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lunes, 13 de mayo de 2013

El lado más oscuro de Obama

No, el título no es un chiste malo. Es la constatación de que la presidencia de Obama ha llegado a ese punto al que suelen llegar todas las administraciones que se alargan en el tiempo: el momento en que aparecen los fantasmas. Los del actual presidente han terminado de explotar esta semana, cuando se ha sabido que el IRS se ha dedicado a inspeccionar a fondo los impuestos de grupos de derechas y ha quedado además claro que el gobierno hizo todos los esfuerzos para ocultar el papel del terrorismo en el asalto al consulado de Bengasi en Libia.

Ahora en Washington empieza la inevitable serie de preguntas: quién lo ordenó, quién lo sabía y cuándo lo supo. ¿Obama en persona? No es como si fuera el primer presidente que usa a los inspectores de Hacienda para perseguir a sus enemigos políticos ni la primera administración que maquilla una gran crisis internacional. Tampoco le pasará factura en las encuestas inmediatamente, donde el presidente goza de buena salud. El problema, como siempre, son las expectativas. No puedes ser el presidente de la esperanza y el cambio y a la vez producir la misma basura y usar los mismos trucos de toda la vida.

Ya es lamentable que se hagan 'inspecciones especiales' a las organizaciones que lleven en su declaración las palabras "tea party", "patriota" o que se declaren preocupadas por el gasto gubernamental. Casi más triste es que con un diplomático muerto la se editaran una y otra vez los informes de la CIA para camuflar la naturaleza del ataque. Y sin embargo son dos caras de la mis moneda: que la primera prioridad para un gobierno es ocultar sus fallos y mantenerse fuerte en el poder. El resto, incluido el 'Yes we can', es poesía. Y en los segundos mandatos se lleva más la prosa.

De propina: el escándalo del IRS suena mucho a Nixon. Pero que nadie se engañe, otro al que también le gustaba mandarle los inspectores a sus enemigos políticos era al ícono liberal Fanklin D. Roosevelt. 

La bola de cristal: sin embargo ya veréis como Obama no se lleva gran culpa por lo de Bengasi. A fin de cuentas el presidente ya está de retirada y los republicanos pueden intentar derribar a toda una pieza de caza mayor, la entonces secretaria de Estado Hillary Clinton. A esa sí que les interesa tirarla del caballo.

martes, 20 de septiembre de 2011

Obama, su plan de recorte del deficit y la reelección

Dice Obama, cargado de razón, que para librar al país del deficit no se puede contar sólo con los recortes porque no se cubriría jamás el agujero. Que no puede ser que se meta la tijera en los programas más caros, los sacrosantos Medicare y Social Security, y que mientras tanto no se toquen los impuestos. En definitiva, que qué es esto de que los pobres sufran la austeridad y los ricos no paguen más impuestos. Por eso, los que ganen más de un millón de dólares tendrán que pagar más de lo que hacían hasta ahora.

Con el actual sistema fiscal son las clases medias las que pagan el pastel: los pobres no pagan y los ricos pagan poco, proporcionalmente. Esto se debe a um complicado sistema de exenciones fiscales y a que se gravan mucho más los sueldos que los beneficios empresariales. Obama anunció ayer que quiere cambiar esto, aunque sea mínimamente, y como era de esperar se ha encontrado con la oposición frontal de los republicanos de "ni un impuesto más".

Esto, en año preelectoral tiene sus pros y sus contras:

A FAVOR: Obama moviliza a las bases demócratas, que buena falta le hacía después de darles muchos disgustos con su percibida moderación. Los liberales están felices porque por fin planta cara y los demócratas moderados no tienen problema, porque no es un asunto polémico que afecte a valores sociales. Además obliga a los republicanos a situarse en una postura impopular: según todas las encuestas una sólida mayoría de los estadounidenses está a favor de que el plan contra el déficit incluya más impuestos a los ricos. A fin de cuentas, la mayoría de los estadounidenses no gana un millón al año y a nadie le gusta pagar a Hacienda.

Con esto se acerca más a un electorado demócrata tradicional que puede no estar de acuerdo con otras cosas pero sí con esto. Los sindicatos estarán felices y en estados con tradición blue collar, algunos swing states, puede funcionar muy bien: pienso en Michigan, Pennsylania, West Virginia, Ohio... Pero sobre todo Obama cambia la conversación política a un tema ganador, muestra al votante que está haciendo algo para solucionar el primer problema del país (el paro) y le da un argmento nuevo a su campaña de reelección.

EN CONTRA: A los multimillonarios, al menos a la mayoría que no son tan filántropos com Warren Buffet, no les gusta nada laidea de pagar más impuestos. Así que Obama acaba de movilizar a su favor a un grupo de estadounidenses que pueden no ser determinantes en las urnas (son muy pocos) pero son claves en el proceso electoral por su dinero. Las donaciones van a ir en río hacia los republicanos, aparecerán "grupos independientes" muy bien financiados que harán anuncios de teleisión salvajes contra el presidente durante la campaña... El dinero es un enemigo poderoso.

