viernes, 29 de junio de 2012

La Corte Suprema le da un respiro a Obama: su reforma sanitaria es constitucional

Cualquier observador de esta campaña ya se habrá dado cuenta. Parece que en eeste largo verano de caza del votante no se habla de otra cosa que no sea dinero. De la inquietud que le provoca a Obama ir por debajo de su rival en donaciones, pero sobre todo de cúanto tiene, cuánto gasta y cuánto paga el republicano Mitt Romney. Es el culebrón del verano: ¿Por qué Romney no hace pública su declaración de impuestos cómo suelen hacer los candidatos? La especulación es imparable. Los sabios del politiqueo dicen que negándose a publicar la información lo único que hace es provocar que la gente se imagine lo peor, y que por tanto si aún así no quiere hacerlo, debe ser verdad que hay cosas terribles en su declaración de impuestos. Mientras, el candidato guarda silencio y la bola va engordando.

 Mi opinión personal es que Romney acabará por ceder a la presión y publicará la información, pero no resulta difícil imaginar por qué se resiste. En primer lugar, incluso en un país tan enamorado de la prosperidad como Estados Unidos, resulta difícil simpatizar con un candidato cuyos ingresos probablemente estén alrededor de los 20 millones de dólares. Luego están además el tipo de cosas que uno hace cuando tiene esas cantidades de dinero: que sepamos una cuenta en Suiza, tal vez otras en las Islas Caimán y alguna que otra sopresa que puede no quedar muy bien en el currículum.

Para Romney es una de esas situaciones en las que no tiene nada que ganar y sí mucho que perder. Si sigue negándose a hacer públicos los datos, pierde, si los revela, pierde también. Además de su evidente riqueza y las posibles prácticas poco éticas, estarán los inevitables titulares sobre sus contribuciones a la Iglesia Mormona que podrían acercarse a los 4 millones anuales, una faceta que el candidato estaría feliz de no resaltar mucho. Eso sin contar con que una persona con sus recursos puede permitirse un carísimo asesor fiscal que conozca cada centímetro de la ley y por tanto, aún sin salirse de ella, le permita pagar lo menos posible. Si a través de trampas legales paga un 1%, eso tampoco caería muy bien en una opinión pública castigada aún  por la crisis.

El candidato se marcha esta semana de viaje internacional con paradas en los dos principales aliados de Estados Unidos: Gran Bretaña e Israel. Así potenciará su imagen "presidencial" y tal vez se librará de un poco de presión, aunque el asunto de su declaración de impuestos estará esperándole cuando vuelva.

De propina: una encuesta de Latino Decisions confirma el desastre de Romney con el voto hispano. Un 22% lo apoya a él en comparación con el 70% que apuesta por el presidente. Eso son diez puntos menos que el ya desastroso resultado de McCain en 2008.

La bola de cristal: pero que nadie se engañe, la cosa va a estar reñidísima. La última encuesta de NPR muestra a los dos candidatos muy empatados en los doce estados que decidirán la elección: A new NPR poll in 12 battleground states -- Colorado, Florida, Iowa, Michigan, Nevada, New Hampshire, New Mexico, North Carolina, Ohio, Pennsylvania, Virginia y Wisconsin.

lunes, 25 de junio de 2012

Todos pendientes de la Corte Suprema: la Reforma Sanitaria al borde del precipicio

Después de mucho dar vueltas, por fin ha llegado la semana decisiva. En cuestión de días, si no horas, la Corte Suprema hará pública su decisión sobre la reforma Sanitaria de Obama. Si es constitucional o no, qué partes lo son y cuáles no... en particular la medida clave: saber si el gobierno federal puede legalmente exigir a los ciudadanos que se aseguren.

La reforma sanitaria no es sólo el único gran logro legislativo de Obama en su primer mandato, además es una conquista que los demócratas han perseguido durante décadas. Nadie duda que sea cual sea la decisión tendrá importantes consecuencias en la campaña y en las elecciones pero, ¿cúales?

