Hay días en los que uno pensaría que Mitt Romney tiene un pacto con el diablo para lograr la nominación. Cada vez que despunta uno de sus rivales, algo pasa. La realidad es más simple... El aburrido, gris, organizado Romney tiene poco que ocltar. Lo que no le investigaran hace cuatro años tampoco lo han encontrado esta vez. Sin embargo, cada vez que las bases republicanas se entusiasman con otro candidato, el elegido resulta ser un bluff (Michele Bachmann), un inepto (Rick Perry), no se presenta (Mitch Daniels) o tiene oscuros secretos por desvelar.
Tal es el caso del empresario Herman Cain, la sensación del momento en las encuestas y en los medios, que ve cómo el escándalo le envuelve estos días. Una información de Politico revela que dos empleadas de la Asociación Nacional de Restaurantes que él presidía le acusaron de acoso sexual. Ninguno de los casos llegó a juicio y ambas recibieron una compensación económica de varias cifras por abandonar su trabajo.
Las implicaciones para un candidato son obvias, más aún si éste es republicano y además está casado desde hace 40 años. Pero más preocupante aún es la reacción del candidato que tras ser pregutado hasta tres veces "¿Ha sido usted acusado alguna vez de acoso sexual?" se limitó a guardar silencio, suspirar y por último devolverle la pregunta al periodista "¿Ha sido usted acusado alguna vez de acoso sexual?"
Su campaña ha respondido, aunque tarde, negando la acusación y repitiendo el argumento favorito de los políticos de la derecha cuando se ven ante un escándalo: la prensa liberal trata de hundir a blablablabla. Necesitará algo más que eso cuando el texto del artículo es muy detallado y llende citas. Veremos cómo sale de esto pero una cosa es segura, Mitt Romney lo está celebrando.
De propina: por alguna razón olvidé comentaros que los trabajadores de campaña de Michele Bachmann dimitieron en masa hace una semana porque sentían que "no los tomaban en serio" y que su candidata "ignora" ese estado clave. Buena señal cuando hasta los tuyas abandonan el barco y encima dan portazo en los medios.
La bola de cristal: en próximas ediciones... Los mejores twitters para seguir la campaña estadounidense.
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lunes, 31 de octubre de 2011
jueves, 27 de octubre de 2011
Así están las primarias a 27/10/2011
Hace mucho que no recapitulamos, así que vamos a ver dónde están las cosas en esta encarnizada lucha por la nominación republicana a la presidencia:
El plan de Mitt Romney está saliendo a la perfección: sin escándalos, sin sorpresas, con dinero... El exgobernador de Massachusetts sigue sin entusiasmar a muchos republicanos pero casi me atrevería a decir que hasta sus enemigos se ham resignado a verle ganador. Según la última encuesta de CNN Romney va por delante en los cuatro primeros estados (Iowa, New Hampshire, Florida y South Carolina), el sueño cumplido de todo frontrunner. Ha logrado librarse de sus rivales más serios pero tal vezpueda ponerle en problemas uno de los... No tan serios.
Porque el empresario pizzero Herman Cain es hoy por hoy la principal alternativa a una victoria de Romney. A su explosión nacional que le llevó a liderar algunas encuestas se suma ahora su buen papel en los primeros estados. En esos cuatro prmeros que lidera Romney el queda segundo, un logro casi milagroso contando con que tiene rivales mejor financiados y organizados, y sbre todo que él no ha dedicado gran esfuerzo a pasearse como correponde por esos estados clave. También con él pasará la fascinación inicial y le sacarán trapos sucios. Ya tenemos el primero: sus asesores de campaña no le dirigen la palabra si él no les pregunta primero.
Lo que nos lleva a los dos globos pichados de esta carrera. Por un lado Michele Bachmann, la ídolo de la extrema derecha que parecía destinado (por Dios, claro) a ganar al menos Iowa y hoy se hunde en encuestas y recaudación. Por otro lado el responsable de su ruina, Rick Perry, que prácticamente la echó de la carrera cuando irrumpió en las prmarias con su imagen presidencial y su currículo supuestamente inmaculado para los conservadores. Se quitó de encima a Bachmann, sí, pero no tardó mucho en hundirse él mismo con meteduras de pata y extrañas historias del pasado. Eso sin contar su decepcionante actuación en seis debates seguidos... Ahora dice que no quiere debatir más, pero parece que es tarde. Su último inteno de reabrir la cuestión de si Obama nació o no en Estados Unidos le ha sultado penoso hasta a sus compañeros de partido.
El resto de los candidatos son, siguen siendo, de adorno; pero eso decíamos de Cain y mírale ahora.
De propina: y mientras tanto Obama ve como sus éxitos exteriores le echan una mano a su popularidad que escala 5 puntos en Gallup hasta situarse por encima de los 40. Pero sus problemas siguen ahí.
La bola de cristal: y hoy por hoy a Obama le supera en las encuestas... Su exrival y Secretaria de Estado hhillary Clinton, como debe estarlo disfrutando. Yo ya lo he dicho y me da igual cúanto lo niegue: srá candidata en 2016
viernes, 21 de octubre de 2011
La implosión de Perry, la alegría de Romney, la histeria de Cain
Perdón, perdón, perdón por el larguísimo tiempo sin postear, y más en plena época de primarias. Se me ha juntado un mes de cursos, viajes y trabajo y de verdad que no me ha dejado un minuto. No volverá a suceder :D
Carlos
Dicen que todo lo que sube debe bajar, como la popularidad de Obama, pero en el caso de las primarias republicanas es mucho más adecuado decir que lo que rápido sube, se estrella con más fuerza. Tal es la historia del gobernador de Texas Rick Perry, un señor con una pinta de lo más presidencial que se ha desinflado antes de lo previsto. Será su poco arte en los cuatro debates, será el desencanto de la derecha que no lo ve tan conservador como parecía, será lo que sea... pero ha pasado de liderar todas las encuestas a quedarse en un discreto tercer puesto. Como muestra, en vez de un botón, la última de NBC/Wall St. Journal:
Sí, no es una broma, ahí tenéis al empresario pizzero Herman Cain liderando las encuestas nacionales. Podría pasar por un chiste pero es que en New Hampshire, ese estado definitivo, mirad lo que pasa según Magellan:
Romney 41%
Cain 20%
Paul 10%
Sorpresas te da la vida. Por cierto que Perry, como el resto, está en single digits... Lo mismo Michele Bachmann, con el buen ritmo que parecía llevar hace poco. Iowa puede resucitar a cualquiera, aún así.
De propina: en otra carrera paralela, la del dinero, Romney también va arriba. Bachmann, esa que fue la sensación de las primarias, no tiene un duro.
La bola de cristal: se sigue hablando de que Hillary y Biden "intercambien trabajos" para las próximas elecciones, ella candidata a la vicepresidencia y él secretario de estado. Yo no lo veo.
Carlos
Dicen que todo lo que sube debe bajar, como la popularidad de Obama, pero en el caso de las primarias republicanas es mucho más adecuado decir que lo que rápido sube, se estrella con más fuerza. Tal es la historia del gobernador de Texas Rick Perry, un señor con una pinta de lo más presidencial que se ha desinflado antes de lo previsto. Será su poco arte en los cuatro debates, será el desencanto de la derecha que no lo ve tan conservador como parecía, será lo que sea... pero ha pasado de liderar todas las encuestas a quedarse en un discreto tercer puesto. Como muestra, en vez de un botón, la última de NBC/Wall St. Journal:
Herman Cain 27
Mitt Romney 23
Rick Perry 16
Ron Paul 11
Newt Gingrich 8
Michele Bachman 5
Sí, no es una broma, ahí tenéis al empresario pizzero Herman Cain liderando las encuestas nacionales. Podría pasar por un chiste pero es que en New Hampshire, ese estado definitivo, mirad lo que pasa según Magellan:
Romney 41%
Cain 20%
Paul 10%
Sorpresas te da la vida. Por cierto que Perry, como el resto, está en single digits... Lo mismo Michele Bachmann, con el buen ritmo que parecía llevar hace poco. Iowa puede resucitar a cualquiera, aún así.
De propina: en otra carrera paralela, la del dinero, Romney también va arriba. Bachmann, esa que fue la sensación de las primarias, no tiene un duro.
La bola de cristal: se sigue hablando de que Hillary y Biden "intercambien trabajos" para las próximas elecciones, ella candidata a la vicepresidencia y él secretario de estado. Yo no lo veo.
martes, 20 de septiembre de 2011
Obama, su plan de recorte del deficit y la reelección
Dice Obama, cargado de razón, que para librar al país del deficit no se puede contar sólo con los recortes porque no se cubriría jamás el agujero. Que no puede ser que se meta la tijera en los programas más caros, los sacrosantos Medicare y Social Security, y que mientras tanto no se toquen los impuestos. En definitiva, que qué es esto de que los pobres sufran la austeridad y los ricos no paguen más impuestos. Por eso, los que ganen más de un millón de dólares tendrán que pagar más de lo que hacían hasta ahora.
Con el actual sistema fiscal son las clases medias las que pagan el pastel: los pobres no pagan y los ricos pagan poco, proporcionalmente. Esto se debe a um complicado sistema de exenciones fiscales y a que se gravan mucho más los sueldos que los beneficios empresariales. Obama anunció ayer que quiere cambiar esto, aunque sea mínimamente, y como era de esperar se ha encontrado con la oposición frontal de los republicanos de "ni un impuesto más".
Esto, en año preelectoral tiene sus pros y sus contras:
A FAVOR: Obama moviliza a las bases demócratas, que buena falta le hacía después de darles muchos disgustos con su percibida moderación. Los liberales están felices porque por fin planta cara y los demócratas moderados no tienen problema, porque no es un asunto polémico que afecte a valores sociales. Además obliga a los republicanos a situarse en una postura impopular: según todas las encuestas una sólida mayoría de los estadounidenses está a favor de que el plan contra el déficit incluya más impuestos a los ricos. A fin de cuentas, la mayoría de los estadounidenses no gana un millón al año y a nadie le gusta pagar a Hacienda.
Con esto se acerca más a un electorado demócrata tradicional que puede no estar de acuerdo con otras cosas pero sí con esto. Los sindicatos estarán felices y en estados con tradición blue collar, algunos swing states, puede funcionar muy bien: pienso en Michigan, Pennsylania, West Virginia, Ohio... Pero sobre todo Obama cambia la conversación política a un tema ganador, muestra al votante que está haciendo algo para solucionar el primer problema del país (el paro) y le da un argmento nuevo a su campaña de reelección.
EN CONTRA: A los multimillonarios, al menos a la mayoría que no son tan filántropos com Warren Buffet, no les gusta nada laidea de pagar más impuestos. Así que Obama acaba de movilizar a su favor a un grupo de estadounidenses que pueden no ser determinantes en las urnas (son muy pocos) pero son claves en el proceso electoral por su dinero. Las donaciones van a ir en río hacia los republicanos, aparecerán "grupos independientes" muy bien financiados que harán anuncios de teleisión salvajes contra el presidente durante la campaña... El dinero es un enemigo poderoso.
