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martes, 9 de julio de 2013

Sobrevivir a un escándalo sexual (en Nueva York)

Bienvenidos a Nueva York, bautizada a veces como la "ciudad del pecado" pero que en esta temporada electoral sería más correcto llamar "la ciudad de la redención". Porque la campaña que está en marcha en la ciudad se centra en las figuras de dos pecadores arrepentidos, dos políticos que estropearon un futuro previsiblemente brillante por culpa de un escándalo sexual.

Empecemos por Eliot Spitzer, que como Fiscal General de NY fue el azote de los banqueros de Wall Street  y por eso después arrasó en las elecciones a gobernador. Sonaba incluso como presidenciable cuando todo estalló: apareció en una grabación federal contratando los servicios de una red de prostitución de lujo y dimitió. Después de cinco años de intervenciones televisivas y de cuidar de sus negocios, el "cliente número 9" intenta ahora regresar a la arena política. A última hora se ha presentado al oscuro puesto de comptroller de la ciudad de Nueva York, una especie de fiscalizador de las cuentas de la ciudad. El puesto no tiene mucha consideración entre los políticos porque tradicionalmente no ha tenido mucho poder pero Spitzer cree que puede cambiar eso del mismo modo que cuando fue fiscal general. Ha empezado ya la clásica ronda de arrepentimiento y perdón por las televisiones pero no lo va a tener fácil. De hecho en su primer acto de campaña un votante le preguntó: "¿Por qué llegas tarde? ¿Estabas con una prostituta?"

Un caso similar pero a la vez muy diferente es el de Anthony Weiner. El excongresista por Brooklyn dimitió tras verse obligado a admitir que había mandado fotos de sus partes a varias mujeres vía twitter. Un vergonzoso asunto del que casi lo peor fueron las lamentables excusas que dio: si le habían hackeado la cuenta, si era una broma... Con todo la gran diferencia con Spitzer es que el gobernador hizo algo ilegal mientras que lo del congresista es bochornoso pero de menos importancia. Tal vez por eso Weiner tiene el valor de presentarse al gran premio, al puesto de Alcalde de Nueva York, y no sólo eso sino que las encuestas le dan posibilidades muy serias de hacerse con la nominación demócrata y por tanto con el puesto.

Los dos buscan el perdón del electorado y esa es la clave de sus campañas. En Estados Unidos gustan mucho las historias de redención, de fracasos y recuperaciones, y tampoco hay que olvidar que los siempre liberales neoyorquinos le dan mucha menos importancia a un escándalo sexual que a otras cosas. Y no hace ni tanto que la conservadora South Carolina eligió de nuevo a un adúltero confeso como el exgobernador Mark Sanford. En resumen: cosas más raras se han visto.

De propina: Rick Perry no se presentará a un histórico cuarto mandato como gobernador de Texas, lo que casi todo el mundo interpreta como una señal de que volverá a intentar conseguir la nominación republicana a la presidente. Esta vez intentará recordar el nombre de los tres departamentos del gobierno que quiere cerrar.

La bola de cristal: y tener a dos candidatos con escándalo a cuestas es el sueño húmedo de la salvaje prensa sensacionalista de Nueva York. Ya han empezado con portadas como esta, pero seguro que lo mejor está por llegar.

jueves, 3 de enero de 2013

FLASHPOST No hubo revuelta: Boehner, reelegido presidente de la Cámara de Representantes

Le seguirán llamando 'Mr. Speaker' durante dos años más. A pesar de sus luchas internas, de mantener un difícil equilibrio entre los moderados y los conservadores, los compañeros republicanos de John Boehner en la Cámara de Representantes han decidido confiar en él de nuevo para que los lidere. A pesar de los rumores de revuelta entre los más conservadores y de las diferencias con su segundo al mando Eric Cantor, Boehner se ha alzado con la victoria, aunque por poco.