Y desde luego esta medida influye en las primarias republicanas y no de un modo que beneficie a Obama. El candidato con más fuerza en este asunto es Mitt Romney y al presidente no le conviene vérselas con un nmoderado en la elección general, sino con un radical que asuste a los dems en temas sociales como Perry o Bachmann. Dándole a Romney un tema principal en el que está de acuerdo con el Tea Party, le permite conciliarse con un ala del partido que no le tiene mucha estima.

De propina: En el veto de EEUU a la entrada del estado palestino en la ONU tiene un papel importate los problemas electorales de los demócratas con la comunidad judía en las últimas elecciones especiales al Congreso. Ahora bien, con los paises musulmanes ha echado a perder su relación... De la buena fe lograda con aquel discurso en El Cairo nada más empezar su mandato, no queda nada.

La bola de cristal: y ahora leo que Ralph Nader se declara admirador de Sarah Palin... ¿Qué nos depara el futuro? ¿Jane Fonda como gruppie de Rick Perry? No creo, no

martes, 13 de septiembre de 2011

Rick Perry Pierde brillo en los debates y yo cada vez entiendo menos a los republicanos

Esta campaña de primarias republicanas cada vez se parece más a una mala película de Michael Moore, donde los republicanos son malos malísimos o, en el mejor de los casos, estúpidos. Yo siempre he rechazado estos estereotipos que jamás había visto en la realidad hasta el debate del lunes noche en Florida... CNN y Tea Party Express organizaban el debate y reunían al público, dispuesto a abuchear la menor muestra de moderación o incluso sentido común por parte de los candidatos.

Rick Perry volvió a salir trasquilado y Mitt Romney, por cuarta cita consceutiva que ya es decir, se libró de la quema sin heridas mayores. Si algo dejó claro el debate es que ha perdido la condición de favorito frente al gobernador de Texas que fue el blanco de todos los ataques. El chico nuevo ha llegado al barrio reventando todas las encuestas pero los que ya llevan n tiempo en esto de la pcandidatura tienen toda la intención de hacérselo pasar mal. Romney lo intentó primero con la Seguridad Social pero la cosa no llegó muy lejos. Si Perry llega a la general con sus ideas de que es "un fraude" seguro que le va a costar muchos votos, pero ante un auditorio de radicales y en plenas primarias, esa opinión extrema le gana más simpatías que otra cosa.

Después de esto Romney se retiró a la comodidad de su atril y dejó que las tortas empezaran a llegarle a Perry desde la derecha. El tema de la noche fue su decisión de obligar a las adolescentes de Texas a recibir una vacuna contra un determinado tipo de cáncer. Las vacunas y las imposiciones del gobierno son temas calientes para una parte de las bases conservadoras y Michele Bachmann estuvo muy bien golpeando una y otra vez a Perry por esto. También supo ponerle un punto de populismo interesante cuando mencionó que la empresa que fabricaba la vacuna había donado dinero a la campaña de su rival.

La veda estaba abierta y los siguientes golpes le llegaron por la vía de la inmigración. A los votantes de primarias republicanas no les gusta nada su versión tejana de la Dream Act, que garantizaba la educación superior a cualquier estudiante que llevara tres años en Texas. Ahí Romney volvió a por él y el resto siguieron.

No, no fue una buena noche para Rick Perry ni tampoco para Ron Paul, que esperaba mucho de este debate y fue machacado en la sección de política exterior. El congresista además protagonizó uno de los momentos más tristes para mí en una pregunta sobre sanidad. La cuestión era que Paul está en contra de que se obligue a alguien estar asegurado, así que Wolf Blitzer le dijo: "Supongamos que un hombre sano y que se gana bien la vida no quiere asegurarse y tiene un accidente por el que necesita estar seis meses en coma asistido, ¿Qué debería hacer el estado?" Cuando Ron Paul, después de muchas vueltas, dijo básicamente que deberían dejarlo morir porque "esa es la libertad" toda la audiencia aplaudió. Muy triste.

De propina: Tim Pawlenty ha decidido apoya a Mitt Romney tras retirarse. El establishment está intranquilo con el ascenso de Romney... Pero no sé yo si forman un buen támdem para el ticket presidencial. Para mí que Pawlenty no va a sacar mucho de este movimiento.

La bola de cristal: sin este exhibicionismo radical que define al partido republicano estos días, Obama ya iría veinte puntos por detrás del candidato republicano a estas alturas. Están espantando a muchos.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Ganadores y perdedores de la guerra del techo de deuda

Estados Unidos no entrará en suspensión de pagos. La Cámara de Representantes y el Senado aprobaron por fin un acuerdo y Obama lo ha firmado, convirtiéndolo en ley. El país podrá endeudarse más hasta 2013 a cambio de drásticos recortes presupuestarios y de no imponer nuevos impuestos. Dicho esto, unos rien y otros lloran.