Y desde luego esta medida influye en las primarias republicanas y no de un modo que beneficie a Obama. El candidato con más fuerza en este asunto es Mitt Romney y al presidente no le conviene vérselas con un nmoderado en la elección general, sino con un radical que asuste a los dems en temas sociales como Perry o Bachmann. Dándole a Romney un tema principal en el que está de acuerdo con el Tea Party, le permite conciliarse con un ala del partido que no le tiene mucha estima.
De propina: En el veto de EEUU a la entrada del estado palestino en la ONU tiene un papel importate los problemas electorales de los demócratas con la comunidad judía en las últimas elecciones especiales al Congreso. Ahora bien, con los paises musulmanes ha echado a perder su relación... De la buena fe lograda con aquel discurso en El Cairo nada más empezar su mandato, no queda nada.
La bola de cristal: y ahora leo que Ralph Nader se declara admirador de Sarah Palin... ¿Qué nos depara el futuro? ¿Jane Fonda como gruppie de Rick Perry? No creo, no
Con el actual sistema fiscal son las clases medias las que pagan el pastel: los pobres no pagan y los ricos pagan poco, proporcionalmente. Esto se debe a um complicado sistema de exenciones fiscales y a que se gravan mucho más los sueldos que los beneficios empresariales. Obama anunció ayer que quiere cambiar esto, aunque sea mínimamente, y como era de esperar se ha encontrado con la oposición frontal de los republicanos de "ni un impuesto más".
Esto, en año preelectoral tiene sus pros y sus contras:
A FAVOR: Obama moviliza a las bases demócratas, que buena falta le hacía después de darles muchos disgustos con su percibida moderación. Los liberales están felices porque por fin planta cara y los demócratas moderados no tienen problema, porque no es un asunto polémico que afecte a valores sociales. Además obliga a los republicanos a situarse en una postura impopular: según todas las encuestas una sólida mayoría de los estadounidenses está a favor de que el plan contra el déficit incluya más impuestos a los ricos. A fin de cuentas, la mayoría de los estadounidenses no gana un millón al año y a nadie le gusta pagar a Hacienda.
Con esto se acerca más a un electorado demócrata tradicional que puede no estar de acuerdo con otras cosas pero sí con esto. Los sindicatos estarán felices y en estados con tradición blue collar, algunos swing states, puede funcionar muy bien: pienso en Michigan, Pennsylania, West Virginia, Ohio... Pero sobre todo Obama cambia la conversación política a un tema ganador, muestra al votante que está haciendo algo para solucionar el primer problema del país (el paro) y le da un argmento nuevo a su campaña de reelección.
EN CONTRA: A los multimillonarios, al menos a la mayoría que no son tan filántropos com Warren Buffet, no les gusta nada laidea de pagar más impuestos. Así que Obama acaba de movilizar a su favor a un grupo de estadounidenses que pueden no ser determinantes en las urnas (son muy pocos) pero son claves en el proceso electoral por su dinero. Las donaciones van a ir en río hacia los republicanos, aparecerán "grupos independientes" muy bien financiados que harán anuncios de teleisión salvajes contra el presidente durante la campaña... El dinero es un enemigo poderoso.
Y desde luego esta medida influye en las primarias republicanas y no de un modo que beneficie a Obama. El candidato con más fuerza en este asunto es Mitt Romney y al presidente no le conviene vérselas con un nmoderado en la elección general, sino con un radical que asuste a los dems en temas sociales como Perry o Bachmann. Dándole a Romney un tema principal en el que está de acuerdo con el Tea Party, le permite conciliarse con un ala del partido que no le tiene mucha estima.
De propina: En el veto de EEUU a la entrada del estado palestino en la ONU tiene un papel importate los problemas electorales de los demócratas con la comunidad judía en las últimas elecciones especiales al Congreso. Ahora bien, con los paises musulmanes ha echado a perder su relación... De la buena fe lograda con aquel discurso en El Cairo nada más empezar su mandato, no queda nada.
La bola de cristal: y ahora leo que Ralph Nader se declara admirador de Sarah Palin... ¿Qué nos depara el futuro? ¿Jane Fonda como gruppie de Rick Perry? No creo, no
martes, 13 de septiembre de 2011
Rick Perry Pierde brillo en los debates y yo cada vez entiendo menos a los republicanos
Esta campaña de primarias republicanas cada vez se parece más a una mala película de Michael Moore, donde los republicanos son malos malísimos o, en el mejor de los casos, estúpidos. Yo siempre he rechazado estos estereotipos que jamás había visto en la realidad hasta el debate del lunes noche en Florida... CNN y Tea Party Express organizaban el debate y reunían al público, dispuesto a abuchear la menor muestra de moderación o incluso sentido común por parte de los candidatos.
Rick Perry volvió a salir trasquilado y Mitt Romney, por cuarta cita consceutiva que ya es decir, se libró de la quema sin heridas mayores. Si algo dejó claro el debate es que ha perdido la condición de favorito frente al gobernador de Texas que fue el blanco de todos los ataques. El chico nuevo ha llegado al barrio reventando todas las encuestas pero los que ya llevan n tiempo en esto de la pcandidatura tienen toda la intención de hacérselo pasar mal. Romney lo intentó primero con la Seguridad Social pero la cosa no llegó muy lejos. Si Perry llega a la general con sus ideas de que es "un fraude" seguro que le va a costar muchos votos, pero ante un auditorio de radicales y en plenas primarias, esa opinión extrema le gana más simpatías que otra cosa.
Después de esto Romney se retiró a la comodidad de su atril y dejó que las tortas empezaran a llegarle a Perry desde la derecha. El tema de la noche fue su decisión de obligar a las adolescentes de Texas a recibir una vacuna contra un determinado tipo de cáncer. Las vacunas y las imposiciones del gobierno son temas calientes para una parte de las bases conservadoras y Michele Bachmann estuvo muy bien golpeando una y otra vez a Perry por esto. También supo ponerle un punto de populismo interesante cuando mencionó que la empresa que fabricaba la vacuna había donado dinero a la campaña de su rival.
La veda estaba abierta y los siguientes golpes le llegaron por la vía de la inmigración. A los votantes de primarias republicanas no les gusta nada su versión tejana de la Dream Act, que garantizaba la educación superior a cualquier estudiante que llevara tres años en Texas. Ahí Romney volvió a por él y el resto siguieron.
No, no fue una buena noche para Rick Perry ni tampoco para Ron Paul, que esperaba mucho de este debate y fue machacado en la sección de política exterior. El congresista además protagonizó uno de los momentos más tristes para mí en una pregunta sobre sanidad. La cuestión era que Paul está en contra de que se obligue a alguien estar asegurado, así que Wolf Blitzer le dijo: "Supongamos que un hombre sano y que se gana bien la vida no quiere asegurarse y tiene un accidente por el que necesita estar seis meses en coma asistido, ¿Qué debería hacer el estado?" Cuando Ron Paul, después de muchas vueltas, dijo básicamente que deberían dejarlo morir porque "esa es la libertad" toda la audiencia aplaudió. Muy triste.
De propina: Tim Pawlenty ha decidido apoya a Mitt Romney tras retirarse. El establishment está intranquilo con el ascenso de Romney... Pero no sé yo si forman un buen támdem para el ticket presidencial. Para mí que Pawlenty no va a sacar mucho de este movimiento.
La bola de cristal: sin este exhibicionismo radical que define al partido republicano estos días, Obama ya iría veinte puntos por detrás del candidato republicano a estas alturas. Están espantando a muchos.
Rick Perry volvió a salir trasquilado y Mitt Romney, por cuarta cita consceutiva que ya es decir, se libró de la quema sin heridas mayores. Si algo dejó claro el debate es que ha perdido la condición de favorito frente al gobernador de Texas que fue el blanco de todos los ataques. El chico nuevo ha llegado al barrio reventando todas las encuestas pero los que ya llevan n tiempo en esto de la pcandidatura tienen toda la intención de hacérselo pasar mal. Romney lo intentó primero con la Seguridad Social pero la cosa no llegó muy lejos. Si Perry llega a la general con sus ideas de que es "un fraude" seguro que le va a costar muchos votos, pero ante un auditorio de radicales y en plenas primarias, esa opinión extrema le gana más simpatías que otra cosa.
Después de esto Romney se retiró a la comodidad de su atril y dejó que las tortas empezaran a llegarle a Perry desde la derecha. El tema de la noche fue su decisión de obligar a las adolescentes de Texas a recibir una vacuna contra un determinado tipo de cáncer. Las vacunas y las imposiciones del gobierno son temas calientes para una parte de las bases conservadoras y Michele Bachmann estuvo muy bien golpeando una y otra vez a Perry por esto. También supo ponerle un punto de populismo interesante cuando mencionó que la empresa que fabricaba la vacuna había donado dinero a la campaña de su rival.
La veda estaba abierta y los siguientes golpes le llegaron por la vía de la inmigración. A los votantes de primarias republicanas no les gusta nada su versión tejana de la Dream Act, que garantizaba la educación superior a cualquier estudiante que llevara tres años en Texas. Ahí Romney volvió a por él y el resto siguieron.
No, no fue una buena noche para Rick Perry ni tampoco para Ron Paul, que esperaba mucho de este debate y fue machacado en la sección de política exterior. El congresista además protagonizó uno de los momentos más tristes para mí en una pregunta sobre sanidad. La cuestión era que Paul está en contra de que se obligue a alguien estar asegurado, así que Wolf Blitzer le dijo: "Supongamos que un hombre sano y que se gana bien la vida no quiere asegurarse y tiene un accidente por el que necesita estar seis meses en coma asistido, ¿Qué debería hacer el estado?" Cuando Ron Paul, después de muchas vueltas, dijo básicamente que deberían dejarlo morir porque "esa es la libertad" toda la audiencia aplaudió. Muy triste.
De propina: Tim Pawlenty ha decidido apoya a Mitt Romney tras retirarse. El establishment está intranquilo con el ascenso de Romney... Pero no sé yo si forman un buen támdem para el ticket presidencial. Para mí que Pawlenty no va a sacar mucho de este movimiento.
La bola de cristal: sin este exhibicionismo radical que define al partido republicano estos días, Obama ya iría veinte puntos por detrás del candidato republicano a estas alturas. Están espantando a muchos.
miércoles, 7 de septiembre de 2011
Para terminar el verano: las malditas encuestas y el debate de mañana
Qué cosa tan graciosa que son las encuestas. Ahora mismo todas sitúan la aprobación de Obama entorno a un miserable 43% y alrededor de 73% dice que el país no va en la dirección adecuada. Unas cifras más que preocupantes porque la sabidurí popular dice que las posibilidades de reelección de un presidente se miden bien con su aprobación al final del tercer año. En esto Obama se parece más a Carter que a Clinton y sin embargo... La gente le quiere, según la misma encuesta que desvela el decontento con su gestión, se ve que nada menos que un 74% le aprecia "personalmente". Habrá que ver qué influye más a la hora de decidir el voto pero en ese atractivo reside una de sus mejores bazas para la reelección. Pese a tanta retórica encendida, a los estadounidenses les gusta Obama.