Boehner necesitaba 218 votos y ha logrado sólo 220: la última vez logró llevarse la totalidad de los votos republicanos pero esta vez le han fallado nueve de sus compañeros y varios más se han abstenido. La candidata demócrata Nancy Pelosi, que ya había sido elegida Líder de la Minoría, ha logrado 190 votos, le han fallado sólo cinco demócratas.


sábado, 30 de julio de 2011

La guerra del techo de deuda

Hago una breve interrupción de las vacaciones porque ya me está dando vergüenza no hablar aunque sea un poquito de esta crisis del techo de su gasto y sus implicaciones políticas para 2012.

En realidad es el ejemplo más clásico de tragedia política "washingtoniana": un reloj de arena que se vacia marcando el tiempo para evitar una terrible catástrofe, lo que sólo se puede lograr mediante un acuerdo y nadie quiere ser el primero en pestañear. Por ponerlo fácil, empecemos por explicar los fundamentos: el gobierno de Estados Unidos funciona a través de un presupuesto cerrado pero además tiene establecido por ley lo que se llama un "techo de endeudamiento", es decir, una cifra concreta de dólares que es la cantidad máxima a la que puede ascender la deuda pública de país. Como siempre hace falta financiación, las cámaras del Congreso van aumentando periódicamente esa cifra para que el país pueda seguir pagando facturas y no entre en suspensión de pagos.

Siempre ha sido así. Sólo con George W. Bush se aumentó el techo de gasto más de una decena de veces sin tanto ajetreo, pero cuando la oposición controla alguna de las cámaras suele hacerle la puñeta al presidente de turno y exigir contrapartidas por sacar una vez más al país del atolladero. Hasta ahí sería normal, el típico toma y daca de la capital, pero esta vez ha irrumpido en escena el Tea Party.

En las últimas elecciones resultaron elegido un buen número de repúblicanos gracias en parte a la etiqueta del Tea Party. No se puede definir bien un movimiento tan heterogéneo pero si en algo están de acuerdo es en una cosa: hay demasiado gasto público y por tanto los honrados ciudadanos pagan demasiados impuestos. A todos esos congresistas novatos les va la vida en demostrar que son creyentes verdaderos de esta doctrina y esta crisis es la oportunidad perfecta para demostrarlo. Negar al estado la posibilidad de endeudarse más es obligarlo a gastar menos... O al menos eso dice la teoría.

El presidente Obama tiene una visión diferente, sobre todo porque si no se aumenta el techo de endeudamiento y hay que dejar de pagar facturas, le tocará a él decidir cúales son las que no se abonan. Como cada presidente que se ha visto en una de estas, Obama ha tratado de comunicarle al país que podrían tener que dejar de pagar las pensiones o las facturas de las balas que disparan sus soldados en Afganistán. Eso, además del daño que puede hacer a las finanzas estadounidenses si su gobierno entra en suspensión de pagos, empezando con el aumento de los tipos de interés y terminando por un nuevo colapso financiero.

Este panorama oscuro se tiene que salvar mediante el acuerdo entre las partes y ahí entra nuestro siguiente protagonista, el presidente republicano de la Cámara de Representantes John Boehner. Tiene la delicada misión de elaborar un acuerdo casi imposible:

1. Que contente a las poderosas fuerzas republicanas de Wall Street que quieren que el techo de deuda se eleve como sea. Son las que mantienen económicamente al partido y van a presionar todo lo que puedan para evitar una suspensión de pagos que puede costarles mucho dinero. En esto, están con Obama

2. Que no enfurezca a los halcones fiscales del Tea Party, que no quieren aumentar el techo de deuda porque dice que las predicciones catastróficas de Obama son un fraude y que lo que hace falta es gastar menos. Sólo se los puede convencer ofreciendo a cambio recortes sustanciales.

3. Que satisfaga a los candidatos de las primarias republicanas complicándole a Obama la reelección los máximo posible.

4. Y que no enfurezca tanto a los demócratas como para que rechacen de plano su propuesta con su mayoría en el Senado o como para que Obama la vete.

