Tras el fiasco del primer debate en FOX, ayer tuvimos por fin uno en condiciones con los candidatos importantes y en un escenario tan significativo como New Hampshire. Se vieron algunas excentricidad y poca agresividad, pero se pueden sacar unas cuantas conclusiones. Recuperemos la tradición de jugar a GANADORES Y PERDEDORES:
La victoria corresponde en primer lugar a Mitt Romney que logró salir del debate sin un rasguño y se consolida como frontrunner. Cuando uno es más o menos el favorito, todo lo que no sea fallar es vencer, así que se le puede considerar ganador ya que estuvo elegante y no tuvo que pasar por el momento incómodo de defender esa reforma sanitaria que hizo como gobernador y que según sus rivales sirvió de "inspiración" para la de Obama.
Por supuesto esto significa que el gran perdedor fue Tim Pawlenty, que falló miserablemente en su lucha particula contra Mitt Romney. Después de una semana muy cañera criticando esa reforma sanitaria que denominó ObammeyCare, anoche le entró el miedo y prefirió no darle caña a Romney a la cara. Esto le hace perder puntos como alternativa y convierte en uno de los ganadores de la noche a alguien que ni siquiera estaba allí, el gobernador de Texas Rick Perry al que muchos pedirán que compita con Romney si Pawlenty sigue en este plan.
Pero la sorpresa, si es que la hubo, la dio por lo positivo Michele Bachmann: segura, optimista y desde luego la más "tea partier" de todos los que estaban en escena. Ensombreció a todos los candidatos menores y se la ve con fuerza para complicarle la vida a los más importantes. Malas noticias para Sarah Palin: las dos no caben en esta carrera y Bachmann la está cogiendo mucha ventaja. Y también para Newt Gingrich, que pasó sin pena ni gloria.
De propina: por si a alguien le interesa como van las encuestas, la popularidad de Romney sigue mandando. Según la última de CNN casi uno de cada cuatro republicanos apuesta por él, seguido a corta distancia por Sarah Palin. Podéis pasar de los sondeos, a estas alturas las únicas que importan están enIowa y new Hampshire.
La bola de cristal: las primarias siempre son radicales por naturaleza, porque es la base la que vota. Muchos de los excesos verbales de ayer tienen un beneficiario indudable: Barack Obama. Le harán recaudar dinero y movilizar a las bases demócratas.
La victoria corresponde en primer lugar a Mitt Romney que logró salir del debate sin un rasguño y se consolida como frontrunner. Cuando uno es más o menos el favorito, todo lo que no sea fallar es vencer, así que se le puede considerar ganador ya que estuvo elegante y no tuvo que pasar por el momento incómodo de defender esa reforma sanitaria que hizo como gobernador y que según sus rivales sirvió de "inspiración" para la de Obama.
Por supuesto esto significa que el gran perdedor fue Tim Pawlenty, que falló miserablemente en su lucha particula contra Mitt Romney. Después de una semana muy cañera criticando esa reforma sanitaria que denominó ObammeyCare, anoche le entró el miedo y prefirió no darle caña a Romney a la cara. Esto le hace perder puntos como alternativa y convierte en uno de los ganadores de la noche a alguien que ni siquiera estaba allí, el gobernador de Texas Rick Perry al que muchos pedirán que compita con Romney si Pawlenty sigue en este plan.
Pero la sorpresa, si es que la hubo, la dio por lo positivo Michele Bachmann: segura, optimista y desde luego la más "tea partier" de todos los que estaban en escena. Ensombreció a todos los candidatos menores y se la ve con fuerza para complicarle la vida a los más importantes. Malas noticias para Sarah Palin: las dos no caben en esta carrera y Bachmann la está cogiendo mucha ventaja. Y también para Newt Gingrich, que pasó sin pena ni gloria.
De propina: por si a alguien le interesa como van las encuestas, la popularidad de Romney sigue mandando. Según la última de CNN casi uno de cada cuatro republicanos apuesta por él, seguido a corta distancia por Sarah Palin. Podéis pasar de los sondeos, a estas alturas las únicas que importan están enIowa y new Hampshire.
La bola de cristal: las primarias siempre son radicales por naturaleza, porque es la base la que vota. Muchos de los excesos verbales de ayer tienen un beneficiario indudable: Barack Obama. Le harán recaudar dinero y movilizar a las bases demócratas.
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