Al que las encuestas no le traen sin buenas noticias es a Rick Perry. La última incoporación a las primarias republicanas destaca por encima de los demás, condenando al supuesto "favorito" Mitt Romney a un distante segundo puesto. Michele Bachmann, por suparte, ve que el gobernador de Texas le ha robado su estrellato conservador y ha decidido despedir a lpsus jefes de campaña para recuperar el liderazgo en Iowa, el estado decisivo para ella que se le está escapando entre las manos. Si Perry arrasa allí y se carga de momentum Romney puede tener problemas para vencer su estado clave, el siguiente, Iowa. Dos encuestas recientes pintan un panorama nacional que sólo gusta a Perry: Perry (38%), Romney (23), Ron Paul (9), Bachmann (8). Pero todo puede cambiar mañana...
Rick Perry se enfrenta a su primer debate mañana miércoles... Es cómodo hacer campaña sin que te repliquen pero ahora le toca demostrar su verdadera valía. Sus rivales ya están bien entrenados yu na metedura de pata grande podría situarle fuera de juego. Será interesante ver tambíen si Mitt Romney, que hasta ahora ha interpretado el papel de faborito esquivando ataques, se lanza al ataque contra Rmney antes de que acabe de quitarle la merienda. Lo veremos mañana desde la Biblioteca Presidencial Reagan, en California. Al final no coincidirá con el discurso económico de Obama ante el Congreso porque
el presidente ha abandonado esa idea algo ridícula de "contraprogramar" a los republicanos. Lo hará al día siguiente cortándoles el ciclo de noticias.
De propina: Obama jugará la baza electoral de Iraq reduciendo las tropas estadounidenses a sólo 3.000 según Fox. Habrá que oír a los jefes militares a través de sus amigos en el Congreso y estar muy atentos a la estabilidad del país. Lo mismo se le tuerce.
La bola de cristal: al presidente le será difícil acusar de extremismo al Tea Party si deja que los líderes sindicales que le presentan en los actos (en este caso Jim Hoffa Jr.) llamen hijos de puta a sus adversarios políticos. Es sólo una idea
martes, 30 de agosto de 2011
Todos contra todos
Qué maravilla el verano de campaña... Los destinos del mundo se deciden en ferias agrícolas y meriendas populares a lo largo y ancho de Iowa y New Hampshire. Los candidatos se las ven con votantes reales y cometen errores muy muy muy reales. Michele Bachmann insinúa que el huracán Irene nos trae un mensaje un mensaje divino:
"
Rick Perry, mientras tanto, aprende el duro trabajo del candidato presidencial. Al gobernador le va bien, al menos en las encuestas, a pesar de que mantiene su estilo tejano sin pelos en la lengua que ya le ha dado algún que otro disgusto. Ahora centra sus ataques en la Seguridad Social con palabras gruesas: "timo piramidal" o "mentira monstruosa" son algunas de las frases. Peligrosa estrategia, en mi opinión, habida cuenta de que para la tercera edad es un tema sobre el que no se bromea y que precisamente los jubilados son el bloque fundamental de votantes en primarias republicanas.
Mitt Romney, mientras tanto, sigue con supaciente estrategia de favorito. Hoy por hoy su principal terror consiste en una victoria arrasadora de Perry en los caucus de Iowa ¿Por qué? Porque de Iowa depende el futuro de los candidatos conservadores y si Perry los machaca hasta hacerlos retirarse puede llegar a New Hampshire como el único conservador con todo el momentum y aguarle la fiesta a Romney, que depende en todo de su desempeño en el Granite State.
Los tres candidatos principales están a tope en campaña pero la prensa sigue especulando con incorporacines de última hora. El congresista Paul Ryan es es de los que más se lo han pensado, aunque yo sigo diciendo que es tarde para él. Es el hombre de moda por su buen hacer presupuestario pero habiendo gobenadores experimentados en liza, parece faltarle un poquito aún. Sarah Palin, por supuesto, sigue haciéndose la interesante y se pelea con un gurú republicano como Karl Rove por especular con su juego.
Vuelan las pullas y surgen citas anónimos sobre la mala opinión que tienen los candidatos unos de otros... Cosas de los calores de agosto y de una campaña al rojo vivo.
De propina: Tanta agitación entre republicanos se ha contagiado hasta a los que ya están retirados... Menuda bronca ha provocado el libro de memorias del exvicepresidente Dick Cheney en el que critica a compañeros de administración como Condolezza Rice y Colin Powell. Cotilleos aparte, tiene pinta de ser interesante para adictos al politiqueo estadounidense.
La bola de cristal: vaya repaso que le han dado a Jon Huntsman en FOX News por decir que cree en el calentamiento global, peor que si hubiera insultado a Ronald Reagan. Demasiado centrista para unas primarias, aunque las primarias de New Hampshire siempre gustan de dar sorpresas.
"
No sé qué más tiene que hacer Dios para que los políticos presten atención. Hemos tenido un terremoto, un huracán... Él dice: ¿Vais ahora a escucharme?"Encantadoras palabras para pronunciarlas además en un estado como Florida, acostumbrado a los devastadores efectos de estos mensajes meteorológicos de un Dios vengativo. Mala cosa este tipo de chistes cuando hay muertos de por medio. Tal vez ya cuenta con que la costa Este, que se ha llevado lo peor, no es su territorio natural.
Rick Perry, mientras tanto, aprende el duro trabajo del candidato presidencial. Al gobernador le va bien, al menos en las encuestas, a pesar de que mantiene su estilo tejano sin pelos en la lengua que ya le ha dado algún que otro disgusto. Ahora centra sus ataques en la Seguridad Social con palabras gruesas: "timo piramidal" o "mentira monstruosa" son algunas de las frases. Peligrosa estrategia, en mi opinión, habida cuenta de que para la tercera edad es un tema sobre el que no se bromea y que precisamente los jubilados son el bloque fundamental de votantes en primarias republicanas.
Mitt Romney, mientras tanto, sigue con supaciente estrategia de favorito. Hoy por hoy su principal terror consiste en una victoria arrasadora de Perry en los caucus de Iowa ¿Por qué? Porque de Iowa depende el futuro de los candidatos conservadores y si Perry los machaca hasta hacerlos retirarse puede llegar a New Hampshire como el único conservador con todo el momentum y aguarle la fiesta a Romney, que depende en todo de su desempeño en el Granite State.
Los tres candidatos principales están a tope en campaña pero la prensa sigue especulando con incorporacines de última hora. El congresista Paul Ryan es es de los que más se lo han pensado, aunque yo sigo diciendo que es tarde para él. Es el hombre de moda por su buen hacer presupuestario pero habiendo gobenadores experimentados en liza, parece faltarle un poquito aún. Sarah Palin, por supuesto, sigue haciéndose la interesante y se pelea con un gurú republicano como Karl Rove por especular con su juego.
Vuelan las pullas y surgen citas anónimos sobre la mala opinión que tienen los candidatos unos de otros... Cosas de los calores de agosto y de una campaña al rojo vivo.
De propina: Tanta agitación entre republicanos se ha contagiado hasta a los que ya están retirados... Menuda bronca ha provocado el libro de memorias del exvicepresidente Dick Cheney en el que critica a compañeros de administración como Condolezza Rice y Colin Powell. Cotilleos aparte, tiene pinta de ser interesante para adictos al politiqueo estadounidense.
La bola de cristal: vaya repaso que le han dado a Jon Huntsman en FOX News por decir que cree en el calentamiento global, peor que si hubiera insultado a Ronald Reagan. Demasiado centrista para unas primarias, aunque las primarias de New Hampshire siempre gustan de dar sorpresas.
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miércoles, 17 de agosto de 2011
Rick Perry: errores de novato
El gobernador de Texas Rick Perry ha entrado en la carrera presidencial como una estrella fugaz: veloz y fulgurante, ha oscurecido al resto de los candidatos con su brillo. Pero lo que pasa con todas las estrellas fugaces es que son eso, fugaces, y suelen acabar consumiéndose en su propio fuego y estrelladas contra la superficie.
Tal y como ya advertimos, Rick Perry todavia no ha pasado por el examen a microscopio de la prensa nacional. Gobernar Texas no es lo mismo que competir por la presidencia y Perry se ha dado cuenta por la vía rápida después de dedicarle estas cariñosas palabras al presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke:
Rick Perry dice que se retracta ni una coma de lo dicho, pero la de Bernanke no es el único error no forzado de su recién nacida campaña. Su frase de que los militares preferirían a un presidente que hubiera vestido el uniforme (como él) también ha levantado ampollas y hasta le ha permitido a Obama ser condescendiente con el pobre principiante:
Para que os divirtáis os dejo un vídeo del anuncio electoral de Rick Perry cuando se presentó a comisionado de agricultura de Texas. Es simplemente brutal, el hombre Marlboro.
De propina: dice Ron Paul, con mucha razón, que nadie le da bola a pesar de que ha quedado segundo en la straw poll de Ames. Es cierto. Como a mí me cae bien, os dejo su último spot en el que hace un parodia del trailer de un película de Hollywood. Muy bueno.
La bola de cristal: no te extrañe nada que Tim Pawlenty sea candidato a la vicepresidencia con el ganador de la nominación.
Tal y como ya advertimos, Rick Perry todavia no ha pasado por el examen a microscopio de la prensa nacional. Gobernar Texas no es lo mismo que competir por la presidencia y Perry se ha dado cuenta por la vía rápida después de dedicarle estas cariñosas palabras al presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke:
"Si sigue imprimiendo dinero entre hoy Y las elecciones no sé que le hariais aquí en Iowa pero en Texas le trataríamos bastante mal (...) Digo que imprimir más dinero en este momento concreto de nuestra historia sería casi traición".Esta frase, que puede funcionar muy bien en Abilene, Texas, ha hecho que a Perry le caigan collejas una detrás de otra mientras que sus rivales se rien a gusto. El establisment republicano, principalmente los donantes que deciden en este momento a quién apoyar, ven en esas frases precisamente el tipo de comportamiento de cowboy que no desean. Un candidato tan conservador como Rick Santorum ya ha aprovechado para recordarle que "Ya no estamos en Texas" y numerosos veteranos de la administración Bush han dicho públicamente que ese tipo de ataques, con amenazas del estilo "lo trataríamos muy mal en Texas", son poco presidenciales. Así se lo pone fácil a Perry para ser el candidato de la "América Corporativa".