GANADORES
El Tea Party: algunos han votado en contra y la mayoría habría preferido no subir el techo de deuda en absoluto, pero pese a todo este asunto era su prueba de fuego y han salido victoriosos. No se plegaron ante los republicanos más conciliadores y apostaron por una estrategia radical y temeraria que ha sido un éxito. Han obtenido tanto recorte de gasto como era humanamente posible y además son los héroes de las bases republicanos por haber hecho morder el polvo al presidente.

John Boehner: el líder republicano en la Cámara de Representantes ha sudado mucho para lograr un acuerdo que contentara a todos los suyos pero finalmente lo ha logrado. Sale reforzado y con el partido unido en su mayor victoria legislativa hasta la fecha. Con inmensa paciencia y dominio del proceso, ha vencido a Obama jugando a su mismo nivel.

Mitch McConnell: el líder republicano en el Senado puede no ser el político más apreciado por el Tea Party pero su postura pragmática y responsable durante la negociación, frente al radicalismo de otros, ha elevado aún más su imagen de estadista en los medios. "El hombre más honesto de América" se ha apuntado una victoria sin mancharse las manos.

El Pentágono: parecía que el sacrosanto presupueso de Defensa iba a sufrir lo peor de los recortes Pero al final, mucho ruido y pocas nueces. Incluso si el total de los recortes saliera de Defensa, el importe total sería de unos tres submarinos... Y eso contando con que no se quitará un sólo dólar de Iraq ni de Afganistán como estipula la misma ley.

Gabrielle Giffords: la congresista demócrata que aún se recupera de un disparo en la cabeza escogió esta votación clave para reaparecer en la Cámara entre un aplauso general. Todavía sufre graves secuelas pero ya hay quien habla incluso de que se presentará a la reelección.

PERDEDORES
Obama: hay quien argumenta que el presidente deseaba estos fuertes recortes para presentarse a la reelección con un currículum de pactos y disciplina fiscal... Me cuesta creerlo pero ncluso si fuera cierto, le ha salido el tiro por la culata. Ha intentado vender como un acuerdo lo que todo el mundo sabe que ha sido una bajada de pantalones. El Tea Party tenía al país de rehén y él ha cedido. A lo mejor era la única salida responsable pero hay que tener algo muy claro: electoralmente, lo más perjudicial para un presidente no es que los votantes digan que está equivocado, sino que le vean débil.

Los presidentes futuros: hasta ahora la subida del techo de deuda había sido una votación casi automática, un "asunto de estado" alejado de la contienda política. Eso se ha acabado. A partir de ahora cada vez que un presidente pida al Congreso que lo eleve, le harán pagar un precio.

La izquierda: el ala liberal del partido demócrata ha sido ninguneada en todo el proceso y sus protestas han pasado desapercibidas. Ven como sus vacas sagradas de Medicare y la Seguridad Social están en peligro y su decepción con Obama es inmensa... Pero no pueden abandonarle ahora. En un matrmonio desgraciado pero matrimonio al fin y al cabo.

Los candidatos republicanos de 2012: casi todos han guardado silencio y ninguno ha sabido aprovechar la crisis a su favor, a pesar de que algunos son miembros del Congreso. Una oportnidad perdida.

De propina: y tras el último culebrón del verano, los legisladores se van de veraneo hasta el 7 de septiembre.

La bola de cristal: a finales de 2012 expiran los recortes fiscales creados por George W. Bush. Los liberales heridos ya se relamen pensando que podrán desbaratar tranquilamente ese orgullo republicano como venganza.

martes, 2 de agosto de 2011

Esperando la votación

Hay un acuerdo sobre la mesa para elevar el techo de gasto y, como en toda negociación, hay ganadores y perdedores. Hablaremos de ello pero sólo cuando el texto haya sido ratificado por el Senado y la Cámara, y firmado por el presidente. No parece que una revuelta liberal u otra del Tea Party vaya a hundirlo, pero como nunca se sabe esperaremos un poco antes de sacar conclusiones.

sábado, 30 de julio de 2011

La guerra del techo de deuda

Hago una breve interrupción de las vacaciones porque ya me está dando vergüenza no hablar aunque sea un poquito de esta crisis del techo de su gasto y sus implicaciones políticas para 2012.

En realidad es el ejemplo más clásico de tragedia política "washingtoniana": un reloj de arena que se vacia marcando el tiempo para evitar una terrible catástrofe, lo que sólo se puede lograr mediante un acuerdo y nadie quiere ser el primero en pestañear. Por ponerlo fácil, empecemos por explicar los fundamentos: el gobierno de Estados Unidos funciona a través de un presupuesto cerrado pero además tiene establecido por ley lo que se llama un "techo de endeudamiento", es decir, una cifra concreta de dólares que es la cantidad máxima a la que puede ascender la deuda pública de país. Como siempre hace falta financiación, las cámaras del Congreso van aumentando periódicamente esa cifra para que el país pueda seguir pagando facturas y no entre en suspensión de pagos.