Si la Corte dice sí a la reforma se entiende que el presidente saldrá fortalecido, consolidando su gran victoria legislativa. Por otro lado no queda duda de que una decisión así enfurecerá a las bases conservadoras, movilizando el voto y la recaudación de Romney. El candidato republicano tendría así una promesa concreta tras la que todo el partido, moderado o conservador, puede unirse: derogar la reforma sanitaria.

Si la Corte dice no a la reforma Obama perderá una de las principales cualidades de un presidente, el aparecer como "un líder fuerte". Además tendrá poco que presumir de lo que ha hecho con sus cuatro años en la Casa Blanca, ya que los jueces le habrían arrebatado su principal logro. Por supuesto un rechazo de la Corte sacaría a la calle con pancartas a todos los liberales algo desencantados con Obama, permitiéndole más recaudación y movilización electoral.

Aunque cualquier decisión tendrá algo bueno y algo malo para los candidatos, este no es un juego de suma cero y yo creo que a un presidente en ejercicio lo peor que le puede pasar electoralmente es parecer débil. Ahí lo dejo.

De propina: como aperitivo la Corte nos ha dejado hoy otra decisión trascendental. Declara inconstitucional y por tanto elimina la mayor parte de la restrictiva ley migratoria de Arizona. Sin embargo una de sus disposiciones más polémicas, la que permite a la policía pedir los papeles a cualquier personas que parezca "sospechosa", ha sobrevivido al escrutinio de la justicia. Victoria agridulce para la comunidad hispana.

La bola de cristal: se rumorea que es el presidente de la Corte, John Roberts, el que está redactando la sentencia. Malos augurios para Obama ya que Roberts es desde luego un conservador, pero sorpresas te da la vida...

jueves, 21 de junio de 2012

Obama moviliza el voto latino dando papeles a los 'dreamers''

En las presidenciales de 2008 Obama ganó el 67% del voto latino, que además resultó clave para que ganara estados como Colorado o New Mexico. De cara a 2012 siempre habría sido extraño que no se lo llevara de nuevo el voto hispano, pero la clave es cuántos se acercarán a votar, la siempre comentada movilización. Tras un primer mandato algo decepcionante, la Casa Blanca temía que muchos se quedaran en casa el día de la elección.

Por eso Obama ha decidido soltar una bomba a cinco meses de las elecciones: ya no se deportará a los jóvenes inmigrantes ilegales que llegaron al país de niños. Se les dará un permiso de trabajo. La condición es que no tengan antecedentes penales, lleven al menos cinco años en el país, sean menores de 30 años y hayan estudiado bachiller o servido en las fuerzas armadas. La medida es una vieja reivindicación de la comunidad hispana que recoge la llamada Dream Act, un proyecto de ley que lleva atascada en el Congreso desde 2001. Obama ha decidido tomar un atajo y fastidiar un poco a los republicanos a la vez que hace las paces con la comunidad hispana.

El presidente espera hacerse perdonar no sólo el incumplimiento de impulsar una reforma migratoria en profundidad, sino también el hecho de que sólo en el último año su gobierno ha batido todos los récords deportando a más de un millón de inmigrantes sin papeles. Se calcula que la medida beneficiaría a unos 800.000 jóvenes,que obviamente no pueden votar, pero el impacto en el resto de la comunidad puede ser enorme. De momento parece que esta pequeña amnistía ya está dando rédito: según una encuesta un 49% de los hispanos están ahora más entusiasmado con Obama.

De propina: tal vez lo mejor que saca Obama de todo esto es terminar por fin con dos semanas de malas noticias que habían llevado el desánimo a su campaña. Eso y poner a Mitt Romney a la defensiva, que no está mal.