Rick Perry dice que se retracta ni una coma de lo dicho, pero la de Bernanke no es el único error no forzado de su recién nacida campaña. Su frase de que los militares preferirían a un presidente que hubiera vestido el uniforme (como él) también ha levantado ampollas y hasta le ha permitido a Obama ser condescendiente con el pobre principiante:
"El señor Perry acaba de entrar en la carrera presidencial y creo que a todo el mundo que empieza a competir por la presidencia le lleva un tiempo darse cuenta de que no es lo mism que hacerlo para gobernador, para el Congreso o para el Senado. Tienes que tener un poco más de cuidado con lo que dices"El problema es que cuando uno empieza a meter la pata ya la prensa magnifica las cosas hasta que todo es un error. Hoy la comidilla es si cuando Perry habla de "un gran nubarrón negro qUe se cierne sobre América" no es un velado comentario racista. Yo desde luego no lo creo pero lo qe está claro es que Rick Perry ya no es intocable.
Para que os divirtáis os dejo un vídeo del anuncio electoral de Rick Perry cuando se presentó a comisionado de agricultura de Texas. Es simplemente brutal, el hombre Marlboro.
De propina: dice Ron Paul, con mucha razón, que nadie le da bola a pesar de que ha quedado segundo en la straw poll de Ames. Es cierto. Como a mí me cae bien, os dejo su último spot en el que hace un parodia del trailer de un película de Hollywood. Muy bueno.
La bola de cristal: no te extrañe nada que Tim Pawlenty sea candidato a la vicepresidencia con el ganador de la nominación.
martes, 16 de agosto de 2011
Así están las primarias republicanas tras la semana decisiva de Ames
Acaba de finalizar la semana más importante de las primarias hasta el momento. Los activistas repulicanos reunidos en Ames, Iowa, emitieron sus votos y encumbraron a algunos y le rompieron el corazón a otros. Así quedó la cosa:
Michele Bachmann confirmó las predicciones y se impuso al resto de los candidatos, reforzando y mucho la seriedad de su candidatura. Ron Paul hizo un meritorio y bastante inesperado segundo puesto, lo que impulsará su recaudación permitiéndole dar guerra en los caucus dentro de unos meses. Tim Pawlenty se quedó en un decepcionante y lejano tercer puesto que le llevó a abandonar su campaña tan sólo un día después. Nadie podía exlicarlo mejor que él mismo: "Necesitábamos demostrar algo aquí y no lo hemos hecho". Aparte de eso Rick Santorum logró un mpresinante cuarto puesto y Herman Cain ocupó el quinto, lo que o está nada mal y les permite seguir viviendo en estas primarias. Mitt Romney no competía, tampoco Jon Huntsman y desde luego no Rick Perry, que entró oficialmente en la liza el mismo sábado.
Así que ahora es, en los sustancial, una guerra a tres. Podemos mantener a Mitt Romney como favorito: tiene muy avanzada su organización, es bastante conocido y tiene aspecto y currículum presidencial. Luego tendríamos a Bachmann, la ideóloga conservadora que despierta el entusiasmo de las bases y cuya candidatura está creciendo. Por último, Perry, sería una especie de medio camino: Un gobernador con buenas cifras económicas que además es reconocido como un auténtico conservador.
Esto deja un panorama de lo más interesante porque ahora Romney tiene que presumir de su amplia experiencia en la empresa privada, que el resto no tienen, y además dejar claro que Bachmann es muy extremista para ser elegida en la general. Perry tiene que destacar la gestiómn de Romney como gobernador de un estado tan liberal como Massachusetts y venderle a los votantes un conservadurismo más suave y electable que el radicalismo de Bachmann. Y ella debe asegurarse de amarrar fuerte Iowa y explicar que Perry no es un "verdadero" conservador y Romney es poco menos que un demócrata disfrazado.
El problema inmediato de Bachmann y Perry es que son desconocidos en la esfera nacional y la prensa les va a pasar el escáner pero bien. El supuesto "milagro económico de Texas" ya está sufriendo los primeros golpes así como las declaraciones y movimientos más absurdos de Perry. De Bachmann su negocio familiar de clínicas para "curar" homosexuales, las frecuentes mentiras en sus declaraciones, sus meteduras de pata con grandes donantes...ambos ya se están dando cuenta de que ser candido a la presidencia es algo muy distinto a ser gobernador de Texas o congresista por Minnesota.
De propina: interesante que a la biblia republicana "The Wall Street Journal" no le guste ninguno de los favoritos. Lo dicen bien claro en este editorial aunque yo creo que la América empresarial elegiría a Romney sin dudarlo.
La bola de cristal: gran parte de este embrollo se va a ganar o a perder en la sucesión de debates de septiembre (7,12 y 22) y octubre(11 y 18)
Michele Bachmann confirmó las predicciones y se impuso al resto de los candidatos, reforzando y mucho la seriedad de su candidatura. Ron Paul hizo un meritorio y bastante inesperado segundo puesto, lo que impulsará su recaudación permitiéndole dar guerra en los caucus dentro de unos meses. Tim Pawlenty se quedó en un decepcionante y lejano tercer puesto que le llevó a abandonar su campaña tan sólo un día después. Nadie podía exlicarlo mejor que él mismo: "Necesitábamos demostrar algo aquí y no lo hemos hecho". Aparte de eso Rick Santorum logró un mpresinante cuarto puesto y Herman Cain ocupó el quinto, lo que o está nada mal y les permite seguir viviendo en estas primarias. Mitt Romney no competía, tampoco Jon Huntsman y desde luego no Rick Perry, que entró oficialmente en la liza el mismo sábado.
Así que ahora es, en los sustancial, una guerra a tres. Podemos mantener a Mitt Romney como favorito: tiene muy avanzada su organización, es bastante conocido y tiene aspecto y currículum presidencial. Luego tendríamos a Bachmann, la ideóloga conservadora que despierta el entusiasmo de las bases y cuya candidatura está creciendo. Por último, Perry, sería una especie de medio camino: Un gobernador con buenas cifras económicas que además es reconocido como un auténtico conservador.
Esto deja un panorama de lo más interesante porque ahora Romney tiene que presumir de su amplia experiencia en la empresa privada, que el resto no tienen, y además dejar claro que Bachmann es muy extremista para ser elegida en la general. Perry tiene que destacar la gestiómn de Romney como gobernador de un estado tan liberal como Massachusetts y venderle a los votantes un conservadurismo más suave y electable que el radicalismo de Bachmann. Y ella debe asegurarse de amarrar fuerte Iowa y explicar que Perry no es un "verdadero" conservador y Romney es poco menos que un demócrata disfrazado.
El problema inmediato de Bachmann y Perry es que son desconocidos en la esfera nacional y la prensa les va a pasar el escáner pero bien. El supuesto "milagro económico de Texas" ya está sufriendo los primeros golpes así como las declaraciones y movimientos más absurdos de Perry. De Bachmann su negocio familiar de clínicas para "curar" homosexuales, las frecuentes mentiras en sus declaraciones, sus meteduras de pata con grandes donantes...ambos ya se están dando cuenta de que ser candido a la presidencia es algo muy distinto a ser gobernador de Texas o congresista por Minnesota.
De propina: interesante que a la biblia republicana "The Wall Street Journal" no le guste ninguno de los favoritos. Lo dicen bien claro en este editorial aunque yo creo que la América empresarial elegiría a Romney sin dudarlo.
La bola de cristal: gran parte de este embrollo se va a ganar o a perder en la sucesión de debates de septiembre (7,12 y 22) y octubre(11 y 18)
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sábado, 13 de agosto de 2011
Semana clave en Iowa: así van las cosas tras el debate y antes de Ames
Iowa ocupa esta semana el centro del universo político estadouonidense. Mañana se celebra la straw poll de Ames, el sondeo más fiable de cómo van las primarias republicanas, y anoche los candidatos se dieron cita en el segundo debate "importante" de la temporada.
El titular del debate podría ser tal vez que Mitt Romney salió otra vez sin un rasguño, igual que en el anterior. De hecho pudo quedarse cómodamente observando cómo sus rivales se atacaban entre ellos. En cuanto a Michele Bachmann casi se puede decir que fue vencedora, al menos en mi opinión. Estrenaba su condición de "candidata revelación" y tal vez hasta favorita para ganar en Iowa. Muchos esperaban verla fallar, lo que habría sido hasta natural, pero de eso nada. Recibió muchos ataques y los despejó con firmeza pero buen tono. Con lo lejos ques estoy de sus opiniones, cada vez me sorprende más como candidata. Y Tim Pawlenty... pues bueno, bastante mejor que en el último y todavía con espacio para mejorar. Del resto poco que reportar pero visto el panorama general, hay espacio para más que suficiente para que Rick Perry entre en la carrera y se sitúe por los primeros puestos.
Y hablando de Rick Perry, el gobernador de Texas es una de las grandes incógnitas de la straw poll de Ames que se celebra mañana. Este sondeo tiene una importancia desmedida para las candidaturas, no sólo porque los que opinan son los activistas republicanos clave, sino porque el resultado de Ames influye y mucho en su futuro. Es como un test de viablidad en el que se fijan muchos donantes y activistas antes de decidir a quíen apoyan para comprobar que no apuestan por alguien sin posibilidades.
El que más se juega mañana es Tim Pawlenty, que como él mismo reconoce necesita al menos un segundo puesto para que la gente se tome en serio su candidatura. Tiene una buena organización en Iowa pero la gente no ha respondido muy bien, veremos. Mitt Romney está en el extremo contrario, su apuesta es New Hampshire así que no tiene mucha presión y un buen resultado podría confirmar su estela de favorito para lograr la nominación. Bachmann es hoy por hoy la favorita y su candidatura pasa por hacer un buen resultado en los caucus de Iowa porque su extremismo religioso juega bien aquí pero no en New Hampshire. Una victoria mañana en Ames marcaría el camino correcto. Fuera de eso hay que estar atentos a Ron Paul, al que se le dan bien este tipo de competiciones cerradas y a Herman Cain que ha estado muy fuerte en el estado. Rick Santorum ha hecho campaña sin descanso acompañado de sus siete hijos y podría dar la sorpresa metiéndose entre los tres primeros, aunque sería extraño.
Y luego por supuesto está Rick Perry que, en realidad, va a ganar o a ganar. Su nombre no está en la papeleta pero sus partidarios van a intentar que los votantes lo escriban y si se mete entre los tres primeros, será una bomba que dará credibilidad a su candidatura y muchos disgustos al resto de candidatos. Y si no es así, ¡Da igual! De todas formas anunciará oficialmente su candidatura también el sábado y robará atención al vencedor. Una jugada maestra. Por cierto, no os perdáis la explicación que da James C. Moore de por qué Perry será el próximo presidente y llevará al país al desastre junto a Sarah Palin.
De propina: entretanto me sorprende que una encuesta de McClatchy-Marist que Dice que seis de cada diez estadounidenses no culpan a Obama de la mala situación económica y creen que la heredó de Bush. Qué raro.
La bola de cristal: Palin Ha estado hoy en Iowa para seguir sembrando dudas y ha dicho que decidirá si se presenta a la presidencis en uno o dos meses. También se ha distanciado de Romney... Todo pose, creo casi imposible que se postule.
