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lunes, 13 de mayo de 2013

El lado más oscuro de Obama

No, el título no es un chiste malo. Es la constatación de que la presidencia de Obama ha llegado a ese punto al que suelen llegar todas las administraciones que se alargan en el tiempo: el momento en que aparecen los fantasmas. Los del actual presidente han terminado de explotar esta semana, cuando se ha sabido que el IRS se ha dedicado a inspeccionar a fondo los impuestos de grupos de derechas y ha quedado además claro que el gobierno hizo todos los esfuerzos para ocultar el papel del terrorismo en el asalto al consulado de Bengasi en Libia.

Ahora en Washington empieza la inevitable serie de preguntas: quién lo ordenó, quién lo sabía y cuándo lo supo. ¿Obama en persona? No es como si fuera el primer presidente que usa a los inspectores de Hacienda para perseguir a sus enemigos políticos ni la primera administración que maquilla una gran crisis internacional. Tampoco le pasará factura en las encuestas inmediatamente, donde el presidente goza de buena salud. El problema, como siempre, son las expectativas. No puedes ser el presidente de la esperanza y el cambio y a la vez producir la misma basura y usar los mismos trucos de toda la vida.

Ya es lamentable que se hagan 'inspecciones especiales' a las organizaciones que lleven en su declaración las palabras "tea party", "patriota" o que se declaren preocupadas por el gasto gubernamental. Casi más triste es que con un diplomático muerto la se editaran una y otra vez los informes de la CIA para camuflar la naturaleza del ataque. Y sin embargo son dos caras de la mis moneda: que la primera prioridad para un gobierno es ocultar sus fallos y mantenerse fuerte en el poder. El resto, incluido el 'Yes we can', es poesía. Y en los segundos mandatos se lleva más la prosa.

De propina: el escándalo del IRS suena mucho a Nixon. Pero que nadie se engañe, otro al que también le gustaba mandarle los inspectores a sus enemigos políticos era al ícono liberal Fanklin D. Roosevelt. 

La bola de cristal: sin embargo ya veréis como Obama no se lleva gran culpa por lo de Bengasi. A fin de cuentas el presidente ya está de retirada y los republicanos pueden intentar derribar a toda una pieza de caza mayor, la entonces secretaria de Estado Hillary Clinton. A esa sí que les interesa tirarla del caballo.

martes, 1 de enero de 2013

FLASHPOST Hay acuerdo: todos pendientes del voto

Estados Unidos cayó anoche oficialmente por el precipicio fiscal, pero parece que la caída podría ser corta y prácticamente indolora si se concreta el acuerdo al que la Casa Blanca ha llegado con los líderes republicanos del Senado. Un pacto que hace realidad la promesa electoral del presidente Obama de subir sustancialmente los impuestos a todos los estadounidenses que cobren más de 450.000 $ al año y mantener los tipos que pagan todos los que ganan menos de 250.000 $. A cambio se idearán nuevos recortes presupuestarios a lo largo de los próximos dos meses y la Casa Blanca hace ciertas concesiones fiscales a los estados.

El acuerdo ha sido aprobado con una cómoda mayoría de ambos partidos en el Senado pero ahora tiene su cita más difícil: en la Cámara de Representantes no sólo hay mayoría republicana sino que además se concentran los halcones fiscales más intransigentes, esos que se habían comprometido poco menos que a quitarse la vida antes que subir cualquier impuesto. El mundo contendrá la respiración hasta que la Cámara analice hoy el texto y lo vote, cosa que puede ser desde esta noche a los próximos dos días.

Si la cosa sale adelante, como parece, Obama se lleva un buen premio pero tampoco una victoria arrolladora, lo justo para no cabrear a los republicanos demasiado y que se lien la manta a la cabeza. El que sí sacará mucho provecho es el vicepresidente Joe Biden, que ha llevado toda la negociación y al que un éxito ayudaría mucho a fortalecer su capital político de cara a un asalto a la presidencia en 2016. Y gana desde luego la economía de todos.

domingo, 22 de julio de 2012

El culebrón de los impuestos de Romney: por qué se niega a hacer pública su declaración

Cualquier observador de esta campaña ya se habrá dado cuenta. Parece que en eeste largo verano de caza del votante no se habla de otra cosa que no sea dinero. De la inquietud que le provoca a Obama ir por debajo de su rival en donaciones, pero sobre todo de cúanto tiene, cuánto gasta y cuánto paga el republicano Mitt Romney. Es el culebrón del verano: ¿Por qué Romney no hace pública su declaración de impuestos cómo suelen hacer los candidatos? La especulación es imparable. Los sabios del politiqueo dicen que negándose a publicar la información lo único que hace es provocar que la gente se imagine lo peor, y que por tanto si aún así no quiere hacerlo, debe ser verdad que hay cosas terribles en su declaración de impuestos. Mientras, el candidato guarda silencio y la bola va engordando.

