el país, de esa gente que considera a Crist demasiado liberal para ser republicano. Además han escuchado esos rumores sobre que no ha acabado de salir del armario y eso les gusta menos todavía.
Por eso corren malos tiempos para Crist, su victoria casi segura se ha convertido en más que dudosa. El apoyo institucional que fue enteramente para él se ha desmoronado y ahora se va corriendo a Rubio. Los últimos en hacerlo han sido los hermanos Díaz-Balart. Ambos son congresistas y las figuras más importantes del exilio cubano de Florida. Es el último símbolo del hundimiento de Crist.
Ahora estará diciendo... ¿por qué no me quedé tranquílamente de gobernador?