El titular del debate podría ser tal vez que Mitt Romney salió otra vez sin un rasguño, igual que en el anterior. De hecho pudo quedarse cómodamente observando cómo sus rivales se atacaban entre ellos. En cuanto a Michele Bachmann casi se puede decir que fue vencedora, al menos en mi opinión. Estrenaba su condición de "candidata revelación" y tal vez hasta favorita para ganar en Iowa. Muchos esperaban verla fallar, lo que habría sido hasta natural, pero de eso nada. Recibió muchos ataques y los despejó con firmeza pero buen tono. Con lo lejos ques estoy de sus opiniones, cada vez me sorprende más como candidata. Y Tim Pawlenty... pues bueno, bastante mejor que en el último y todavía con espacio para mejorar. Del resto poco que reportar pero visto el panorama general, hay espacio para más que suficiente para que Rick Perry entre en la carrera y se sitúe por los primeros puestos.
Y hablando de Rick Perry, el gobernador de Texas es una de las grandes incógnitas de la straw poll de Ames que se celebra mañana. Este sondeo tiene una importancia desmedida para las candidaturas, no sólo porque los que opinan son los activistas republicanos clave, sino porque el resultado de Ames influye y mucho en su futuro. Es como un test de viablidad en el que se fijan muchos donantes y activistas antes de decidir a quíen apoyan para comprobar que no apuestan por alguien sin posibilidades.
El que más se juega mañana es Tim Pawlenty, que como él mismo reconoce necesita al menos un segundo puesto para que la gente se tome en serio su candidatura. Tiene una buena organización en Iowa pero la gente no ha respondido muy bien, veremos. Mitt Romney está en el extremo contrario, su apuesta es New Hampshire así que no tiene mucha presión y un buen resultado podría confirmar su estela de favorito para lograr la nominación. Bachmann es hoy por hoy la favorita y su candidatura pasa por hacer un buen resultado en los caucus de Iowa porque su extremismo religioso juega bien aquí pero no en New Hampshire. Una victoria mañana en Ames marcaría el camino correcto. Fuera de eso hay que estar atentos a Ron Paul, al que se le dan bien este tipo de competiciones cerradas y a Herman Cain que ha estado muy fuerte en el estado. Rick Santorum ha hecho campaña sin descanso acompañado de sus siete hijos y podría dar la sorpresa metiéndose entre los tres primeros, aunque sería extraño.
Y luego por supuesto está Rick Perry que, en realidad, va a ganar o a ganar. Su nombre no está en la papeleta pero sus partidarios van a intentar que los votantes lo escriban y si se mete entre los tres primeros, será una bomba que dará credibilidad a su candidatura y muchos disgustos al resto de candidatos. Y si no es así, ¡Da igual! De todas formas anunciará oficialmente su candidatura también el sábado y robará atención al vencedor. Una jugada maestra. Por cierto, no os perdáis la explicación que da James C. Moore de por qué Perry será el próximo presidente y llevará al país al desastre junto a Sarah Palin.
De propina: entretanto me sorprende que una encuesta de McClatchy-Marist que Dice que seis de cada diez estadounidenses no culpan a Obama de la mala situación económica y creen que la heredó de Bush. Qué raro.
La bola de cristal: Palin Ha estado hoy en Iowa para seguir sembrando dudas y ha dicho que decidirá si se presenta a la presidencis en uno o dos meses. También se ha distanciado de Romney... Todo pose, creo casi imposible que se postule.
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martes, 9 de agosto de 2011
Semana decisiva: gran debate en Iowa y la encuesta de Ames
Y hay quien dice todavía que en agosto no pasa nada... Al final de esta semana algunos de los candidatos de las primarias republicanas serán considerados favoritos, otros estarán sumidos en la desesperación de la derrota y hasta puede que alguno haya decicido ya hacer las maletas y abandonar toda ambición presidencial. Esta semana tenemos las dos citas más importantes del verano de campaña en Iowa, el primer y trascendental estado del calendario electoral. Hablamos del debate de la Fox el jueves y de la Straw Poll de Ames el sábado.
El jueves por la noche todos los favoritos se verán las caras en un debate a siete. Como favorito que es, Mitt Romney intentará salir lo menos manchado posible tal y como consiguió en el último debate. La sensación del momento, Michele Bachmann, tendrá que hacer un esfuerzo para hablar lo más posible de economía y no enredarse en respuestas incómodas sobre sus tendencias más extremistas: hablar mucho de economía y poco de conspiraciones Gays. El debate es decisivo para Tim Pawlenty para no repetir el error catastrófico del anterior, ya que Bachmann le ha pasado como un rayo y Iowa es clave en su estrategia. Tampoco estaría mal que el inerte Jon Huntsman diera algo de que hablar. El resto esperan dar la sorpresa.
Pero el sábado llega lo importante de verdad, la Straw Poll de Ames. La cosa es así: el partido republicano de Iowa se reúne para recaudar fondos y a los asistentes se les pide que voten por su candidato favorito. Parece algo sencillo pero la competencia es absolutamente brutal, ya que el resultado es un buen termómetro de hacia dónde van las simpatías de los electores clave. Las campañas se gastan mucho dinero en fletar autobuses que lleven a sus partidarios hasta el lugar y pujan grandes cantidades por conseguir los mejores sitios para hablar a la multitud una vez allí. Tanta preparación tiene una explicación clara, tres de los últimos cinco ganadores de la straw poll de Ames ganaron también meses después los caucus de Iowa.
Aquí casi todos se matan por ganar pero el favorito Mitt Romney y el independiente Jon Huntsman prefieren preparar el camino en New Hampshire, el segundo estado en votar tras Iowa y que le va más a sus perfiles. En Iowa son fuertes los conservadores sociales así que aquí la lucha está principalmente en sí Bachmann le da la puntilla a la candidatura de Pawlenty. Al libertario Ron Paul se le dan bien estas convocatorias y podría dar la sorpresa porque ha invertido mucho y tampoco hay que dejarse fuera a Herman Cain Y Rick Santorum porque su discurso se mueve muy bien aquí. Fuera de eso los votantes pueden apoyar a quien quieran, aunque no sea a candidatos oficiales, así que se puede ver el apoyo a figuras como Sarah Palin y sobre todo el gobernador de Texas Rick Perry, que se plantea muy seriamente presentarse.
Así que lo dicho, ¡Gran semana!
De propina: los recortes presupuestarios no respetan ni las tradiciones centenarias. Por acuerdo de los dos partidos, se pone fin al programa de "pages" de la Cámara de Representantes. Eran estudiantes de secundario que realizaban tareas administrativas pagadas para los legisladores, fundamentalmente de mensajería interna. La blackberry y los cinco millones anuales que cuestan han acabado con ellos.
La bola de cristal: la popularidad de Obama no ha sufrido gran desgaste a pesar de los últimos varapalos en el Congreso y de que por primera vez una de las grandes agencias de rating ha bajado la calificación de la deuda estadonidense por debajo del máximo. Sigue atascado entre el 40 y el 50% y yo, que no veo clara su reelección, no me lo explico del todo. Tal vez sea "inmune" a los palos, como se decía de Reagan.
ABQSSUARQRR4
El jueves por la noche todos los favoritos se verán las caras en un debate a siete. Como favorito que es, Mitt Romney intentará salir lo menos manchado posible tal y como consiguió en el último debate. La sensación del momento, Michele Bachmann, tendrá que hacer un esfuerzo para hablar lo más posible de economía y no enredarse en respuestas incómodas sobre sus tendencias más extremistas: hablar mucho de economía y poco de conspiraciones Gays. El debate es decisivo para Tim Pawlenty para no repetir el error catastrófico del anterior, ya que Bachmann le ha pasado como un rayo y Iowa es clave en su estrategia. Tampoco estaría mal que el inerte Jon Huntsman diera algo de que hablar. El resto esperan dar la sorpresa.
Pero el sábado llega lo importante de verdad, la Straw Poll de Ames. La cosa es así: el partido republicano de Iowa se reúne para recaudar fondos y a los asistentes se les pide que voten por su candidato favorito. Parece algo sencillo pero la competencia es absolutamente brutal, ya que el resultado es un buen termómetro de hacia dónde van las simpatías de los electores clave. Las campañas se gastan mucho dinero en fletar autobuses que lleven a sus partidarios hasta el lugar y pujan grandes cantidades por conseguir los mejores sitios para hablar a la multitud una vez allí. Tanta preparación tiene una explicación clara, tres de los últimos cinco ganadores de la straw poll de Ames ganaron también meses después los caucus de Iowa.
Aquí casi todos se matan por ganar pero el favorito Mitt Romney y el independiente Jon Huntsman prefieren preparar el camino en New Hampshire, el segundo estado en votar tras Iowa y que le va más a sus perfiles. En Iowa son fuertes los conservadores sociales así que aquí la lucha está principalmente en sí Bachmann le da la puntilla a la candidatura de Pawlenty. Al libertario Ron Paul se le dan bien estas convocatorias y podría dar la sorpresa porque ha invertido mucho y tampoco hay que dejarse fuera a Herman Cain Y Rick Santorum porque su discurso se mueve muy bien aquí. Fuera de eso los votantes pueden apoyar a quien quieran, aunque no sea a candidatos oficiales, así que se puede ver el apoyo a figuras como Sarah Palin y sobre todo el gobernador de Texas Rick Perry, que se plantea muy seriamente presentarse.
Así que lo dicho, ¡Gran semana!
De propina: los recortes presupuestarios no respetan ni las tradiciones centenarias. Por acuerdo de los dos partidos, se pone fin al programa de "pages" de la Cámara de Representantes. Eran estudiantes de secundario que realizaban tareas administrativas pagadas para los legisladores, fundamentalmente de mensajería interna. La blackberry y los cinco millones anuales que cuestan han acabado con ellos.
La bola de cristal: la popularidad de Obama no ha sufrido gran desgaste a pesar de los últimos varapalos en el Congreso y de que por primera vez una de las grandes agencias de rating ha bajado la calificación de la deuda estadonidense por debajo del máximo. Sigue atascado entre el 40 y el 50% y yo, que no veo clara su reelección, no me lo explico del todo. Tal vez sea "inmune" a los palos, como se decía de Reagan.
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sábado, 6 de agosto de 2011
Rick Perry, el paro, agosto...
Hoy es uno de esos días en que toca escribir del paro, es lo razonable. Uno sabe que el primer viernes de cada mes salen las cifras, con el consiguiente terror para la Casa Blanca, y que normalmente ahí hay noticias. Además este mes son "buenas" noticias, al menos para Obama, ya que se han creado 117.000 nuevos empleos. Todo esto está muy bien, pero claro, entonces te encuentras con la jornada de oración del gobernador de Texas Rick Perry... Y hay que reconocer que tiene más "morbo", que diría alguno.