Siempre ha sido así. Sólo con George W. Bush se aumentó el techo de gasto más de una decena de veces sin tanto ajetreo, pero cuando la oposición controla alguna de las cámaras suele hacerle la puñeta al presidente de turno y exigir contrapartidas por sacar una vez más al país del atolladero. Hasta ahí sería normal, el típico toma y daca de la capital, pero esta vez ha irrumpido en escena el Tea Party.

En las últimas elecciones resultaron elegido un buen número de repúblicanos gracias en parte a la etiqueta del Tea Party. No se puede definir bien un movimiento tan heterogéneo pero si en algo están de acuerdo es en una cosa: hay demasiado gasto público y por tanto los honrados ciudadanos pagan demasiados impuestos. A todos esos congresistas novatos les va la vida en demostrar que son creyentes verdaderos de esta doctrina y esta crisis es la oportunidad perfecta para demostrarlo. Negar al estado la posibilidad de endeudarse más es obligarlo a gastar menos... O al menos eso dice la teoría.

El presidente Obama tiene una visión diferente, sobre todo porque si no se aumenta el techo de endeudamiento y hay que dejar de pagar facturas, le tocará a él decidir cúales son las que no se abonan. Como cada presidente que se ha visto en una de estas, Obama ha tratado de comunicarle al país que podrían tener que dejar de pagar las pensiones o las facturas de las balas que disparan sus soldados en Afganistán. Eso, además del daño que puede hacer a las finanzas estadounidenses si su gobierno entra en suspensión de pagos, empezando con el aumento de los tipos de interés y terminando por un nuevo colapso financiero.

Este panorama oscuro se tiene que salvar mediante el acuerdo entre las partes y ahí entra nuestro siguiente protagonista, el presidente republicano de la Cámara de Representantes John Boehner. Tiene la delicada misión de elaborar un acuerdo casi imposible:

1. Que contente a las poderosas fuerzas republicanas de Wall Street que quieren que el techo de deuda se eleve como sea. Son las que mantienen económicamente al partido y van a presionar todo lo que puedan para evitar una suspensión de pagos que puede costarles mucho dinero. En esto, están con Obama

2. Que no enfurezca a los halcones fiscales del Tea Party, que no quieren aumentar el techo de deuda porque dice que las predicciones catastróficas de Obama son un fraude y que lo que hace falta es gastar menos. Sólo se los puede convencer ofreciendo a cambio recortes sustanciales.

3. Que satisfaga a los candidatos de las primarias republicanas complicándole a Obama la reelección los máximo posible.

4. Y que no enfurezca tanto a los demócratas como para que rechacen de plano su propuesta con su mayoría en el Senado o como para que Obama la vete.

Su última propuesta cumplía todos los puntos menos el último. Subía el techo sólo hasta principios de 2012 para complicar a Obama en año electoral y ofrecía recortes. Pasó la cámara de milagro con el rechazo unánime de los demócratas y de algunos republicanos del Tea Party. El Senado, con mayoría demócrata, la ha rechazado sólo dos horas después con algunos votos republicanos.

El plazo se acaba el dos de agosto, aproximadamente. El acuerdo tiene que llegar ya o no llegar.

jueves, 28 de abril de 2011

El día en que Donald Trump venció a Obama, o no?

Sí, amigos, este papel verde de la izquierda es el certificado de nacimiento de Barack Hussein Obama. El papel  que acredita que vino al mundo en Oahu, Hawaii, y por tanto cumple todas las exigencias constitucionales para ser presidente. Gran decepción para los maniacos de la conspiración, que llevan años pidiendo que haga público este documento firmado por el médico en vez del certificado "abreviado" que había presentado en campaña, perfectamente legal. Obama dice que lo ha hecho porque el país estaba perdiendo demasiado tiempo en una polémica tan absurda. Obama gana, la extrema derecha de los "birthers"pierde, ¿o no?

Uno de los últimos portavoces de esta idiotez de cuestionar el origen de Obama ha sido el inclasificable Donald Trump. Así ha logrado publicidad para esa supuesta candidatura presidencial de la que tanto se habla. Así que, en el fondo, lo que ha hecho Obama ha sido plegarse a Donald Trump y desmentir un rumor absurdo que no tenía base alguna. Y, ¿por qué? No diría yo que por esa "distracción molesta" de la que habla, sino porque la gente de verdad picaba y creía que había nacido en Kenya. Según las últimas encuestas,  uno de cada dos votantes republicanos no creía que su presidente fuera estadounidense de nacimiento...