 Mi opinión personal es que Romney acabará por ceder a la presión y publicará la información, pero no resulta difícil imaginar por qué se resiste. En primer lugar, incluso en un país tan enamorado de la prosperidad como Estados Unidos, resulta difícil simpatizar con un candidato cuyos ingresos probablemente estén alrededor de los 20 millones de dólares. Luego están además el tipo de cosas que uno hace cuando tiene esas cantidades de dinero: que sepamos una cuenta en Suiza, tal vez otras en las Islas Caimán y alguna que otra sopresa que puede no quedar muy bien en el currículum.

Para Romney es una de esas situaciones en las que no tiene nada que ganar y sí mucho que perder. Si sigue negándose a hacer públicos los datos, pierde, si los revela, pierde también. Además de su evidente riqueza y las posibles prácticas poco éticas, estarán los inevitables titulares sobre sus contribuciones a la Iglesia Mormona que podrían acercarse a los 4 millones anuales, una faceta que el candidato estaría feliz de no resaltar mucho. Eso sin contar con que una persona con sus recursos puede permitirse un carísimo asesor fiscal que conozca cada centímetro de la ley y por tanto, aún sin salirse de ella, le permita pagar lo menos posible. Si a través de trampas legales paga un 1%, eso tampoco caería muy bien en una opinión pública castigada aún  por la crisis.

El candidato se marcha esta semana de viaje internacional con paradas en los dos principales aliados de Estados Unidos: Gran Bretaña e Israel. Así potenciará su imagen "presidencial" y tal vez se librará de un poco de presión, aunque el asunto de su declaración de impuestos estará esperándole cuando vuelva.

De propina: una encuesta de Latino Decisions confirma el desastre de Romney con el voto hispano. Un 22% lo apoya a él en comparación con el 70% que apuesta por el presidente. Eso son diez puntos menos que el ya desastroso resultado de McCain en 2008.

La bola de cristal: pero que nadie se engañe, la cosa va a estar reñidísima. La última encuesta de NPR muestra a los dos candidatos muy empatados en los doce estados que decidirán la elección: A new NPR poll in 12 battleground states -- Colorado, Florida, Iowa, Michigan, Nevada, New Hampshire, New Mexico, North Carolina, Ohio, Pennsylvania, Virginia y Wisconsin.

miércoles, 25 de enero de 2012

El estado de Unión 2012: Obama entra en campaña

Decir que Obama "entra en campaña" suena un poco a chiste porque Obama, como casi todos los presidentes modernos, vive en una especie de campaña perpetua. Sin embargo el discurso de anoche tuvo algo de comienzo, de arranque, en el que el presidente nos recordó por momentos al fenómeno "campaigner" de 2008. Gran ritmo, mejor tono y un contenido muy adecuado para la base demócrata descontenta y los independientes.

El centro del discurso fueron los impuestos. La subida que planea para el 2% más rico de Estados Unidos, que ilustró llevándose a la tribuna de invitados a la secretaria del multimillonario Warren Buffet, Debbie Bosanek, que porcentualmente paga más impuestos que su jefe. Un buen guiño a las clases medias a la vez que una velada estocada a Mitt Romney, que con 20 millones al año de ingresos apenas paga 2,5 en impuestos.

Esta especie de mitin en sede parlamentaria unido al inicio de un tour por algunos estados que están electoralmente en la cuerda floja (Arizona, Nevada, Colorado y Michigan) no dejan duda de que el año que acaba de empezar es año de elecciones. Quedan poco más de diez meses, un embarazo de nada.

De propina: dice la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi que "hay algo que ella sabe" que haría imposible que Newt Gingrich fuera elegido presidente. chico, qué misterio...