Hablando de ese nuevo dato del empleo, dejaremos dicho que la tasa ha caído hasta el 9,1% que no es bueno pero deja a Obama mejor de lo que estaba. No mucho mejor, claro, porque ningún presidente ha sido reelegido con una tasa de paro superior al 7,4% y esa es ya una meta imposible para las próxmas elecciones. Si Obama llega a las urnas con un 8,5% ya será mucho... Y todo esto es cierto y es relevante, pero está lo de Rick Perry.
Porque Rick Perry se convierte poco a poco en la última esperanza republicana para no tener que nominar a Mitt Romney. Como gobernador del segundo estado más grande y poblado de la Unión no le pueden achacar falta de experiencia y sus credenciales conservadoras aguantan la comparación hasta con Michelle Bachmann. Dicen los expertos que tal vez es muy Texas, demasiado para el resto del país, pero lo cierto es que sin haber movido un dedo todavía sigue siendo uno del factores importantes en las primarias republicanas de 2012.
Por eso resulta extraño, o tal vez todo lo contrario, ver en la tesitura en la que se ha metido él solito este fin de semana. Hablamos de una jornada de oración por "una nación en crisis" en un estadio de la NFL. Si el asunto ya suena extraño de por sí, la prensa de izquierdas se está dando un festín dando a conocer todos los detalles sobre el acto y en particular sobre sus organizadores: un grupo que sostiene que el 11-S fue un castigo divino por la homosexualidad, otro que cree que la Estatua de la Libertad es un ídolo demoniaco, otro que afirma que los demócratas forman parte de una "red maligna invisible", uno más que cree que el gobierno trata de implantar microchips en todos los ciudadanos para controlar sus mentes... Normal que para un estadio de 75.000 asientos hayan vendido 8.000 entradas.
Y ahí, entre tan magnífica concurrencia, está una de las grandes esperanzas republicanas. Dice que acude como "ciudadano privado" y que no está de acuerdo con todo lo que opinan los organizadores, ¡Menos mal!, pero que el país necesita a Dios. A un sólo Dios, por cierto, ya que los organizadores han aclarado que no se permitirá subir al escenario a nadie que no sea cristiano. Qué difícil se hace hablar del paro algunos días...
De propina: qué pena! Tal cual van las cosas parece que el supermartes de 2012 va a ser muy poco súper... Sólo nueve estados celebrarán primarias y caucus ese día.
La bola de cristal: que buena campaigner está resultando Michelle Bachmann cara a cara. Pierde por la tele pero en vivo convence. Creo que puede ganar Iowa y todo, aunque se estrelle después.
Hablando de ese nuevo dato del empleo, dejaremos dicho que la tasa ha caído hasta el 9,1% que no es bueno pero deja a Obama mejor de lo que estaba. No mucho mejor, claro, porque ningún presidente ha sido reelegido con una tasa de paro superior al 7,4% y esa es ya una meta imposible para las próxmas elecciones. Si Obama llega a las urnas con un 8,5% ya será mucho... Y todo esto es cierto y es relevante, pero está lo de Rick Perry.
Porque Rick Perry se convierte poco a poco en la última esperanza republicana para no tener que nominar a Mitt Romney. Como gobernador del segundo estado más grande y poblado de la Unión no le pueden achacar falta de experiencia y sus credenciales conservadoras aguantan la comparación hasta con Michelle Bachmann. Dicen los expertos que tal vez es muy Texas, demasiado para el resto del país, pero lo cierto es que sin haber movido un dedo todavía sigue siendo uno del factores importantes en las primarias republicanas de 2012.
Por eso resulta extraño, o tal vez todo lo contrario, ver en la tesitura en la que se ha metido él solito este fin de semana. Hablamos de una jornada de oración por "una nación en crisis" en un estadio de la NFL. Si el asunto ya suena extraño de por sí, la prensa de izquierdas se está dando un festín dando a conocer todos los detalles sobre el acto y en particular sobre sus organizadores: un grupo que sostiene que el 11-S fue un castigo divino por la homosexualidad, otro que cree que la Estatua de la Libertad es un ídolo demoniaco, otro que afirma que los demócratas forman parte de una "red maligna invisible", uno más que cree que el gobierno trata de implantar microchips en todos los ciudadanos para controlar sus mentes... Normal que para un estadio de 75.000 asientos hayan vendido 8.000 entradas.
Y ahí, entre tan magnífica concurrencia, está una de las grandes esperanzas republicanas. Dice que acude como "ciudadano privado" y que no está de acuerdo con todo lo que opinan los organizadores, ¡Menos mal!, pero que el país necesita a Dios. A un sólo Dios, por cierto, ya que los organizadores han aclarado que no se permitirá subir al escenario a nadie que no sea cristiano. Qué difícil se hace hablar del paro algunos días...
De propina: qué pena! Tal cual van las cosas parece que el supermartes de 2012 va a ser muy poco súper... Sólo nueve estados celebrarán primarias y caucus ese día.
La bola de cristal: que buena campaigner está resultando Michelle Bachmann cara a cara. Pierde por la tele pero en vivo convence. Creo que puede ganar Iowa y todo, aunque se estrelle después.
miércoles, 3 de agosto de 2011
Ganadores y perdedores de la guerra del techo de deuda
Estados Unidos no entrará en suspensión de pagos. La Cámara de Representantes y el Senado aprobaron por fin un acuerdo y Obama lo ha firmado, convirtiéndolo en ley. El país podrá endeudarse más hasta 2013 a cambio de drásticos recortes presupuestarios y de no imponer nuevos impuestos. Dicho esto, unos rien y otros lloran.
GANADORES
PERDEDORES
De propina: y tras el último culebrón del verano, los legisladores se van de veraneo hasta el 7 de septiembre.
La bola de cristal: a finales de 2012 expiran los recortes fiscales creados por George W. Bush. Los liberales heridos ya se relamen pensando que podrán desbaratar tranquilamente ese orgullo republicano como venganza.
GANADORES
El Tea Party: algunos han votado en contra y la mayoría habría preferido no subir el techo de deuda en absoluto, pero pese a todo este asunto era su prueba de fuego y han salido victoriosos. No se plegaron ante los republicanos más conciliadores y apostaron por una estrategia radical y temeraria que ha sido un éxito. Han obtenido tanto recorte de gasto como era humanamente posible y además son los héroes de las bases republicanos por haber hecho morder el polvo al presidente.
John Boehner: el líder republicano en la Cámara de Representantes ha sudado mucho para lograr un acuerdo que contentara a todos los suyos pero finalmente lo ha logrado. Sale reforzado y con el partido unido en su mayor victoria legislativa hasta la fecha. Con inmensa paciencia y dominio del proceso, ha vencido a Obama jugando a su mismo nivel.
Mitch McConnell: el líder republicano en el Senado puede no ser el político más apreciado por el Tea Party pero su postura pragmática y responsable durante la negociación, frente al radicalismo de otros, ha elevado aún más su imagen de estadista en los medios. "El hombre más honesto de América" se ha apuntado una victoria sin mancharse las manos.
El Pentágono: parecía que el sacrosanto presupueso de Defensa iba a sufrir lo peor de los recortes Pero al final, mucho ruido y pocas nueces. Incluso si el total de los recortes saliera de Defensa, el importe total sería de unos tres submarinos... Y eso contando con que no se quitará un sólo dólar de Iraq ni de Afganistán como estipula la misma ley.
Gabrielle Giffords: la congresista demócrata que aún se recupera de un disparo en la cabeza escogió esta votación clave para reaparecer en la Cámara entre un aplauso general. Todavía sufre graves secuelas pero ya hay quien habla incluso de que se presentará a la reelección.
PERDEDORES
Obama: hay quien argumenta que el presidente deseaba estos fuertes recortes para presentarse a la reelección con un currículum de pactos y disciplina fiscal... Me cuesta creerlo pero ncluso si fuera cierto, le ha salido el tiro por la culata. Ha intentado vender como un acuerdo lo que todo el mundo sabe que ha sido una bajada de pantalones. El Tea Party tenía al país de rehén y él ha cedido. A lo mejor era la única salida responsable pero hay que tener algo muy claro: electoralmente, lo más perjudicial para un presidente no es que los votantes digan que está equivocado, sino que le vean débil.
Los presidentes futuros: hasta ahora la subida del techo de deuda había sido una votación casi automática, un "asunto de estado" alejado de la contienda política. Eso se ha acabado. A partir de ahora cada vez que un presidente pida al Congreso que lo eleve, le harán pagar un precio.
La izquierda: el ala liberal del partido demócrata ha sido ninguneada en todo el proceso y sus protestas han pasado desapercibidas. Ven como sus vacas sagradas de Medicare y la Seguridad Social están en peligro y su decepción con Obama es inmensa... Pero no pueden abandonarle ahora. En un matrmonio desgraciado pero matrimonio al fin y al cabo.
Los candidatos republicanos de 2012: casi todos han guardado silencio y ninguno ha sabido aprovechar la crisis a su favor, a pesar de que algunos son miembros del Congreso. Una oportnidad perdida.
De propina: y tras el último culebrón del verano, los legisladores se van de veraneo hasta el 7 de septiembre.
La bola de cristal: a finales de 2012 expiran los recortes fiscales creados por George W. Bush. Los liberales heridos ya se relamen pensando que podrán desbaratar tranquilamente ese orgullo republicano como venganza.
martes, 2 de agosto de 2011
Esperando la votación
Hay un acuerdo sobre la mesa para elevar el techo de gasto y, como en toda negociación, hay ganadores y perdedores. Hablaremos de ello pero sólo cuando el texto haya sido ratificado por el Senado y la Cámara, y firmado por el presidente. No parece que una revuelta liberal u otra del Tea Party vaya a hundirlo, pero como nunca se sabe esperaremos un poco antes de sacar conclusiones.
sábado, 30 de julio de 2011
La guerra del techo de deuda
Hago una breve interrupción de las vacaciones porque ya me está dando vergüenza no hablar aunque sea un poquito de esta crisis del techo de su gasto y sus implicaciones políticas para 2012.
En realidad es el ejemplo más clásico de tragedia política "washingtoniana": un reloj de arena que se vacia marcando el tiempo para evitar una terrible catástrofe, lo que sólo se puede lograr mediante un acuerdo y nadie quiere ser el primero en pestañear. Por ponerlo fácil, empecemos por explicar los fundamentos: el gobierno de Estados Unidos funciona a través de un presupuesto cerrado pero además tiene establecido por ley lo que se llama un "techo de endeudamiento", es decir, una cifra concreta de dólares que es la cantidad máxima a la que puede ascender la deuda pública de país. Como siempre hace falta financiación, las cámaras del Congreso van aumentando periódicamente esa cifra para que el país pueda seguir pagando facturas y no entre en suspensión de pagos.
Siempre ha sido así. Sólo con George W. Bush se aumentó el techo de gasto más de una decena de veces sin tanto ajetreo, pero cuando la oposición controla alguna de las cámaras suele hacerle la puñeta al presidente de turno y exigir contrapartidas por sacar una vez más al país del atolladero. Hasta ahí sería normal, el típico toma y daca de la capital, pero esta vez ha irrumpido en escena el Tea Party.
