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domingo, 28 de abril de 2013

El regreso de (los) Bush

Esta semana George W. Bush ha vuelto. Tras más de cuatro años de perfecto silencio, que es el estado natural de un expresidente, esta semana inaugurado su biblioteca presidencial y ha escuchado los elogios que tal evento siempre deja. Se le vio relajado y feliz en compañía de los otros cuatro presidentes vivos, incluyendo a su propio padre, pero era inevitable preguntarse qué dejó para la historia. Sus partidarios hablarán del 11S, de la expansión de Medicare y de su iniciativa educativa No Child Left Behind. El resto tendrá más presente esa crisis que todavía no hemos resuelto y los miles de muertos de una guerra perfectamente evitable en Irak.

Si la pregunta es de qué lado hay más gente, la respuesta es sencilla de encontrar en las encuestas publicadas esta semana: sólo un 47% de los estadounidenses le aprueba. Para un político en ejercicio no estaría mal pero es una miseria para un expresidente que le situa como el segundo peor valorado de los últimos 50 años. El campeón de la mala fama es, por supuesto, el dimitido presidente Richard Milhaus Nixon. Eso ya sería demasiado.

De modo que ya sabemos que Bush hijo sigue sin caer muy bien pero, ¿qué hay de Bush hijo número dos, Jeb Bush? Esta era una gran semana para hablar de su muy rumoreada campaña presidencial y era imposible no preguntarle a la familia su opinión al respecto. Su hermano George W. que algo sabe de esto, dice:
"Sería un candidato maravilloso si se decide, no necesita mi consejo porque a sabe cuál es: preséntate"
Menos entusiasta es la madre de ambas, la exprimera dama Bárbara Bush:
"Es de lejos el más cualificado, pero no. Creo que es n gran país con muchas grandes familias y no sólo cuatro. Hay otra gente por ahí que está muy cualificada y ya hemos enido suficientes Bush"
Y aquí pone el dedo en la llaga. Más allá de sus cualidades como candidato Jeb Bush sería el ercero de su familia directa en ocupar la presidencia. Los tres últimos presidentes republicanos compartirían el mismo apellido y eso se parece mucho a la monarquía que EEUU nunca ha querido ser. Un enfrentamiento con otra dinastía como los Clinton tendría su gracia, eso sí.

De propina: el establishment republicano tiene hecho un cálculo frío sobre la reforma de la Inmigración. Los jefes del partido saben que electoralmente no es un buen camino y los grandes empresarios que lo financian siempre han estado a favor de solucionar el problema en busca de más consumo y mano de obra. Ahora a ver si el ala puramente conservadora, que ya está bastante cabreada al respecto, no gana la partida.

La bola de cristal: en la última propina hablábamos del congresista Louie Gohmert y su teoría de que Al Qaeda entrenaba a sus agentes para que se comportaran como hispanos y se colaran por la frontera de México como sin papeles. La de esta semana es aún mejor, al más puro estilo de la caza de brujas de McCarthy, cuando ha denunciado que en la administración Obama hay infiltrados muchos miembros de los Hermanos Musulmanes. Creo que no tardaremos en oír hablar otra vez de él. Le vendrá bien.

martes, 12 de marzo de 2013

¿Un tercer Bush en la Casa Blanca?

Tal vez a él no le gustaría mucho el titular, por eso del énfasis en el apellido, pero desde luego está cada día más claro que Jeb Bush tiene toda la intención de presentarse a las primarias republicanas para la elección presidencial de 2016. No hace falta casi señalar que Jeb es hijo de George H.W. (presidente 41) y hermano pequeño de George W. (43), pero ese no es su único argumento,

El 'nuevo' Bush fue elegido gobernador dos veces en Florida, un estado importante y difícil de gobernar en el que es el único republicano de la historia que ha completado dos mandatos enteros. Además a nadie se le escapa que es un estado clave en las primarias y en la general. Cierto es que dejó el cargo hace ya seis años y las cosas han cambiado mucho pero tras la debacle de Mitt Romney, Jeb parece cubrir muchas de las debilidades que quedaron a a la vista en el último ticket republicano.

Casi asegura el swing state de Florida, sin el que un republicano lo tiene imposible para ganar; además puede lograr un porcentaje mucho mayor del voto hispano: tiene un buena historial con la comnidad, habla nuestro idioma y no hay que olvidar que su su mujer Columba es latina y nacida en México. A todo esto hay que sumarle la espectacular capacidad recaudatoria y de contactos de la familia Bush. Dos presidencias dan para mucho.