Su última propuesta cumplía todos los puntos menos el último. Subía el techo sólo hasta principios de 2012 para complicar a Obama en año electoral y ofrecía recortes. Pasó la cámara de milagro con el rechazo unánime de los demócratas y de algunos republicanos del Tea Party. El Senado, con mayoría demócrata, la ha rechazado sólo dos horas después con algunos votos republicanos.

El plazo se acaba el dos de agosto, aproximadamente. El acuerdo tiene que llegar ya o no llegar.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Obama se queda sólo:se le rebelan por todos lados

Las malas noticias se le apilan y lo peor es que no son sólo problemas para ahora sino presagios de un futuro muy difícil para el Presidente. Esta semana ha tenido una bofetada en cada cámara del Congreso:  primero fue el senador Joe Manchin, que se convirtió en el único demócrata en votar contra la anulación de la doctrina "Don't Ask, Don't Tell" que impide a los gays servir abiertamente en las Fuerzas Armadas. Su excusa oficial fue que tras sólo tres semanas en el Senado necesitaba más tiempo para conocer el tema, pero la verdad es que las cosas ya están suficientemente difíciles para un demócrata de West Virginia y nunca viene mal darle una patada a Obama para ganar puntos.

Luego está el asunto de los impuestos que tiene a la izquierda cabreada de verdad. Ya contamos que Obama tuvo que ceder y renunciar a quitarle los recortes de impuestos a los más ricos. Pues bien, ahora los demócratas de la Cámara se niegan a ratificarlo, igual que el senador independiente izquierdista Bernie Sanders, que ha comenzado una maniobra obstrucionista y lleva más de seis horas hablando en el Senado para impedir que se ratifique el acuerdo fiscal.

En la magnífica seria "West Wing" decían "los presidentes no hacen nuevos amigos así que deben conservar los que tienen". Desde luego Obama no ha hecho más que perder amigos, pero el problema es que necesita sus votos y de momento, no parece que vaya a recuperarlos.

De propina: menudas primarias nos esperan... Thune estudia en serio presentarse, Santorum no quiere competir si se presenta Palin. Huckabee reclama un papel principal con encuestas en la mano y Romney está dispuesto a que esta vez se a la buena.

La bola de cristal: la reatificación del Tratado antinuclear START va por buen camino y gana apoyos entre los republicanos, incluido el ex presidente George H. W. Bush. La Casa Blanca quiere ratificarlo antes de fin de año y puede ser que lo consiga.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Demócratas a tortas

Y siguen con la digestión de la derrota... que alguien traiga bicarbonato porque esto va a llevar un tiempo. De momento ya han solucionado el asunto de los puestos de liderazgo en la Cámara de Representantes. Al perder la mayoría uno de los jefazos dems tenía que quedarse fuera y James Clyburn, hasta ahora Majority Whip, tenía todas las papeletas. Solución unitaria: crear un puesto nuevo para el que se quedaba sin silla "Asisstant Minority Leader". Es un poco de vergüenza

Aún así la tormenta no ha acabado. Casi todos dan por seguro que Nancy Pelosi conservará la confianza del caucus y será Minority Leader, pero al menos hay una persona dispuesta a disputarle el sillón. El congresista de North Carolina Heath Shuler dice que si ella no se retira, él se presenta. No tiene los votos para ser una amenaza seria pero sólo la imagen de división, con blue dogs de por medio, puede hacer mucho daño.

Y cómo no ya han aparecido los primeros que piden a Obama que no se presenten... Esta clase de personas aparece después de cada mid-term con el mismo argumento. "Si el presidente X anunciara que no se presenta a la reelección, acabaría con el enfrentamiento bipardista y podría gobernar mejor blablablabla". Y siempre es el mismo perfil, ex-demócratas o ex-republicanos (siempre del partido del presidente) que andan a malas con su partido. Si son "republicanos" normalmente comentan la actualidad en MSNBC; si son "demócratas", en FOX. En este caso han sido Pat Caddell y Douglas Schoen con un op-ed en las páginas del Washington Post.