Y ahí es donde se equivoca porque a los impulsores de esas teorías conspirativas no los va a convencer ni con un vídeo del parto... Ya están buscando medios de mantener sus alegaciones y acusar de falsedad a Obama. El propio Trump, incluso, ha dicho que "hay que comprobar su veracidad" para aclarar rápidamente que piensa investigar si "realmente" el presidente estudió en Harvard. Parece que este millonario venido a menos cree que puede sacar más verdades que el FBI y los minuciosos investigadores de las campañas de Hillary Clinton y John McCain. Muy fuerte el asunto.

Yo ya he dicho antes que desacreditar a Obama como un keniata musulmán enemigo de Estados Unidos es una estrategia perdedora porque no estamos en 2008, la gente ahora le conoce. El verdadero riesgo para su reelección no está en esas oscuras acusaciones veladamente racista, sino bien a la vista, en el precio de la gasolina. Con la economía aún maltrecha y el combustible por las nubes, bien puede ser que Obama se estrelle. Mitt Romney, por poner un ejemplo, se da cuenta. Y Tim Pawlenty.

De propina: curiosamente el propio Donald Trump está perjudicándose con esta última campaña. La audiencia de su show "Celebrity Apprentice" es muy mayoritariamente demócrata y los índices de audiencia se resienten con tanta barrabasada.

La bola de cristal: Obama tiene ocho meses para crear empleo, bajar el precio de la gasolina y así salvar su presidencia. Si no es así, no veo cómo podría ganar si no es invadiendo algún país.

viernes, 25 de marzo de 2011

El candidato del Tea Party

La de "candidato del Tea Party" es una etiqueta que, según creíamos casi todos, iba a valer su peso en oro en estas primarias republicanas. El inconexo y poco estructurado Tea Party es sin duda el movimiento más importante del actual GOP: ha revitalizado a las bases, ha impuesto a muchos de "sus" candidatos en las primarias mid-term y es temido y alabado a partes iguales por el establishment republicano de Washington.

La imagen que se tiene de los tea partiers es casi siempre extremista y despegada de todo liderazgo, pero por eso podemos llevarnos una sorpresa al ver hacia dónde va su apoyo en primarias. Sarah Palin y el Tea Party saltaron al estrellato en momentos muy cercanos y a ella siempre se la ha considerado "la reina" de este movimiento pero, ¿es así? No, según la última encuesta de Pew Research los que se identifican con el Tea Party apuestan por un candidato mucho más moderado, Mitt Romney (24%), seguido de Mike Huckabee (19%), Newt Gingrich (15%), un sorprendente Ron Paul (13%) y luego Sarah Palin con (12%).

Datos como estos desmienten algunos tópicos, demuestran que el público sabe aún poco de los candidatos y desaniman bastante a Sarah Palin, que empieza a dar signos evidentes de no querer presentarse "esta vez". Así se abre una puerta interesante para Michelle Bachman, congresista republicana y huracán ultraconservador, que puede ocupar el espacio de candidato revelación.

De propina: hablando de Bachman, dice que lo primero que haría si se presentara sería "entregar un certificado de nacimiento". Si es que a Obama le van a caer más palos.

La bola de cristal: también se gana con los mejores asesores en los estados clave y el que mejor está fichando es Haley Barbour. Eso a la larga, se nota.

sábado, 15 de enero de 2011

Este es el nuevo jefe republicano: Reince Priebus

Este joven hombre de negocios, presidente del Partido Republicano de Wisconsin, es el nuevo jefe del Comité Nacional Republicano. Ha derrotado el intento de reelección del polémico Michael Steele y también a Maria Cino, una candidata potente que contaba con el apoyo de la estrella republicana del momento, el speaker John Boehner.

Tiene retos importantes como traer la calma a un partido en plena crisis de identidad por el auge del Tea Party o solventar una deuda que supera los veinte millones de dólares; pero por encima de todo está engrasar la maquinaria republicana para que sea capaz de batir a Barack Obama en 2012

De propina: seguro que los grandes donantes están muy atentos a esta elección. El RNC de Steele no les daba mucha confianza y han preferido donar dinero a través de otras organizaciones.

La bola de cristal: he intentado hacer una predicción sobre el futuro de Steele, pero es tal impredecible...

domingo, 9 de enero de 2011

Atentado en Arizona: 6 muertos y una congresista demócrata herida grave

La terrible historia de los asesinatos políticos en Estados Unidos ha sumado hoy un nuevo capítulo. La congresista demócrata de Arizona Gabrielle Giffords está herida grave después de recibir un disparo en la cabeza. Otras seis personas, incluidos varios de sus asesores, un juez federal y una niña de sólo nueve años han muerto. En total hay doce heridos.

La policía ha confirmado que el autor de los disparos es Jared Loughner, de 22 años, que ha sido detenido y está bajo custodia. Los primeros datos sobre él apuntan a una persona con tendencias extremistas pero no muy claras, algunas de las personas que lo conocen lo consideran un desequilibrado. Giffords logró una reelección in extremis el pasado noviembre frente a un candidato del Tea Party y sus oficinas sufrieron ataques vandálicos durante la elaboración de la reforma sanitaria, pero aunque habrá mucha "interpretación política" del atentado no cabe más que achacarlo a la obra de un demente.