La bola de cristal: las encuestas se van igualando en Florida tras el boom post-South Carolina de Gingrich. Al final, habrá partido.

martes, 20 de septiembre de 2011

Obama, su plan de recorte del deficit y la reelección

Dice Obama, cargado de razón, que para librar al país del deficit no se puede contar sólo con los recortes porque no se cubriría jamás el agujero. Que no puede ser que se meta la tijera en los programas más caros, los sacrosantos Medicare y Social Security, y que mientras tanto no se toquen los impuestos. En definitiva, que qué es esto de que los pobres sufran la austeridad y los ricos no paguen más impuestos. Por eso, los que ganen más de un millón de dólares tendrán que pagar más de lo que hacían hasta ahora.

Con el actual sistema fiscal son las clases medias las que pagan el pastel: los pobres no pagan y los ricos pagan poco, proporcionalmente. Esto se debe a um complicado sistema de exenciones fiscales y a que se gravan mucho más los sueldos que los beneficios empresariales. Obama anunció ayer que quiere cambiar esto, aunque sea mínimamente, y como era de esperar se ha encontrado con la oposición frontal de los republicanos de "ni un impuesto más".

Esto, en año preelectoral tiene sus pros y sus contras:

A FAVOR: Obama moviliza a las bases demócratas, que buena falta le hacía después de darles muchos disgustos con su percibida moderación. Los liberales están felices porque por fin planta cara y los demócratas moderados no tienen problema, porque no es un asunto polémico que afecte a valores sociales. Además obliga a los republicanos a situarse en una postura impopular: según todas las encuestas una sólida mayoría de los estadounidenses está a favor de que el plan contra el déficit incluya más impuestos a los ricos. A fin de cuentas, la mayoría de los estadounidenses no gana un millón al año y a nadie le gusta pagar a Hacienda.

Con esto se acerca más a un electorado demócrata tradicional que puede no estar de acuerdo con otras cosas pero sí con esto. Los sindicatos estarán felices y en estados con tradición blue collar, algunos swing states, puede funcionar muy bien: pienso en Michigan, Pennsylania, West Virginia, Ohio... Pero sobre todo Obama cambia la conversación política a un tema ganador, muestra al votante que está haciendo algo para solucionar el primer problema del país (el paro) y le da un argmento nuevo a su campaña de reelección.

EN CONTRA: A los multimillonarios, al menos a la mayoría que no son tan filántropos com Warren Buffet, no les gusta nada laidea de pagar más impuestos. Así que Obama acaba de movilizar a su favor a un grupo de estadounidenses que pueden no ser determinantes en las urnas (son muy pocos) pero son claves en el proceso electoral por su dinero. Las donaciones van a ir en río hacia los republicanos, aparecerán "grupos independientes" muy bien financiados que harán anuncios de teleisión salvajes contra el presidente durante la campaña... El dinero es un enemigo poderoso.

Y desde luego esta medida influye en las primarias republicanas y no de un modo que beneficie a Obama. El candidato con más fuerza en este asunto es Mitt Romney y al presidente no le conviene vérselas con un nmoderado en la elección general, sino con un radical que asuste a los dems en temas sociales como Perry o Bachmann. Dándole a Romney un tema principal en el que está de acuerdo con el Tea Party, le permite conciliarse con un ala del partido que no le tiene mucha estima.

De propina: En el veto de EEUU a la entrada del estado palestino en la ONU tiene un papel importate los problemas electorales de los demócratas con la comunidad judía en las últimas elecciones especiales al Congreso. Ahora bien, con los paises musulmanes ha echado a perder su relación... De la buena fe lograda con aquel discurso en El Cairo nada más empezar su mandato, no queda nada.

La bola de cristal: y ahora leo que Ralph Nader se declara admirador de Sarah Palin... ¿Qué nos depara el futuro? ¿Jane Fonda como gruppie de Rick Perry? No creo, no

sábado, 11 de diciembre de 2010

Obama se queda sólo:se le rebelan por todos lados

Las malas noticias se le apilan y lo peor es que no son sólo problemas para ahora sino presagios de un futuro muy difícil para el Presidente. Esta semana ha tenido una bofetada en cada cámara del Congreso:  primero fue el senador Joe Manchin, que se convirtió en el único demócrata en votar contra la anulación de la doctrina "Don't Ask, Don't Tell" que impide a los gays servir abiertamente en las Fuerzas Armadas. Su excusa oficial fue que tras sólo tres semanas en el Senado necesitaba más tiempo para conocer el tema, pero la verdad es que las cosas ya están suficientemente difíciles para un demócrata de West Virginia y nunca viene mal darle una patada a Obama para ganar puntos.