De propina: Palin sigue cultivando apoyos para 2012 y para mantener su imagen outsider anti-washington, ha escrito una carta a todos los nuevos congresistas republicanos. Les invita a cooperar con los demócratas y a retirar la financiación de la reforma sanitaria... un poco esquizofrénico todo.


La bola de cristal: el superasesor de Obama, David Axelrod, dejará la Casa Blanca a principios de año para ir a Chicago a preparar la campaña de 2012. No será el último... 

lunes, 8 de noviembre de 2010

Una metáfora futbolística para demócratas: ¿quién tuvo la culpa?

Ha llegado el desagradable momento en que los miembros del equipo perdedor se sientan en el vestuario, escocidos aún por la derrota, y comiezan a echarse la culpa. Ha sido un desastre, así que las primeras miradas se dirigen hacia lo más alto: al presidente del Club (Obama), pero obviamente los demócratas no son tontos y saben que le necesitan para un partido fundamental dentro de dos años y que, además, en realidad él no ha perdido este encuentro porque no lo ha jugado. Aún así eso no evita que algunos de los jugadores como Alex Sink en Florida le hayan echado toda la culpa, o incluso los que esta elección se quedaron con él en el banquillo (Phil Bredessen, gobernador de Tennessee)l

Así que los dedos acusadores pasan al entrenador (Nancy Pelosi) que está firmemente decidido a agarrarse al puesto al precio que sea. No quiere o no puede darse cuenta del daño que le ha hecho al equipo y la falta de una competencia sólida puede hacer incluso que se quede. Estoy convencido de que en la bancada de atrás de la Cámara muchos estarán rezando porque un peso pesado le dispute el puesto y puedan dar un cambio de dirección muy necesario para los intereses del equipo.

Más triste aún es el caso de los secundarios de lujo... al estar en minoría el liderazgo demócrata tiene necesariamente que perder a uno de sus miembros, es decir, pasar de speaker-leader-whip-chairman a sólamente leader-whip-chairman... así que como Pelosi quiere ser Minority Leader, su segundo Steny Hoyer debe pelearse con el actual Majority Whip James Clayburn por el puesto de Minority Whip.

De propina: analizados los resultados se ve hasta qué punto los hispanos han salvado a los demócratas de un desastre mucho mayor aún, muy particularmente en el Senado. Y los líderes de la comunidad quieren que se les pague con la mil veces retrasada Reforma Migratoria. El problema para Obama está claro: ahí hay muchos votos pero, ¿puede permitirse otra amarga batalla contra los republicanos que desvie atención de reparar la economía y reducir el paro?

La bola de Cristal: y mientras el presidente trata de concentrarse en el trabajo con la esperanza de que esa actitud lo salve como paso con Clinton después de las mid-term del 94. No suena mal la estrategia.

domingo, 3 de octubre de 2010

You're no Tea Party...


Yo pensé que iba a ser peor, la verdad, pero al final la manifestación "One Nation" ha hecho un papel medio digno en el Mall de Washington. Con todo y con eso, pensar que iba a aguantar las comparaciones con el "Restore the Honor" del Tea Party era mucho pensar. No está la izquierda estadounidense en este momento para un cara a cara en la calle con la revitalizada derecha que aterra y entusiasma a partes iguales.


Ed Shultz lo ha intentado, pero su poder de convocatoria no es el de Glenn Beck. En teoría "One Nation" iba a ser una gran concentración, un punto de inflexión en esa cuesta abajo de entusiasmo que lleva a los demócratas a una derrota segura el próximo noviembre. Al final lo dicho; un papel digno pero no para tirar cohetes.


De propina: qué rara está la política... un demócrata empufado como Alexi Giannoulias aguanta el tipo en las encuestas al Senado de Illinois y hasta la senadora Barbara Boxer, la incumbent por excelencia, levanta el vuelo acercándose a la reelección y dejando atrás a Carly Fiorina y sus apoyos millonarios. Mientras tanto, a un tipo razonable como Michael Bennet le van a dar la patada en Colorado frente a un tea partier bastante extremista como Ken Buck.


