martes, 20 de septiembre de 2011

Obama, su plan de recorte del deficit y la reelección

Dice Obama, cargado de razón, que para librar al país del deficit no se puede contar sólo con los recortes porque no se cubriría jamás el agujero. Que no puede ser que se meta la tijera en los programas más caros, los sacrosantos Medicare y Social Security, y que mientras tanto no se toquen los impuestos. En definitiva, que qué es esto de que los pobres sufran la austeridad y los ricos no paguen más impuestos. Por eso, los que ganen más de un millón de dólares tendrán que pagar más de lo que hacían hasta ahora.

Con el actual sistema fiscal son las clases medias las que pagan el pastel: los pobres no pagan y los ricos pagan poco, proporcionalmente. Esto se debe a um complicado sistema de exenciones fiscales y a que se gravan mucho más los sueldos que los beneficios empresariales. Obama anunció ayer que quiere cambiar esto, aunque sea mínimamente, y como era de esperar se ha encontrado con la oposición frontal de los republicanos de "ni un impuesto más".

Esto, en año preelectoral tiene sus pros y sus contras:

A FAVOR: Obama moviliza a las bases demócratas, que buena falta le hacía después de darles muchos disgustos con su percibida moderación. Los liberales están felices porque por fin planta cara y los demócratas moderados no tienen problema, porque no es un asunto polémico que afecte a valores sociales. Además obliga a los republicanos a situarse en una postura impopular: según todas las encuestas una sólida mayoría de los estadounidenses está a favor de que el plan contra el déficit incluya más impuestos a los ricos. A fin de cuentas, la mayoría de los estadounidenses no gana un millón al año y a nadie le gusta pagar a Hacienda.

Con esto se acerca más a un electorado demócrata tradicional que puede no estar de acuerdo con otras cosas pero sí con esto. Los sindicatos estarán felices y en estados con tradición blue collar, algunos swing states, puede funcionar muy bien: pienso en Michigan, Pennsylania, West Virginia, Ohio... Pero sobre todo Obama cambia la conversación política a un tema ganador, muestra al votante que está haciendo algo para solucionar el primer problema del país (el paro) y le da un argmento nuevo a su campaña de reelección.

EN CONTRA: A los multimillonarios, al menos a la mayoría que no son tan filántropos com Warren Buffet, no les gusta nada laidea de pagar más impuestos. Así que Obama acaba de movilizar a su favor a un grupo de estadounidenses que pueden no ser determinantes en las urnas (son muy pocos) pero son claves en el proceso electoral por su dinero. Las donaciones van a ir en río hacia los republicanos, aparecerán "grupos independientes" muy bien financiados que harán anuncios de teleisión salvajes contra el presidente durante la campaña... El dinero es un enemigo poderoso.

Y desde luego esta medida influye en las primarias republicanas y no de un modo que beneficie a Obama. El candidato con más fuerza en este asunto es Mitt Romney y al presidente no le conviene vérselas con un nmoderado en la elección general, sino con un radical que asuste a los dems en temas sociales como Perry o Bachmann. Dándole a Romney un tema principal en el que está de acuerdo con el Tea Party, le permite conciliarse con un ala del partido que no le tiene mucha estima.

De propina: En el veto de EEUU a la entrada del estado palestino en la ONU tiene un papel importate los problemas electorales de los demócratas con la comunidad judía en las últimas elecciones especiales al Congreso. Ahora bien, con los paises musulmanes ha echado a perder su relación... De la buena fe lograda con aquel discurso en El Cairo nada más empezar su mandato, no queda nada.

La bola de cristal: y ahora leo que Ralph Nader se declara admirador de Sarah Palin... ¿Qué nos depara el futuro? ¿Jane Fonda como gruppie de Rick Perry? No creo, no

1 comentario:

  1. Aquel discurso en El Cairo era, hasta hace dos semanas, una poderosa "razón para seguir creyendo". Pero es verdad... ¿qué queda de aquel momentazo? Me gusta pensar que en el gran vaso de la primavera árabe, aquellas palabras fueron una gota, tal vez un chorrito... en fin (suspiro).

    Oye, estoy viendo el debate de los republicanos en Intereconomía (planazo de viernes) y me ha parecido como si el público hubiera abucheado a Gingrich al presentarle... why??

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