 La bola de cristal: a los fanáticos de las encuestas les diremos que el mes pasado Obama

miércoles, 20 de junio de 2012

22.222

Estoy preparando un post sobre la última ofensiva de Obama para atar bien atado el voto hispano, o más bien para movilizarlo, pero antes quería compartir con vosotros una curiosisdad. En el último año el Diario de USAmérica ha tenido 22.222 visitas. Ya es casualidad abrir las estadísticas y encontrarte una cifra así de redonda... No representa más que eso, una simple coincidencia, pero también una oportunidad para dar las gracias a todos los que, aunque sea por casualidad, visitan este blog. Sois los mejores.

viernes, 15 de junio de 2012

El discurso económico de Obama y unos detalles

Obama dio ayer el gran discurso económico en Ohio del que hablábamos ayer. Aquí os lo dejo no sin comentar antes que según una encuesta de Gallup un 68% aún culpa a George W. Bush por la situación económica. Buenas noticias para Obama justo en el momento en que su campaña parece dar un giro en la estrategia: identificar a Mitt Romney con las políticas republicanas de los años previos a la crisis. Os dejo el discurso de Obama y también un nuevo anuncio de Mitt Romney que condensa muy bien su línea de ataqyue económica: "¿cómo puede Obama decir que las cosas van bien?




De propina: el domingo Mitt Romney tiene entrevista con Bob Schieffer en CBS... Las entrevistas en los programas políticos del domingo son siempre un reto difícil, pero además es la primera vez que sale en uno de ellos que no sea el de FOX News desde que empezó la campaña.

La bola de cristal: y mientras tanto todos pendientes de la decisión trascendental de la Corte Suprema sobre si es legal o no la reforma sanitaria... un tema clave para las elecciones y para el que, sea cual sea el resultado, ya se preparan las dos campañas.

jueves, 14 de junio de 2012

Obama intenta salir a flote con un gran discurso económico

Será dentro de unas horas y será en Ohio, un estado clave que está sufriendo mucho la crisis. El presidente Obama encarará el mayor de sus problemas con su herramienta favorita, un discurso. Todo indica que no se centrará tanto en medidas nuevas como en transmitir un mensaje mucho más simple: denme cuatro años más para arreglar esto. Intentará explicar que recibió la economía en un estado de tal calamidad que, aunque se han hecho progresos, no era posible hacer mucho más. Una estrategia peligrosa en mi opinión, por dos motivos:

En primer lugar, el argumento de la herencia recibida tiene un recorrido limitado; un año seguro, dos tal vez, pero cuatro... Yo creo que la gente no tienen una memoria tan larga y juzga a un presidente por sus méritos. En segundo lugar, creo que esta táctica puede salirle por la culata. Si la campaña empieza a decirle a la gente que las cosas están mejoran, que la economía no va tan mal, corre el riesgo de provocar una reacción airada en el estilo de ¡Cómo que no va a tan mal! ¿Qué me importa a mí que se creen unos miles de empleos cada mes si sigo en paro. Ese tipo de cosas en campaña son gasolina pura.

Por supuesto Obama es Obama, es decir, un magnífico orador que puede hacer hoy un discurso memorable que inspire a cientos de miles y salve su pellejo. No sería la primera vez... ya desactivó la bomba de del reverendo Jeremiah Wright la pasada campaña con su discurso sobre las relaciones entre razas. Todo es posible pero al final, lo más probable es que el discurso sea estupendo y aún así la gente vuelva a casa y se de cuenta de que todo sigue igual. Mitt Romney ya lo ha anticipado: "Mi opinión personal es que será muy elocuente pero las palabras se las lleva el viento, y que la trayectoria un individuo es la base sobre la que se debe juzgar si debe seguir o no en su puesto". Aunque ojo, que Obama también ha dejado un recado para Romney: "Quiero que prestéis atención durante los próximos cinco meses y veáis si proponen una sola cosa que no intentaran cuando estaban en el poder, porque no encontraréis ninguna"

De propina: curioso lo que señala Jon Avlon. Romney nació en Michigan, fue gobernador de Massachusetts y tiene casa en California. "Tiene" tres estados y sin embargo sería un milagro que ganara uno solo de ellos. No debe importarle porque las encuestas le van cada vez mejor.