La bola de cristal: y parece que John Thune va a presentarse a presidente... qué bonita general nos daría contra Obama si sobrevive a una primaria que va a ser simplemente salvaje.


lunes, 30 de agosto de 2010

La rebelión de las bases


A las republicanas las vimos hace dos días en el Mall de Washington, cientos de miles de personas jaleando a un extremista como Glenn Beck y escuchando con adoración a Sarah Palin. A las demócratas las vemos más discretas, en Internet, planeando una revolución contra un gobierno que no da de sí tanto como pensaban y rebelándose contra una matemática electoral que pone peor cara cada día que pasa. Las bases han saltado a la palestra y en noviembre hay elecciones.

El Tea Party no organizaba el encuentro de Washington pero estaba bien presente junto al monumento a Lincoln. Con un punto provocador, la derecha tomó las mismas calles que Martin Luther King el día en que se cumplían 47 años de su "I have a dream". They have a dream too, pero un poco diferente y tampoco muy concreto. Saben que no les gusta lo que ven pero, como les sucede a todos los grandes movimientos espontáneos, sólo la indignación y la reacción les pueden mantener unidos.

Puede no parecerlo pero el mismo run-run comienza a sonar en una izquierda ya abiertamente decepcionada por la Casa Blanca. Los mismos activistas que le declararon mesías murmullan por los pasillos que la tierra prometida no era tal, que este paraíso Obamista se parece muy mucho a lo que han vistos antes y que, en su menú, quedan muchos platos por cocinar: Gays en el ejército y en el altar, energías verdes, inmigración, financiación electoral...

Por eso quieren ahora cambiar las reglas del senado y eliminar las mayorías cualificadas, como si los republicanos no fueran a recobrar jamás la mayoría. Por eso ponen el grito en el cielo por una comisión presidencial para el equilibrio presupuestario "llena de blue dogs y enemigos republicanos de la Seguridad Social". Ahora sí que pueden empezar los problemas, porque el centro es un lugar muy peligroso donde estar en la actual coyuntura. Ahí le caerán muchos palos a Obama.

De propina: el senador de Louisiana David Vitter tiene mucho que agradecer al mal momento de los dems. Ha ganado su primaria sin problema a pesar de tatno escándalo sexual a sus espaldas. Veremos la general.
La bola de cristal: el demócrata Kendrick Meek, el independiente Charlie Crist y el republicano Marco Rubio. La elección al senado por Florida es la carrera más interesante del año.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Noche de primarias en Colorado


El senador demócrata de Colorado Michael Bennet ha salvado el pellejo en las primarias demócratas. La Casa Blanca ha respirado tranquila porque había apostado fuertemente por él ante su rival Andrew Romanoff y ha triunfado a pesar de la ola antioficialista que recorre el país. Bennet fue nombrado para el puesto después de que Ken Salazar dejara el escaño para entrar en el gobierno de Obama y se enfrentará en la general a Ken Buck, un republicano estilo Tea Party que ha derrotado a la candidata favorita del GOP de Washington, Jane Norton.

El senador Bennet ha podido (de momento) contra la antipatía que provocan entre los votantes los senadores designados y lo ha hecho con una curiosa estrategia. Venir desde Washington para hacer campaña contra Washington. Contra todo pronóstico, su apuesta antsistema ha salido bien, tal vez porque lleva en el cargo poco más de un año y sin hacer mucho ruido.

De propina: ha muerto el ex senador republicano de Alaska Ted Stevens, una leyenda de la cámara y del estado que él mismo ayudó a fundar. Paso casi cuatro décadas en el Senado hasta que perdió la reelección frente al demócrata Marc Begich entre acusaciones de corrupción. Él nunca ocultó el hecho de que usaba toda su influencia, y era mucha, para llevar dinero a su aislado y empobrecido estado. Uno de sus ejemplo más famosos: el puente a ninguna parte.