En las últimas elecciones resultaron elegido un buen número de repúblicanos gracias en parte a la etiqueta del Tea Party. No se puede definir bien un movimiento tan heterogéneo pero si en algo están de acuerdo es en una cosa: hay demasiado gasto público y por tanto los honrados ciudadanos pagan demasiados impuestos. A todos esos congresistas novatos les va la vida en demostrar que son creyentes verdaderos de esta doctrina y esta crisis es la oportunidad perfecta para demostrarlo. Negar al estado la posibilidad de endeudarse más es obligarlo a gastar menos... O al menos eso dice la teoría.
El presidente Obama tiene una visión diferente, sobre todo porque si no se aumenta el techo de endeudamiento y hay que dejar de pagar facturas, le tocará a él decidir cúales son las que no se abonan. Como cada presidente que se ha visto en una de estas, Obama ha tratado de comunicarle al país que podrían tener que dejar de pagar las pensiones o las facturas de las balas que disparan sus soldados en Afganistán. Eso, además del daño que puede hacer a las finanzas estadounidenses si su gobierno entra en suspensión de pagos, empezando con el aumento de los tipos de interés y terminando por un nuevo colapso financiero.
Este panorama oscuro se tiene que salvar mediante el acuerdo entre las partes y ahí entra nuestro siguiente protagonista, el presidente republicano de la Cámara de Representantes John Boehner. Tiene la delicada misión de elaborar un acuerdo casi imposible:
1. Que contente a las poderosas fuerzas republicanas de Wall Street que quieren que el techo de deuda se eleve como sea. Son las que mantienen económicamente al partido y van a presionar todo lo que puedan para evitar una suspensión de pagos que puede costarles mucho dinero. En esto, están con Obama
2. Que no enfurezca a los halcones fiscales del Tea Party, que no quieren aumentar el techo de deuda porque dice que las predicciones catastróficas de Obama son un fraude y que lo que hace falta es gastar menos. Sólo se los puede convencer ofreciendo a cambio recortes sustanciales.
3. Que satisfaga a los candidatos de las primarias republicanas complicándole a Obama la reelección los máximo posible.
4. Y que no enfurezca tanto a los demócratas como para que rechacen de plano su propuesta con su mayoría en el Senado o como para que Obama la vete.
Su última propuesta cumplía todos los puntos menos el último. Subía el techo sólo hasta principios de 2012 para complicar a Obama en año electoral y ofrecía recortes. Pasó la cámara de milagro con el rechazo unánime de los demócratas y de algunos republicanos del Tea Party. El Senado, con mayoría demócrata, la ha rechazado sólo dos horas después con algunos votos republicanos.
El plazo se acaba el dos de agosto, aproximadamente. El acuerdo tiene que llegar ya o no llegar.
En realidad es el ejemplo más clásico de tragedia política "washingtoniana": un reloj de arena que se vacia marcando el tiempo para evitar una terrible catástrofe, lo que sólo se puede lograr mediante un acuerdo y nadie quiere ser el primero en pestañear. Por ponerlo fácil, empecemos por explicar los fundamentos: el gobierno de Estados Unidos funciona a través de un presupuesto cerrado pero además tiene establecido por ley lo que se llama un "techo de endeudamiento", es decir, una cifra concreta de dólares que es la cantidad máxima a la que puede ascender la deuda pública de país. Como siempre hace falta financiación, las cámaras del Congreso van aumentando periódicamente esa cifra para que el país pueda seguir pagando facturas y no entre en suspensión de pagos.
Siempre ha sido así. Sólo con George W. Bush se aumentó el techo de gasto más de una decena de veces sin tanto ajetreo, pero cuando la oposición controla alguna de las cámaras suele hacerle la puñeta al presidente de turno y exigir contrapartidas por sacar una vez más al país del atolladero. Hasta ahí sería normal, el típico toma y daca de la capital, pero esta vez ha irrumpido en escena el Tea Party.
En las últimas elecciones resultaron elegido un buen número de repúblicanos gracias en parte a la etiqueta del Tea Party. No se puede definir bien un movimiento tan heterogéneo pero si en algo están de acuerdo es en una cosa: hay demasiado gasto público y por tanto los honrados ciudadanos pagan demasiados impuestos. A todos esos congresistas novatos les va la vida en demostrar que son creyentes verdaderos de esta doctrina y esta crisis es la oportunidad perfecta para demostrarlo. Negar al estado la posibilidad de endeudarse más es obligarlo a gastar menos... O al menos eso dice la teoría.
El presidente Obama tiene una visión diferente, sobre todo porque si no se aumenta el techo de endeudamiento y hay que dejar de pagar facturas, le tocará a él decidir cúales son las que no se abonan. Como cada presidente que se ha visto en una de estas, Obama ha tratado de comunicarle al país que podrían tener que dejar de pagar las pensiones o las facturas de las balas que disparan sus soldados en Afganistán. Eso, además del daño que puede hacer a las finanzas estadounidenses si su gobierno entra en suspensión de pagos, empezando con el aumento de los tipos de interés y terminando por un nuevo colapso financiero.
Este panorama oscuro se tiene que salvar mediante el acuerdo entre las partes y ahí entra nuestro siguiente protagonista, el presidente republicano de la Cámara de Representantes John Boehner. Tiene la delicada misión de elaborar un acuerdo casi imposible:
1. Que contente a las poderosas fuerzas republicanas de Wall Street que quieren que el techo de deuda se eleve como sea. Son las que mantienen económicamente al partido y van a presionar todo lo que puedan para evitar una suspensión de pagos que puede costarles mucho dinero. En esto, están con Obama
2. Que no enfurezca a los halcones fiscales del Tea Party, que no quieren aumentar el techo de deuda porque dice que las predicciones catastróficas de Obama son un fraude y que lo que hace falta es gastar menos. Sólo se los puede convencer ofreciendo a cambio recortes sustanciales.
3. Que satisfaga a los candidatos de las primarias republicanas complicándole a Obama la reelección los máximo posible.
4. Y que no enfurezca tanto a los demócratas como para que rechacen de plano su propuesta con su mayoría en el Senado o como para que Obama la vete.
Su última propuesta cumplía todos los puntos menos el último. Subía el techo sólo hasta principios de 2012 para complicar a Obama en año electoral y ofrecía recortes. Pasó la cámara de milagro con el rechazo unánime de los demócratas y de algunos republicanos del Tea Party. El Senado, con mayoría demócrata, la ha rechazado sólo dos horas después con algunos votos republicanos.
El plazo se acaba el dos de agosto, aproximadamente. El acuerdo tiene que llegar ya o no llegar.
sábado, 23 de julio de 2011
sábado, 9 de julio de 2011
El paro amenaza a Obama
Y entonces llegaron las cifras del paro del más de junio y madre mía, no, no eran buenas. Estados Unidos ha creado 18.000 míseros empleos en el último mes, muy por debajo de las previsiones, y tiene una tasa de paro del 9,2%. Un español puede reírse pensando que es el paraíso pero allí las cosas son ligeramente diferentes y un presidente que se presenta a la reelección con esas cifras lo tiene difícil. No es nada que no hayamos dicho muchas veces en este blog pero es que ahora las elecciones están de verdad a la vuelta de la esquina y hay un gran grupo de candidatos republicanos dispuestos a machacarle de verdad por ello.
Un buen termómetro es Pennsylvania, un estado clave en todas las presidenciales que se ha mantenido demócrata durante los últimos 24 años. Con su 7% de paro la gente no está contenta y el presidente Obama, que lo ganó sin dificultad en 2008, ve ahora cómo las cifras se le ponen en contra, baja su popularidad y posibles candidatos republicanos como Mitt Romney pueden darle mucha batalla. La Casa Blanca tiene claro que la economía será otra vez protagonista en estas presidenciales, lo que no sabe es cómo atajar esta crisis y hacer más fuerte el crecimiento. Sin crecimiento robusto no hay empleo y sin empleo... el que se puede quedar sin trabajo es el presidente.
De propina: Sigue el despegue de Michelle Bachmann que incluso en Pennsylvania, un estado moderado, sólo se ve superada por Romney en las encuestas de presidenciables. Habrá que ver si cuando la conozcan mejor continua la tendencia.
La bola de cristal: veo difícil que se mantengan fuerte la idea de abolir la reforma sanitaria de Obama. Ha pasado demasiado tiempo y han entrado otras prioridades en la agenda republicana. Esto, claro, si la Corte Suprema no reabre el debate sobre si es constitucional o no.
lunes, 27 de junio de 2011
Noticias de Iowa: Romney y Bachmann despuntan, malas noticias para Pawlenty
El Des Moines Register De Iowa publica una nueva encuesta y viene pero que muy cargadita de noticias. Es un sondeo a "probables" votantes de los próximos caucus republicanos de enero que muestra un muy sorprendente empate técnico en cabeza. Mitt Romney (23%) y Michelle Bachmann(22%)tienen motivos para la alegría, aunque mucho más la congresista de Minnesota que ha pasado de total desconocida a una de las favoritas. Interesante, sobre todo teniendo en cuenta que aún no ha empezado su campaña "de verdad" en este estado clave. Romney por su parte se apunta una importante victoria pero con signos de preocupación: sabe bien que al perfil de votante de Iowa le va mucho más el conservadurismo social de Bachmann que sus planteamientos. Aun así, su batalla principal es ganar New Hampshire y puede hasta permitirse dejar Iowa en manos de esta nueva estrella que tiene mucho del encanto de Sarah Palin y algo más.
Fuera del ascenso meteórico de Michele Bachmann lo más sorprendente es el excelente resultado de Herman Cain, un millonario por el que nadie nada ni un duro y que ha obtenido nada más y nada menos que un tercer puesto con un 10%, por encima del 7% que han logrado Newt Gingrich y Ron Paul. El lado penoso lo ha protagonizado Tim Pawlenty, considerado uno de los favoritos y con una campaña ya bien formada, que apenas recibe un 6%. Rick Santorum y Jon Huntsman están aun más abajo.
Por supuesto todo eso puede cambiar. Empieza ahora el verano, tiempo de campaña, y los ganadores de hoy pueden llegar a enero acabados o directamente no llegar.
De propina: y con todo el follón de la legalización neoyorquina del matrimonio gay le llega a Obama presión desde la izquierda y sitúa al gobernador demócrata Andy Cuomo en la carrera presidencial de... 2016.
La bola de cristal: ya lo tengo dicho, de poco le va a valer a Romney criticar la "experiencia" de Obama. Eso valía en 2008 pero ahora es el más experto de todos, lleva cuatro años en el cargo.