La bola de cristal: dice el excandidato Gingrich que las elecciones no son justas porque los ricos pueden gastar mucho, cosa que no parecía importarle cuando el millonario Sheldon Adelson le entregó más de 11 millones la pasada campaña. En esta elección la influencia de los superricos va a ser espectacular, mucho mayor que en las últimas décadas.

viernes, 8 de junio de 2012

La guerra del dólar: Romney planta cara

Durante los últimos cinco años, la peor pesadilla de los estrategas republicanos ha sido la monstruosa capacidad de Obama para recaudar dinero. En la pasada elección batió todos los récords no sólo entre los grandes donantes, sino ampliando enormemente la base de personas que iban donando 15 o 20 dólares cada vez que les era posible. John McCain no pudo ni acercarse a sus niveles de recaudación y lo pago bien caro, pero eso no va a pasarle a Mitt Romney. Su campaña ha anunciado que entre ella misma y el partido republicano han recaudado 76 millones de dólares durante el mes de mayo, bien por encima de los 60 del presidente y en DNC. Es una señal evidente de que el establishment republicano empieza a vislumbrar una posibilidad de ganar y por tanto están dispuestos a meter dinero en el asunto. Está claro que hay mucha gente molesta con Obama y que algunos tienen mucho dinero, pero esta diferencia de recaudación a estas alturas del año no presagia nada bueno. La campaña del presidente no ha desvelado cuánto dinero tiene "ahorrado" en cuenta, que es probablemente suficiente como para mantener su superioridad financiera, pero debe ponerse las pilas con la recaudación o empezarán a surgir artículos en los periódicos del estilo de "problemas en la campaña", "los donantes dan la espalda a Obama", "por qué ya no le quieren como en 2008". Ese tipo de cosas. De propina: según la última encuesta de NYT/CBS nada menos que 7 de cada 10 estadounidenses quieren que la Corte Suprema declare ilegal la Reforma Sanitaria de Obama. Da que pensar... un rechazo casi absoluto al mayor logro legislativo del mandato de Obama. La bola de cristal: interesante artículo que detalla cómo Obama pagaría muchos más impuestos acorde a su plan fiscal y Romney muchos menos con el suyo. Cosas de ser rico... aunque estoy convencido de que gane o pierda, Romney acabará el año con la cuenta bancaria mucho más delgada. Tiene que invertir en su propia campaña.

domingo, 3 de junio de 2012

El mal dato de paro complica el futuro de Obama

El paro decreció en 69.000 personas en el mes de mayo, lo que hizo que el índice de desempleo subiera una décima hasta el 8,2%. La cifra que sería celebrada con fuegos artificiales en España es en realidad una pésima noticia para el presidente Obama que encara los últimos cinco meses antes de las elecciones. La inacabable crisis europea mina la confianza a nivel mundial y debilita aún más la lenta recuperación que vive Estados Unidos. Si su rival fuera un ideólogo del conservadurismo social tal vez podría solventarlo, pero Mitt Romney se presenta ante los votantes con un currículum de buen gestor que es exactamente lo que el país busca. Por supuesto Romney está dispuesto a aprovechar la oportunidad y ya ha dicho que el último dato de paro es una "Noticia devastadora para los trabajadores y las familias americanas". Para sus posibilidades electorales, lo cierto es cuanto peor vaya todo, mejor. La Casa Blanca, por su parte, ha reaccionado recordando que es el 27 mes consecutivo en que se crea empleo en vez de destruirse, y ha presionado al Congreso para que tome cartas en el asunto. La campaña del presidente trata de insistir en la idea de que el Romney empresario fue un destructor de empleo y que las políticas que propone son las mismas que trajeron la crisis... un argumento que palidece ante la realidad de una economía que no acaba de ir hacia delante. Para ganar necesitará algo más de buenos datos económicos y algo menos de retórica de aquí a noviembre. De propina: interesante el modo en que Donald Trump se vuelve a colar en el debate electoral, oscureciendo de paso a Romney, para insistir en levantar dudas sobre el lugar de nacimiento de Obama. Ni su certificado original de nacimiento ha valido para acallar a la madre de todas las teorias conspiratorias. Falsa, por cierto. La bola de cristal: Obama ligeramente por delante en las encuestas nacionales, irrelevantes a estas alturas. Aún así, preveo cambios en las próximas semanas.

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