La bola de cristal: Newt Gingrich dice que discurso de valores familiares no se ve afectado por sus infidelidades matrimoniales: "la gente necesita escuchar lo que tengo que decir, no mis acciones". Y esas declaraciones no van a afectar ni un poquito su credibilidad ante las bases.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Otro poderoso demócrata se marcha

Con 21 victorias electorales a sus espaldas, David Obey (D - WI) ha decidido no presentarse a la reelección. El poderoso presidente del comité de Apropiaciones de la Cámara de Representantes, el que controla en qué se gasta la pasta, se marcha ante la perspectiva de una elección difícil, dicen sus enemigos. Otros consideran que habría ganado sin problemas y que se trata más que nada de cansancio. Qui lo sa...

Lo que es seguro es que los demócratas lo tienen fráncamente difícil para mantener ese escaño del norte de Wisconsin que Obey ocupaba desde la guerra de Vietnam. Con el clima política como está y la demografía de la zona, es casi seguro que habrá un joven republicano dispuesto a viajar a Washington. Otra cosa segura es que ya debe haber una batalla importante en el campo demócrata para ver quién hereda el mazo de presidente de su comité, una perita en dulce que todos quieren y que es uno de los premios gordos de la cámara.

jueves, 15 de abril de 2010

Los demócratas se imponen el la elección especial FL-19

Estos demócratas... Tienen poco que celebrar últimamente así que están sacando hoy pecho porque tienen un nuevo congresista; Ted Deutch representará al 19º distrito de Florida en la Cámara de Representantes tras imponerse holgadamente al republicano Ed Lynch.

Los demócratas quieren vender que, en contra de lo que pueda parecer, uno puede apoyar la reforma sanitaria sin hundir su carrera política. O al menos en Palm Beach, Florida

miércoles, 24 de febrero de 2010

Cada vez más cerca el "plan b" de la reforma sanitaria: la reconciliación

Se llama reconciliación y es una especie de "trampa legal" que permite aprobar legislación sólo con mayoría simple. Los demócratas cada vez se dan más cuenta de que alcanzar 60 votos para la reforma sanitaria es casi imposible, así que una posibilidad que parecía remota y peligrosa como la reconciliación es ahora la última salida para evitar una maniobra obstruccionista republicana en el Senado.

Las filtraciones ya están preparando a la opinión pública para lo que antes era impensable, pero si finalmente lo hacen habrá una gran contestación social. Los demócratas del Congreso y tal vez la Casa Blanca dirán que no es normal que con una mayoría de 9 escaños no se pueda sacar adelante nada, pero será casi imposibe que el público no lo vea como una triquiñuela sucia.

martes, 16 de febrero de 2010

Evan Bayh se retira... malas noticias demócratas

A la catarata de retiradas de prominentes cargos demócratas se ha sumado una que puede ser crítica. El ex-gobernador y senador de Indiana Evan Bayh, el centrista con más prestigio del actual partido demócrata, se marcha. A pesar de sus 13 millones de dólares recaudados y unas buenas perspectivas electorales ha tenido suficiente... ¿por qué? Pues porque corren malos tiempos para ser un centrista.
"Hay mucho partidismo y no mucho progreso. Demasiada ideología corta de miras y no suficientes soluciones prácticas a los problemas. En esta época de enormes retos, no se atienden los problemas de la gente."

El moderado Bayh, de un estado siempre inclinado a la derecha como Indiana, ha sufrido mucha presión del ala más liberal de su partido. En sus doce años en el Senado ha pactado en numerosas ocasiones con los republicanos y en el actual clima de crispación política, su papel se había vuelto muy difícil.

El verdadero problema llega para su partido, que pierde una baza única para mantener un senador en un estado muy difícil. Es casi impensable que logren un candidato fuerte con posibilidades de ganar en un año que sólo añade dificultad a la tarea.

miércoles, 20 de enero de 2010

¿Y ahora qué para la reforma sanitaria?