Giffords se encuentra en estado crítico y aunque evoluciona favorablemente, las próximas 24 horas serán claves para su recuperación. La congresista era miembro del Comité de Defensa y ocupaba su escaño desde 2001.

De propina: los principales shows políticos de la mañana del domingo se han trasladado a Arizona para hacer desde allí programas especiales. Nada motiva tanto a los reporteros políticos como estas historias donde la política con minúsculas deja paso a ala "épica".

La bola de cristal: En este clima de alta confrontación política y retórica muy encendida, las "lecciones" a sacar del atentado van a constituir una de las narrativas políticas del año. Ríos de tinta correrán sobre su significación y sobre las motivaciones del atacante.

sábado, 8 de enero de 2011

Las grandes preguntas de 2011

El nuevo Congreso ya ha empezado a trabajar así que se me han terminado las excusas para alargar las vacaciones de navidad, hay que volver al posteo. Vamos a empezar por anticipar que nos traerá este año, que dicho sea de paso, os deseo muy feliz y lleno de éxitos.

¿Se presentará Sarah Palin a la nominación republicana por la presidencia?
Sobre estas fechas dentro de un año, se celebrarán los caucus de Iowa que marcan el inicio del calendario de primarias. Mucho antes de esa fecha ya se habrá un buen número de republicanos que se habrán postulado para intentar quitarle el puesto a Obama en noviembre de 2012, aunque ninguno levanta tanta expectación como Sarah Palin. ¿Dará finalmente un paso adelante y tratará de conquistar la presidencia? Yo no lo tengo del todo claro. Y además del fenómeno conservador por excelencia, qué otros republicanos se embarcarán en la lucha. Mitt Romney parece otro competidor seguro, pero también Gingrich, Thune, Barbour...

¿Cómo se las apañará Obama con la mayoría republicana de la Cámara de Representantes?
Los primeros meses de este 2011 son la última oportunidad que tendrá el presidente para avanzar algo su agenda antes de que el agresivo clima preelectoral de 2012 se instale en el capitolio. Pero acostumbrado a la hegemnía demócrata, Obama tendrá que mostrar mano izquierda y una buena dosis de centrismo si quiere conseguir alguno de sus objetivo. Además, junto con la mayoría los republicanos reciben el inmenso poder que conlleva el control del comité de supervisión del Gobierno. Sobre todo la capacidad de llamar a los altos cargos de la administración y hacerles declarar bajo juramento sobre sus meteduras de pata. Un arma política que se ha mostrado definitiva en muchas ocasiones.

¿Qué pasará con la reforma sanitaria?
Cuestionada por los tribunales y amenazada por los intentos republicanos de cortarle toda financiación, la reforma sanitaria puede consolidarse o morir este 2011. Está en el primer lugar de la lista de objetivos del GOP, bien consciente de que es un tema que apasiona a sus bases.

¿Y qué será del Tea Party?
El movimiento conservador ha sido la estrella política de 2010 pero ahora que tiene representantes en el poder, empezando por el senador de Kentucky Rand Paul, está por ver qué consistencia real mantiene. Como todos los grandes movimiento de masas sin cabeza visible, el Tea Party no tiene una estructura que le permita mantenerse ni una línea interna coherente. Este es el año decisivo para ver si tanta fiesta del té no ha sido "flor de un año"

¿Cómo avanzará Obama hacia 2012?
Para lo mal que le han ido en general las cosas, hay que reconocer que las malas noticias han hecho un daño bastante escaso a la imagen del presidente. Viendo sus cifras de aprobación se da uno cuenta de que no son boyantes, pero que parece que los fracasos de su administración no acaban de reflejarse de todo en el juicio que el público tiene de él. Aún así, una vez más, la clave está en la economía: si no saca al país de la reelección este año puede que ni todo su carisma logre salvarle de la quema en 2012.

De propina: Obama ya tiene nuevo jefe de Gabinete. El pobre pete Rouse se ha quedado con la miel en los labios y el premio se lo ha llevado un clintonista como William Daley. La izquierda vuelve a enfadarse porque su nombramiento es todo un guiño al centrismo, sobre todo viniendo de un izquierdista como su antecesor Rahm Emmanuel, sin embargo es tal vez su mejor baza para lidiar con una mayoría republicana con la que debe entenderse quiera o no.

La bola de cristal: tal vez a finales de este año disfrutemos de un resumen tan bueno como el que ha hecho Dave Barry de este 2010, una lectura imprescinble que agradecemos a Pablo Hernández.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

La gran noche del Tea Party (y sus consecuencias)

Los signos eran muchos y su victoria, finalmente, llegó. Un éxito casi total en las principales primarias republicanas que todo el mundo estaba observando.