Luego está el asunto de los impuestos que tiene a la izquierda cabreada de verdad. Ya contamos que Obama tuvo que ceder y renunciar a quitarle los recortes de impuestos a los más ricos. Pues bien, ahora los demócratas de la Cámara se niegan a ratificarlo, igual que el senador independiente izquierdista Bernie Sanders, que ha comenzado una maniobra obstrucionista y lleva más de seis horas hablando en el Senado para impedir que se ratifique el acuerdo fiscal.

En la magnífica seria "West Wing" decían "los presidentes no hacen nuevos amigos así que deben conservar los que tienen". Desde luego Obama no ha hecho más que perder amigos, pero el problema es que necesita sus votos y de momento, no parece que vaya a recuperarlos.

De propina: menudas primarias nos esperan... Thune estudia en serio presentarse, Santorum no quiere competir si se presenta Palin. Huckabee reclama un papel principal con encuestas en la mano y Romney está dispuesto a que esta vez se a la buena.

La bola de cristal: la reatificación del Tratado antinuclear START va por buen camino y gana apoyos entre los republicanos, incluido el ex presidente George H. W. Bush. La Casa Blanca quiere ratificarlo antes de fin de año y puede ser que lo consiga.

martes, 7 de diciembre de 2010

Se acabó el bloqueo: Obama pacta los impuestos con los republicanos

 No habrá bloqueo en el Senado. La cámara ha renovado los recortes de impuestos de Bush tal cual deseaban los republicanos, es decir, sin excluir a los que ganan más de 200.000€ al año. A cambio de no vetar la ley, Obama obtiene una prórroga de los subsidios de desempleo durante trece meses. Todos ganan.

Una vez que se han quitado de este asunto, puede que veamos movimiento antes de fin de año en alguna prioridad demócrata "olvidada" como Don't Ask, Don't Tell o iniciativas importantes como la ratificación del Tratado START de reducción de armas nucleares.

De propina: si uno ve la lista de candidatos republicanos a presidente del poderoso comité de "apropiaciones" no encontrará mucho abanderado de los recortes presupuestarios del Tea Party, sino más bien gastadores "pork barrel" al viejo estilo.

La bola de cristal: la indignación de Huckabee con los medios por no tomarle suficientemente en serio puede ser vista de dos maneras y una no excluye a la otra: 1) no está del todo decidido a presentarse 2) si lo hace tendrá que aprender a callarse más a menudo sus opiniones.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Bipartidismo en acción: los republicanos bloquean el Senado por los impuestos a los ricos

Ayer se celebró la primera reunión de Obama con el liderazgo republicano en el Congreso: caras sonrientes, promesas de cooperación... la fotografía habitual. La paz ha durado exactamente veinticuatro horas, lo que han tardado esos mismo líderes que se retrataron en la Casa Blanca en volver al Capitolio en anunciar que tal vez habrá sonrisas, pero ni mucho menos cooperación. Más bien lo contrario: oposición férrea desde el primer día y con la vista puesta en 2012.

Los cuarenta y dos senadores republicanos (la nueva Cámara aún no se ha compuesto, lo hará en enero) han firmado una carta por la que informan a sus colegas demócratas de que "filibustearán", es decir, impedirán que se vote cualquier ley si antes no se han renovado los recortes de impuestos que impulsó en su día el presidente George W. Bush. Los demócratas quieren mantener los recortes para todos menos para los que ganen más de 250.000$ al año pero los republicanos se niegan.

Si llevan la amenaza hasta el final, y nada indica que no vaya a ser así, se pueden quedar en el tintero leyes importantes como la de ayuda a los trabajadores de Emergencia del 11-S, la ley DREAM que permite quedarse en EEUU a los hijos de inmigrantes ilegales que ingresen en el Ejército o en la Universidad o la ratificación del nuevo tratado START con Rusia para la reducción de armas nucleares. De Don't Ask, Don't tell ya ni hablamos.

De propina: Sarah Palin quiere que el gobierno incluya a Wikileaks en su listado de organizaciones terroristas y Mike Huckabee dice que el filtrador de los documentos debe ser condenado a muerte. En esta carrera por ser el candidato republicano más extremista, veremos qué dice Mitt Romney esta noche en el show de Jay Leno.

La bola de cristal: no hubo gran revuelta del Tea Party contra el líder republicano en el Senado Mitch McConnell, a pesar de que las bases nunca le han mirado con buenos ojos. Estos "renovadores anti-establishment" siempre pierden brillo al llegar a Washington.

De propina:

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