Él ahora mismo cumple su papel de hacerse el interesante, sin ir más lejos el domingo pasado el el programa político por excelencia de la televisión, Meet the Press. La pregunta obvia era si "considera" presentarse a presidente para 2016:
"Sois como adictos al crack. Realmente estáis obsesionados con esto de la política. Ok, adictos a la heroína. ¿Así mejor?"
Pasando por alto esta manera absurda de hacerse el tonto cuando le preguntan lo que ha ido a que le pregunten, la respuesta está tan vacía de contenido como corresponde a futuro candidato. Además él es el primero que ha alimentado de forma poco discreta los rumores, atajando incluso el espinoso asunto del apellido, esa gran duda de si tras el desastre del segundo mandato de su hermano el electorado está listo para un nuevo presidente Bush:
"No creo en absoluto que lleve una carga por ser un Bush. Quiero a mi hermano, estoy orgulloso de sus logros. Quiero a mi padre. Estoy orgulloso de ser un Bush y si me presento no será porque es algo a lo que me oligue el ADN, sería porque es lo correcto para mi familia, porque las condiciones son las correctas y porque tenga algo que ofrecer"
La maquinaria ya está en marcha, a nadie se le escapa que la fundación educativa fundada por Jeb puede ser un magnífico germen para su campaña. En ella trabajan asesores políticos de primer nivel y además tiene ya presencia en 40 estados. Es por este grado de preparación que también llama la atención algún que otro error de novato como el de su libro sobre inmigración. Ha sorprendido a muchos hispanos que alguien a quien consideraban cercano se niegue a ofrecer una vía para que los sinpapeles reciban la ciudadanía. Él dice que lo escribió el año pasado "en otro ambiente" y que tal vez "hoy escribiría algo diferente". Más allá de la polémica en sí, su reacción le hace parecer un oportunista.

De propina: la capacidad de Donald Trump para hacerse cada semana un hueco en el periódico es ciertamente notable... Esta vez, se ofrece pagar para que se reanuden los tours de la Casa Blanca cancelados por los recortes del 'sequester'.

La bola de cristal: y aunque hay mucho experto explicando porque Jeb Bush no puede ganar sólo por su apellido, yo digo que al menos se va a presentar y que si logra la nominación puede ser un rival formidable para cualquier demócrata.

martes, 20 de noviembre de 2012

Las elecciones del futuro

¿Cansados ya de este aburrido panorama postelectoral? ¡No hay problema! Podemos ir quitándonos el mono poco a poco si nos fijamos en carreras para las que parecen faltar mucho tiempo pero que, sin embargo, ya ocupan los pensamientos, el tiempo y el dinero de muchos posibles candidatos y de sus asesores.

En 2013...
Es un año raro, a medio camino entre las presidenciales y las mid-term, sin embargo puede dejarnos una batalla épica en New Jersey. Allí podrían enfrentarse los dos niños bonitos de los dos grandes partidos: del lado republicano el actual gobernador Chris Christie, que ya está en muchas quinielas para presentarse a presidente en 2012, y del lado demócrata tenemos a Cory Booker, popularcísimo alcalde de Newark que también ha alcanzado relevancia nacional. Las buenas relaciones de ambos con Wall Street aseguran que habrá mucho dinero sobre la mesa y los partidos, al tener poco más en lo que centrarse ese año, se volcarán en una batalla que también tendrá muchas lecturas a nivel nacional.

Además se decide también en las urnas quién sustituirá al gobernador de Virginia Bob McDonnell, que deja el cargo tras haber cumplido el tiempo máximo permitido. Los republicanos estarán más que interesados en mantener la mansión del gobernador después de que Obama haya conseguido el milagro de arrebatarles el estado en dos elecciones presidenciales seguidas. El exgobernador y senador demócrata Mark Warner ha anunciado hoy que no competirá, así que el favorito para lograr la nominación del partido es el exjefe de gabinete de Clinton Terry McAuliffe. Los republicanos tienen en liza a los actuales Vicegobernador y Fiscal General del estado, así que la cosa promete.

En 2014...
En las midterm se renovará un tercio del Senado y por supuesto la totalidad de la Cámara de Representantes. Los demócratas esperan reconquistar la cámara entonces aunque yo no lo veo sencillo, y en el Senado se adivinan batallas interesantes: en Alaska, por ejemplo, tras el milagro de que se eligiera al demócrata Mark Begich en 2006, ahora le toca intentar mantenerse. Lousiana y Colorado también tendrán su jugo. El humorista demócrata Al Franken juega una partida difícil por su escaño de Minnesota... y muchos más que todavía no vemos venir.

En los estados también habrá elecciones a gobernador al rojo vivo. En Florida el republicano Rick Scott lo lleva crudo y probablemente tendrá rivales de alto nivel, tal vez el exgobernador republicano convertido en independiente Charlie Crist, al que sus excompañeros ya están atacando en televisión antes incluso de que haya declarado su candidatura. En Arkansas los demócratas verán como su popular gobernador Mike Bebee se retira, poniéndoselo muy difícil para renovar el mandato en una de sus últimas plazas en el sur. Interesante también saber si el republicano John Kasich sobrevive en Ohio y si su compañero de partido Rick Perry sigue batiendo records en Texas. Un veterano como el demócrata Jerry Brown se la juega en California y está por ver si el de New York, Mario Cuomo, se presenta o se lanza a trabajar por las presidenciales de 2012.

En 2016...
¡Presidenciales otra vez! Tendremos una preciosa temporada de primarias abiertas en ambos partidos que empezará a calentarse a finales de 2014 pero ya hay movimientos. Los republicanos se esfuerzan en separarse lo más posible del perdedor Mitt Romney y de paso, cogen posiciones. Marco Rubio ya anda por ahí diciendo que no se conoce a ciencia cierta la edad de la Tierra para bailarle el agua a los evangélicos. El hijo de Jeb Bush ya ha dicho públicamente que quiere que su padre entre en la batalla y esos ya serían dos pesos pesados.