En Delaware Christine O'Donnell, consejera de abstinencia sexual, es la nominada republicana al Senado tras imponerse con relativa comodidad a Mike Castle, un republicano centrista y ex-gobernador con un gran historial electoral en el estado. En New York Carl Paladino, también apoyado en el Tea Party, ha sorprendido a todo el mundo deshaciéndose del candidato establishment Rick Lazio y convirtiéndose por tanto en el nominado republicano a Gobernador. Y la nominación republicana al Senado por New Hampshire pende aún de un hilo: muchas horas después del cierre de las urnas todavía refleja casi un empate entre el candidato Tea Party Ovide Lamontagne y Kelly Ayotte.

Así que el Tea Party se ha apuntado una de las mejores noches de su historia, en mi opinión, aunque en las primarias a gobernador de Wisconsin su candidato Mark Neumann ha perdido contra Scott Walker.

Y sin embargo... lo que más se oye ahora mismo es cómo esos candidatos algo extremistas pueden perjudicar a los republicanos en noviembre. Esas fuentes bien informadas, "un estratega republicano de máximo nivel", por ejemplo, ya empiezan a circular por ahí rumores de que el partido no pondrá dinero en la campaña de O'Donnell en Delaware porque, con ella como candidata, no ven el asiento "ganable". Y así en otros tantos sitios.

Yo creo que algo de eso hay, sobre todo en Delaware, pero también digo que cuando muchos de estos candidatos Tea Party cambien el chip de primarias a generales no van a sonar tan aterradores como ahora al votante "mainstream". Otra cosa es que en su mente sigan igual y que luego gobiernen igual, pero dudo que se vayan a dedicar a aterrorizar centristas de aquí a noviembre.

De propina: y por cierto que el poderoso congresista neoyorquino Charlie Rangel ha arrasado en su primaria demócrata, llevándose más de la mitad del voto y con el doble de sufragios que el más votado de sus cinco rivales. Ahora la victoria está asegurada en noviembre... Con acusaciones de corrupción y todo, como en casa.

La bola de cristal: la derrota de Adrian Fenty es una mala noticia para los gestores. A pesar de sus éxitos en educación y criminalidad, haber estado ajeno a los politiqueos de la capital durante un par de años le ha pasado una cara factura. Vincent Gray le ha derrotado por la nominación demócrata y es, casi sin duda, el futuro alcalde de Washington DC.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Mañana hay elecciones: interesantes primarias para el 14-S

Gran menú el de mañana, protegonizado sobre todo por las duras batallas en primarias entre los candidatos más conservadores estilo Tea Party y los republicanos más establishment. Veamos qué tenemos por ahí...

En Delaware tenemos el concurso más interesante de la noche. El congresista Mike Castle, un republicano moderado muy "costa este", nunca pensó que lo tendría tan difícil para deshacerse de la muy muy muy conservadora Christine O'Donnell, que se ha puesto en cabeza en las últimas encuestas. La primaria decidirá al candidato republicano que luchará en noviembre por hacerse con el asiento en el Senado del vicepresidente Joe Biden. Mike Castle no gusta mucho entre las bases republicanas, pero creo que de los dos es el único capaz de vencer en un estado como Delaware. Los discursos anti-sexo y anti-masturbación en el pasado de Christine O'Donnell son una mala baza para una sociedad socialmente liberal como la de Delaware. Eso, a pesar del apoyo de Sarah Palin y Jim De Mint.

En New Hampshire, la favorita del establishment republicano Kelly Ayotte ha visto como su ventaja se ha evaporado frente al conservador Ovide LaMontagne. De momento sigue en cabeza pero su rival le pisa los talones. El vencedor ganará un ticket para enfrentarse al demócrata Paul Hodes por el asiento en el Senado de Judd Gregg, un republicano moderado.

Además tenemos que ver en New York qué tal resiste el veteranísimo congresista Charlie Rangel su primaria después de las acusaciones de corrupción. En Massachusetts el congresista demócrata moderado Stephen Lynch se la juega en primarias y tenemos a Scott Walker y Mark Neumann peleando por ser el próximo candidato republicano a gobernador de Wisconsin.

No está nada mal.

De propina: uno de las grandes víctimas del Tea Party en las primarias republicanas, el todavía senador Robert Benett, tiene un par de consejos que darle a su partido antes de marcharse: todo indica que van a tener una victoria histórica, pero más vale que se pongan de acuerdo en un modeo de gobernar porque la diferencia entre moderados y conservadores no hace más que crecer.

La bola de cristal: Mitt Romney se ha hecho con el apoyo de Wayne Berman, un importantísimo recaudador de fondos y lobbysta que fue uno de los primeros partidarios de Bush jr. y también de McCain. Con estos fichajes de establishment y con la temporada tan temprana, no voy a tener más remedio que replanterme a Romney, aunque le sigo viendo un poco pasado.

lunes, 30 de agosto de 2010

La rebelión de las bases


A las republicanas las vimos hace dos días en el Mall de Washington, cientos de miles de personas jaleando a un extremista como Glenn Beck y escuchando con adoración a Sarah Palin. A las demócratas las vemos más discretas, en Internet, planeando una revolución contra un gobierno que no da de sí tanto como pensaban y rebelándose contra una matemática electoral que pone peor cara cada día que pasa. Las bases han saltado a la palestra y en noviembre hay elecciones.