Tras la sorprendente victoria de Scott Brown en Massachusetts y la pérdida de la "supermayoría" en el Senado, se reducen las vías de éxito para la reforma sanitaria. Estas son las opciones ya que Brown es un enemigo declarado de la reforma:

  • Los demócratas aplazan el juramento como senador de Scott Brown y sacan adelante la reforma con el actual senador sustituto de Massachusetts, el demócrata Paul Kirk: la cámara puede hacerlo con la mayoría demócrata pero esta jugarreta antidemocrática podría hundir al partido con una contestación social espectacular.
  • Volver a la mesa de negociación y convencer a la republicana moderada Olympia Snowe de que vote a favor, o si no a Susan Collins: supondría uno nuevo retraso, una pérdida de entusiasmo y con el apoyo a la reforma en un mínimo histórico (un 30%) hay pocas posibilidades de que las senadoras se dejen convencer.
  • Utilizar un mecanismo llamado reconciliación y pasar la reforma con mayoría simple: conlleva cierto problemas legales así que, en el mejor de los casos, supondría un nuevo retraso. Además sería visto como una jugarreta política de espaldas al pueblo. No creo que la maniobra contara con el apoyo de todos los demócratas.
  • Hacer que la Cámara de Representantes apruebe la misma reforma exacta que ya pasó el Senado: si la Cámara pasa el mismo texto exacto, sin modificar, no hace falta que vuelva al Senado. Es una posibilidad pero los demócratas de la Cámara no están muy satisfechos con la posibilidad. Puede que al final triunfe la versión de que "la versión del Senado es mejor que nada" pero hoy por hoy, no se sabe si hay votos.
  • Aceptar la muerte, una vez más, de la reforma sanitaria: lo que sería devastador para la presidencia de Obama y para los destinos demócratas en general.

Scott Brown confirma la debacle demócrata en Massachusset. La reforma sanitaria, en riesgo.


Nadie tomó en serio al republicano Scott Brown en su improbable intento por hacer senador del estado más demócrata de la Unión. Hoy, me supongo, Brown se morirá de risa pensando en esto mientras la demócrata Martha Coakley se pregunta cómo, ¡cómo!, ha podido suceder lo imposible.

Brown ha construído una campaña excelente y ha dado sus frutos. Ha logrado un 52% por un 47% de Coakley y será senador durante los próximos tres años, porque ésta era una elección especial para cumplir lo que quedaba de mandato a Ted Kennedy. ¡Si Kennedy levantara la cabeza y viera lo que ha pasado en el escaño que ocupó durante 47 años!

La lectura nacional es que se trata de un revés profundo para los demócratas y también para Obama. El riesgo inmediato es que el partido pierde la "supermayoría"de 60 votos y por tanto la reforma sanitaria ya no está tan clara. El siguiente post será ¿Y qué pasa ahora con la reforma sanitaria?

Guerra interna demócrata en Massachusetts

Martha Coakley todavía no ha perdido y ya ha empezado el reparto de culpas en el lado demócrata. Su campaña ha filtrado un memorándum echando la culpa de sus males al Comité Nacional Demócrata. Esto ha provocado un fuego interesante y si la caída se confirma, habrá mucho más.

lunes, 18 de enero de 2010

Últimas noticias de Massachusetts. Mañana se vota

Las últimas encuestas han traído más malas noticias para los demócratas, números que pronostican una derrota, un senador menos y graves problemas para la reforma sanitaria. Lo imposible, un senador republicano en Massachusetts, parece cada vez más cierto. Brown sube en todas encuestas mientras que Coakley baja o se estanca.

ARG: Scott Brown 52% (Republicano) - Martha Coakley 45% (Demócrata)

IA: Brown 52 - Coakley

R2000: Brown 48 - Coakley 48

PPP: Brown 51 - Coakley 46

domingo, 17 de enero de 2010

Obama intenta parar la debacle de Massachusetts

La hemorragia ya es clara. Hasta las propias encuestas internas demócratas pronostican una derrota ajustada de Martha Coakley en el feudo inexpugnable de Massachusetts. Parece que lo imposible es posible y que el próximo martes el estado más dem de la unión podría irse a la cama con un senador republicano por primera vez en más de treinta años.