Con un presidente en el cargo, el lado demócrata está algo más tranquilo. Hillary Clinton está en Gaza intentando lograr un alto el fuego entre Hamás e Israel que pondría un broche de oro a su período como secretaria de Estado, una buena línea más de camino a 2016. El vicepresidente Joe Biden por su parte acaba de cumplir 70 años, lo que quiere decir que si logrará la nominación y luego la presidencia, asumiría el cargo con la nada desdeñable edad de 74 años... De largo el más mayor de la historia.

De propina: y gracias a Dios tenemos un loco menos en política. Después de mucho batallar y hablar de fraudes y otras paranoias oscuras, el congresista Allen West ha casi-reconocido su derrota. No habrá más discursos antimusulmanes en la Cámara, al menos tan exagerados como los suyos.

La bola de cristal: ¡esto sí que es la máxima bola de cristal! El presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke dice que si un pacto evita el 'precipicio fiscal', 2013 será un "muy buen año" para la economía.

martes, 24 de mayo de 2011

Así están las primarias tras la marcha de Daniels

El gobernador republicano de Indiana Mitch Daniels habría sido un gran candidato pero su familia no quiere líos y no va a presentarse. Eso define ya bastante bien el anémico mapa de los presidenciables y beneficia a algunos más que a otros. Vamos a ver:

Se confirma lo que veníamos obsevando: un favorito bien organizado pero con evidentes debilidades (Mitt Romney) y una alternativa sólida pero relativamente desconocida (Tim Pawlenty). Por debajo de ellos hay un segundo nivel de candidatos long shot interesantes que tienen que luchar por destacar: Newt Gingrich es muy conocido pero poco disciplinado y algo pasado de moda. Jon Huntsman fue un buen gobernador moderado y tiene un gran currículum, pero es desconocido y los republicanos no se fían de él porque trabajó para Obama como embajador. Rick Santorum tiene buen predicamento entre las bases pero es desconocido y lleva ya unos años de perfil bajo. Ron Paul tiene una base entusiasta, aunque pequeña.

Luego están los que no están, es decir, los que no han dado indicaciones de que vayan a entrar en liza pero que no han cerrado la posibilidad con un portazo. En ese grupo anda siempre Sarah Palin, encantada de ver que no hay muchos ídolos conservadores entre los candidatos. Está Michele Bachman pero tiene problemas para que la gente les conozca y no sé decide, a pesar de que tendría que jugarse el todo por el todo en Iowa. También está el gobernador de Texas, Rick Perry, que ve poco nivel en el grupo y busca, tal vez, una entrada. Al establishment no le convence mucho nadie así que intentará convencer a última hora a alguna de sus "jóvenes estrellas": seguro que llaman al congresista Paul Ryan y al gobernador de New Jersey Chris Christie, tal vez presionen al exgobernador de Florida Jeb Bush. Pero todos han dicho por las claras que no están interesados. Veremos.

La propina: la familia Bush sigue siendo toda una fuerza en el partido republicano y con la negativa de Mitch Daniels se han quedado sin candidato. Habrá que ver por quién apuestan ahora, con sus contactos y su dinero.

La bola de cristal: después de ver el anuncio de campaña de Pawlenty, cada vez estoy más convencido de que puede darle muchísima guerra a Romney, si no desbancarlo desde el principio.VR62MZHV4PKA 

jueves, 9 de julio de 2009

¿Otro Bush más en el horizonte?


Mira quién viene por ahí dando entrevistas a semanarios en los que opina sobre los problemas del partido republicano. ¡Es Jeb Bush! Hijo y hermano de los dos últimos presidentes republicanos de Estados Unidos, pero más importante, ex-gobernador de Florida y tremendamente popular. Dice Bush que a los republicanos les hace falta actualizar su mensaje, que necesitan hacer autocrítica tras las derrotas, cortejar al electorado hispano... todo ello sin renunciar a los principios. ¿No suena esto a que alguien está haciendo campaña para la silla de Papá y George?

A favor: es, según los expertos, mucho más inteligente que su hermano, más carismático y con más experiencia en política. También es increíblemente popular en Florida, un estado siempre clave. Tiene tirón y mucho con los hispanos, que son también clave pero especialmente para el GOP. Es un excelente recaudador de fondos y tiene, qué duda cabe, los contactos incontables de sí mismo y de su familia. Además es un ganador.

En contra: el apellido, una losa desde que su hermano abandonó la Casa Blanca en mínimos históricos de popularidad. Además está claro que a los estadounidenses les gustan las dinastías, pero ya serían tres bushes seguidos como presidentes republicanos. También está el tema de que ya hace tiempo que ha dejado el cargo y que si quisiera competir en serio, aunque fuera en 2016, podría haberse hecho senador en las elecciones de este mismo año y tener un trampolín excelente con un currículum gobernador-legislador.

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