El Tea Party no organizaba el encuentro de Washington pero estaba bien presente junto al monumento a Lincoln. Con un punto provocador, la derecha tomó las mismas calles que Martin Luther King el día en que se cumplían 47 años de su "I have a dream". They have a dream too, pero un poco diferente y tampoco muy concreto. Saben que no les gusta lo que ven pero, como les sucede a todos los grandes movimientos espontáneos, sólo la indignación y la reacción les pueden mantener unidos.

Puede no parecerlo pero el mismo run-run comienza a sonar en una izquierda ya abiertamente decepcionada por la Casa Blanca. Los mismos activistas que le declararon mesías murmullan por los pasillos que la tierra prometida no era tal, que este paraíso Obamista se parece muy mucho a lo que han vistos antes y que, en su menú, quedan muchos platos por cocinar: Gays en el ejército y en el altar, energías verdes, inmigración, financiación electoral...

Por eso quieren ahora cambiar las reglas del senado y eliminar las mayorías cualificadas, como si los republicanos no fueran a recobrar jamás la mayoría. Por eso ponen el grito en el cielo por una comisión presidencial para el equilibrio presupuestario "llena de blue dogs y enemigos republicanos de la Seguridad Social". Ahora sí que pueden empezar los problemas, porque el centro es un lugar muy peligroso donde estar en la actual coyuntura. Ahí le caerán muchos palos a Obama.

De propina: el senador de Louisiana David Vitter tiene mucho que agradecer al mal momento de los dems. Ha ganado su primaria sin problema a pesar de tatno escándalo sexual a sus espaldas. Veremos la general.
La bola de cristal: el demócrata Kendrick Meek, el independiente Charlie Crist y el republicano Marco Rubio. La elección al senado por Florida es la carrera más interesante del año.

martes, 27 de julio de 2010

Peticiones del lector: elecciones en Nevada y el impacto del Tea Party

Daniel - Arg: Carlos... si no es demasiado pedirte me gustaria tu análisis sobre la elección en Nevada entre Reid y Angle. Y tu opinion sobre el impacto del Tea party en noviembre.

Por mí que no quede! Empecemos por Reid y Angle. Es pronto para aventurar lo que sucederá en noviembre, pero yo no veo a Harry Reid tan muerto como muchos quieren decir. Sharron Angle no despega como candidata, eso es un hecho. Frente a uno de los políticos más castigados del país y tras una legislatura de tremendo desgaste, no crea diferencias. Todas las encuestas ponen por delante a Reid, si bien con diferencias que van de los 2 a los 7 puntos, pero cada vez se acerca más a la mágica cifra de un 50% de apoyo que es la clave de la victoria.

Por si fuera poco, empiezan a sonar mar de fondo entre muchos republicanos que no entienden cómo Reid, al que daban por acabado, es capaz de resistir y hasta de estar por delante. Por supuesto, culpan a su candidata de no tener el brío suficiente para aprovecharse de las circunstancias. Evidentemente, la realidad es mucho más complicada. Reid es un político experimentado, con los mejores contactos y acceso a donantes de primera categoría. Puede perder pero va a ser un hueso duro de roer.

Respecto al Tea Party, la respuesta también es complicada. Más que un movimiento político organizado es una marca, una vía de escape a la frustración de mucha gente. Como partido independiente no tiene futuro y su peso entre los republicanos, aunque indudable, no es absoluto. Por eso digo que ese sentimiento de frustración puede ser utilísimo para los republicanos en noviembre, para movilizar a sus bases y para recaudar dinero. Localmente pueden ser una fuerza muy potente en los distritos pero esperaba más presión por su parte en las primarias. Más que seguir derribando al establishment republicano han dejado que el establishmente se apodere de ellos. Mejor para ellos en 2012, porque por muy mala época que tenga Obama no creo que los republicanos puedan acabar con él desde un planteamiento Tea Party. Por mucho entusiasmo que despierten en algunos lugares, su discurso sigue sin ser atractivo para una mayoría electoral.

De propina: otro que ahuyenta a los fantasmas es McCain. Pese a los primeros sustos, las últimas encuestas le dan 20 puntos de ventaja sobre su rival demócrata J.D. Hayworth.

La bola de cristal: mañana hablaremos de las filtraciones sobre las barbaridades en Afganistán pero... ¿por qué me da a mí que se va a hablar poco sobre esas barbaridades que hizo una administración republicana y en cambio mucho sobre cómo una administración demócrata no ha podido evitar que salgan a la luz? Poco de derechos civiles, mucho de seguridad nacional.

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