Fuera del ascenso meteórico de Michele Bachmann lo más sorprendente es el excelente resultado de Herman Cain, un millonario por el que nadie nada ni un duro y que ha obtenido nada más y nada menos que un tercer puesto con un 10%, por encima del 7% que han logrado Newt Gingrich y Ron Paul. El lado penoso lo ha protagonizado Tim Pawlenty, considerado uno de los favoritos y con una campaña ya bien formada, que apenas recibe un 6%. Rick Santorum y Jon Huntsman están aun más abajo.
Por supuesto todo eso puede cambiar. Empieza ahora el verano, tiempo de campaña, y los ganadores de hoy pueden llegar a enero acabados o directamente no llegar.
De propina: y con todo el follón de la legalización neoyorquina del matrimonio gay le llega a Obama presión desde la izquierda y sitúa al gobernador demócrata Andy Cuomo en la carrera presidencial de... 2016.
La bola de cristal: ya lo tengo dicho, de poco le va a valer a Romney criticar la "experiencia" de Obama. Eso valía en 2008 pero ahora es el más experto de todos, lleva cuatro años en el cargo.
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miércoles, 22 de junio de 2011
Polos opuestos: Jon Huntsman y Michelle Bachman
Un educado exgobernador moderado y una congresista entregada al fundamentalismo cristiano. Un experto en diplomacia que habla mandarín y una madre de cinco que dice que fue llamada por Dios a la política. John Huntsman y Michele Bachmann no pueden ser dos personas más diferentes ni representar a sectores más diferentes del Partido Republicano, pero tienen una cosa en común: son candidatos excitantes y atractivos en unas primarias en las que los favoritos no parecen entusiasmar a nadie.
Jon Huntsman es un popular exgobernador de Utah, mormón como Romney, que tal vez sea el republicano más apreciado por los demócratas y el candidato más temido por la Casa Blanca, que le ofreció un puesto de embajador en China con la esperanza de mantenerlo fuera de juego pero ha tenido que verle marchar. Tiene un buen curriculum, sobre todo en materia de impuestos pero a nadie se le escapa que tener a Obama como último empleador no es la mejor carta de presentación para unos votante pde primarias que de momento casi no lo conocen. Su mejor baza puede ser su aspecto, muy presidencial, nada altisonante, pero está teniendo buen cuidado de no dar muchos detalles de sus planes de gobierno porque es bien consciente de que no puede ganar la carrera por ser el más conservador. Él, de hecho, se niega a definirse a sí mismo como conservador. Una apuesta arriesgada en el Partido Republicano de hoy en día.
Michelle Bachman se le parece sólo en una cosa: también a ella el aspecto la ayuda. Siempre sonriente, telegénica, gran comunicadora... No hace falta escucharla durante mucho tiempo para darse cuenta de que conecta con mucha gente a la que tampoco le hacen gracia los chistes de paletos rednecks que creen en la Biblia de modo literal. Ella cree en la Biblia de modo literal y tiene metidas en la cabeza conspiraciones que harían sonrojarse al mejor escritor de novelas de misterio. La ONU, los socialistas, Obama, Dios y quien se ponga por delante. Puede considerársela justamente como la congresista más radical del momento y sin embargo mira, ahí está dando sopas con onda al resto de los candidatos en los debates con el mismo entusiasmo que le pone a todo lo que hace. Normal, cuando es Dios en persona el que te indica los pasos a seguir desde estudiar derecho fiscal hasta presentaste al Congreso.
Os recomiendo dos perfiles publicados esta semana sobre ellos. El New York Times, bastante pelota sobre Huntsman, y Rolling Stone, absolutamente destructivo sobre Bachmann.
De propina: Pawlenty se pone serio y empieza a gastar dinero de verdad en spots de TV en Iowa. Su objetivo, como siempre, desacreditar a Mitt Romney pero ojo, Bachmann y él ya se han visto frente a frente en la política de Minnesota y no se deben tener mucho cariño. Al ser preguntado por ella, dijo: "Yo no pretendo ser Humorista en Jefe"
La bola de cristal: me pregunto cuando tardará en disolverse campaña de Newt Gingrich después de ser abandonado por su equipo de recaudación. No creo que vaya a tener un regreso mágico como el de McCain así que tal vez sea mejor retirarse a tiempo.
Jon Huntsman es un popular exgobernador de Utah, mormón como Romney, que tal vez sea el republicano más apreciado por los demócratas y el candidato más temido por la Casa Blanca, que le ofreció un puesto de embajador en China con la esperanza de mantenerlo fuera de juego pero ha tenido que verle marchar. Tiene un buen curriculum, sobre todo en materia de impuestos pero a nadie se le escapa que tener a Obama como último empleador no es la mejor carta de presentación para unos votante pde primarias que de momento casi no lo conocen. Su mejor baza puede ser su aspecto, muy presidencial, nada altisonante, pero está teniendo buen cuidado de no dar muchos detalles de sus planes de gobierno porque es bien consciente de que no puede ganar la carrera por ser el más conservador. Él, de hecho, se niega a definirse a sí mismo como conservador. Una apuesta arriesgada en el Partido Republicano de hoy en día.
Michelle Bachman se le parece sólo en una cosa: también a ella el aspecto la ayuda. Siempre sonriente, telegénica, gran comunicadora... No hace falta escucharla durante mucho tiempo para darse cuenta de que conecta con mucha gente a la que tampoco le hacen gracia los chistes de paletos rednecks que creen en la Biblia de modo literal. Ella cree en la Biblia de modo literal y tiene metidas en la cabeza conspiraciones que harían sonrojarse al mejor escritor de novelas de misterio. La ONU, los socialistas, Obama, Dios y quien se ponga por delante. Puede considerársela justamente como la congresista más radical del momento y sin embargo mira, ahí está dando sopas con onda al resto de los candidatos en los debates con el mismo entusiasmo que le pone a todo lo que hace. Normal, cuando es Dios en persona el que te indica los pasos a seguir desde estudiar derecho fiscal hasta presentaste al Congreso.
Os recomiendo dos perfiles publicados esta semana sobre ellos. El New York Times, bastante pelota sobre Huntsman, y Rolling Stone, absolutamente destructivo sobre Bachmann.
De propina: Pawlenty se pone serio y empieza a gastar dinero de verdad en spots de TV en Iowa. Su objetivo, como siempre, desacreditar a Mitt Romney pero ojo, Bachmann y él ya se han visto frente a frente en la política de Minnesota y no se deben tener mucho cariño. Al ser preguntado por ella, dijo: "Yo no pretendo ser Humorista en Jefe"
La bola de cristal: me pregunto cuando tardará en disolverse campaña de Newt Gingrich después de ser abandonado por su equipo de recaudación. No creo que vaya a tener un regreso mágico como el de McCain así que tal vez sea mejor retirarse a tiempo.
martes, 14 de junio de 2011
Romney se salva, Pawlenty se hunde, Bachman sube
Tras el fiasco del primer debate en FOX, ayer tuvimos por fin uno en condiciones con los candidatos importantes y en un escenario tan significativo como New Hampshire. Se vieron algunas excentricidad y poca agresividad, pero se pueden sacar unas cuantas conclusiones. Recuperemos la tradición de jugar a GANADORES Y PERDEDORES:
La victoria corresponde en primer lugar a Mitt Romney que logró salir del debate sin un rasguño y se consolida como frontrunner. Cuando uno es más o menos el favorito, todo lo que no sea fallar es vencer, así que se le puede considerar ganador ya que estuvo elegante y no tuvo que pasar por el momento incómodo de defender esa reforma sanitaria que hizo como gobernador y que según sus rivales sirvió de "inspiración" para la de Obama.
Por supuesto esto significa que el gran perdedor fue Tim Pawlenty, que falló miserablemente en su lucha particula contra Mitt Romney. Después de una semana muy cañera criticando esa reforma sanitaria que denominó ObammeyCare, anoche le entró el miedo y prefirió no darle caña a Romney a la cara. Esto le hace perder puntos como alternativa y convierte en uno de los ganadores de la noche a alguien que ni siquiera estaba allí, el gobernador de Texas Rick Perry al que muchos pedirán que compita con Romney si Pawlenty sigue en este plan.
Pero la sorpresa, si es que la hubo, la dio por lo positivo Michele Bachmann: segura, optimista y desde luego la más "tea partier" de todos los que estaban en escena. Ensombreció a todos los candidatos menores y se la ve con fuerza para complicarle la vida a los más importantes. Malas noticias para Sarah Palin: las dos no caben en esta carrera y Bachmann la está cogiendo mucha ventaja. Y también para Newt Gingrich, que pasó sin pena ni gloria.
De propina: por si a alguien le interesa como van las encuestas, la popularidad de Romney sigue mandando. Según la última de CNN casi uno de cada cuatro republicanos apuesta por él, seguido a corta distancia por Sarah Palin. Podéis pasar de los sondeos, a estas alturas las únicas que importan están enIowa y new Hampshire.
La bola de cristal: las primarias siempre son radicales por naturaleza, porque es la base la que vota. Muchos de los excesos verbales de ayer tienen un beneficiario indudable: Barack Obama. Le harán recaudar dinero y movilizar a las bases demócratas.
La victoria corresponde en primer lugar a Mitt Romney que logró salir del debate sin un rasguño y se consolida como frontrunner. Cuando uno es más o menos el favorito, todo lo que no sea fallar es vencer, así que se le puede considerar ganador ya que estuvo elegante y no tuvo que pasar por el momento incómodo de defender esa reforma sanitaria que hizo como gobernador y que según sus rivales sirvió de "inspiración" para la de Obama.
Por supuesto esto significa que el gran perdedor fue Tim Pawlenty, que falló miserablemente en su lucha particula contra Mitt Romney. Después de una semana muy cañera criticando esa reforma sanitaria que denominó ObammeyCare, anoche le entró el miedo y prefirió no darle caña a Romney a la cara. Esto le hace perder puntos como alternativa y convierte en uno de los ganadores de la noche a alguien que ni siquiera estaba allí, el gobernador de Texas Rick Perry al que muchos pedirán que compita con Romney si Pawlenty sigue en este plan.
Pero la sorpresa, si es que la hubo, la dio por lo positivo Michele Bachmann: segura, optimista y desde luego la más "tea partier" de todos los que estaban en escena. Ensombreció a todos los candidatos menores y se la ve con fuerza para complicarle la vida a los más importantes. Malas noticias para Sarah Palin: las dos no caben en esta carrera y Bachmann la está cogiendo mucha ventaja. Y también para Newt Gingrich, que pasó sin pena ni gloria.
De propina: por si a alguien le interesa como van las encuestas, la popularidad de Romney sigue mandando. Según la última de CNN casi uno de cada cuatro republicanos apuesta por él, seguido a corta distancia por Sarah Palin. Podéis pasar de los sondeos, a estas alturas las únicas que importan están enIowa y new Hampshire.
La bola de cristal: las primarias siempre son radicales por naturaleza, porque es la base la que vota. Muchos de los excesos verbales de ayer tienen un beneficiario indudable: Barack Obama. Le harán recaudar dinero y movilizar a las bases demócratas.
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