La Cámara censura al congresista que gritó "mentiroso" a Obama

Este es el tipo de cosas que te puedes permitir cuando tu partido tiene una mayoría incontestable en la Cámara de Representantes...

La Cámara ha votado a favor de censurar al congresista Joe Wilson por gritarle "mientes" a Obama durante su discurso a ambas cámaras sobre la reforma sanitaria. Un falta de decoro cuyo precio va a ser ... cero, supongo, porque esta censura tiene absolutamente ninguna consecuencia para el congresista aparte de ponerle en el incómodo lugar histórico de ser el primer censurado por algo así.

Wilson ha dicho, de forma razonable, que está de acuerdo con la frase del presidente "el tiempo de los juego sha terminado" y que hay temas más importantes para los ciudadanos que si se le censura o no, temas que merecen más la atención del congreso. No es que yo no esté de acuerdo, pero teniendo en cuenta que hoy el senado ha sacado tiempo para autorizar POR LEY a que los americanos lleven armas en el tren Amtrack... no sé yo si el argumento es tan convincente. Wilson por cierto, reitera sus disculpas mientras se forra con las donaciones de los más conservadores que ahora tienen en él a un nuevo héroe.

Obama saca el arma

Obama ha comenzado el curso desde la tribuna del Congreso, hablándole a los miembros del Senado y la Cámara de Representantes sobre el gran asunto de nuestros días, la reforma sanitaria. El mensaje, casi el de siempre: "se ha acabado el tiempo de los juegos, hay que hacerla ya". La puesta en escena, excelente como es habitual.

Y sin embargo el protagonista del día no fue el presidente, ni siquiera la viuda del senador Ted Kennedy que escuchaba en la tribuna de invitados, sino el congresista republicano Joe Wilson, de South Carolina. Probablemente ya le habéis escuchado gritando "¡¡Mientes!!" cuando Obama defendía que su plan no cubriría la sanidad a los inmigrantes ilegales. Inaudito comportamiento durante un discurso de estas características.

Más allá de la anécdota, el discurso ha sido efectivo pero llega un poco tarde, cuando las posturas están ya muy enfrentadas y corren muchos rumores que no le benefician. Ahora la estrategia de la Casa Blanca pasa por asegurar el apoyo sin fisuras de la mayoría demócrata, visto que conseguir votos republicanos es poco menos que un imposible. En la Cámara de Representantes no debería ser problema pero en el Senado, será una batalla dura. Eso, cuando el plan demócrata esté listo, porque falta mucho por definir. Uno de los temas clave: ¿habrá una opción de sistema sanitario público?