Obama se marcha volando a hacer campaña por ella, a ver si los ecos del "Yes We Can" pueden salvarle el cuello a la candidata y de paso, a la reforma sanitaria. Coakley es el voto vital que necesita la Casa Blanca para sacar adelante su plan. Si la demócrata pierde, tal vez haya que volver a la mesa de negociación.

Para acrecentar su mal, los demócratas no han hecho otra cosa que meter la pata en los últimos días. Pirmero ha sido la propia Coakley, a la que no se le ha ocurrido nada mejor que decir que la ex-jugador de los Red Sox de Boston Curt Schilling era fan de los Yankees. Parece una tontería, pero imaginad al president Montilla diciendo que Xavi es un madridista de pro... Luego ha estado lo del Comité Nacional Demócrata, que ha hecho un anuncio de televisión denunciando los lazos entre el candidato republicano Scott Brown y Wall Street. Todo bien, salvo porque han usado como fondo las Torres Gemelas. Heck of a job.

Aún tengo mis dudas de que vaya a perder, pero no será porque no lo está intentando.

viernes, 15 de enero de 2010

Duelo en Massachusetts

¿Quién en su sano juicio podría pensar que los demócratas tendrían problemas para ganar la elección especial al senado en Massachusetts? En la república soviética de Massachusetts, en el estado que hace un año Obama se llevó con 21 puntos de ventaja, en el escaño que Ted Kennedy ocupó durante casi 47 años... pues sí, la candidata Martha Coakley está contra las cuerdas en una carrera que parecía ganada. Buenas noticias para los republicanos en general y para el candidato Scott Brown en particular.

Las diferencias demócratas de 20 puntos no sólo han desaparecido en las últimas encuestas, ahora éstas apuntan a una derrota. Suffolk deja al republicano Brown cuatro puntos por encima en un sondeo publicado ayer.

Los dos partidos se juegan mucho porque con sólo un senador más, los republicanos podrían bloquear la reforma sanitaria. Para evitarlo, Coakley ha hecho uso hoy de su arma secreta: un vídeo de la viuda del senador Ted Kennedy, todavía un ídolo para gran parte de los votantes. Y también otra grabación de Obama. Aquí os los dejo:


domingo, 10 de enero de 2010

Desastre demócrata en el horizonte

Sí, es cierto, diez días sin escribir es una pasada... Me disculpo.

Las elecciones de mitad de mandato son malas para el partido que ocupa la Casa Blanca, eso es cierto casi siempre, pero es que lo de los demócrata pinta fráncamente mal para este 2010. Las señales son abundantes, pero ninguna tan clara como la desbandada de miembros del Congreso que renuncian a buscar la reelección. En 2010 a casi todos les va a ser difícil ganar, pero si además los demócratas con escaño se retiran por temor a perder y hay que presentar candidatos novatos... huele a desastre.

Las deserciones más reseñables hasta ahora son la del senador Byron Dorgan de Dakota del Norte o la del gobernador de Colorado Bill Ritter. Ninguno de estos estados es tan demócrata como para pensar que la reelección está asegurada. En la Cámara de Representantes, la lista de demócratas sureños que se retira es aún más larga y las posibilidades de que los republicanos recuperen esos escaños, altísima. Se nmarchan nombres como Bart Gordon, Dennis Moore, John Tanner y muchos como John Spratt se lo están pensando. En sus distritos, es casi imposible que un demócrata novato gane en un año como este.

Los demócratas han tenido incluso que renunciar a un de sus iconos. El senador de Connecticut Chris Dodd ha anunciado que finalmente no competirá por la reelección. Era la única manera de asegurar un escaño en un feudo demócrata.

Malos tiempos para los demócratas, como digo

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