viernes, 3 de febrero de 2012

Las primarias después de Florida: de Nevada al Supermartes

Mitt Romney vive un momento dulce. No hablo de su cómoda victoria en Florida sino de una consoliación más fundamental que ha llegado en parte gracias a ella. Romney no ha dejado ni por un momento de ser el favorito pero ahora ha dado un paso más. Sólo con Newt Gingrich por delante, en Florida venció no sólo en la votación general, también lo hizo entre los votantes que se identificaban como conservadores y entre los que se consideraban parte del Tea Party. Eso sólo tiene una lectura posible: el ala dura del partido empieza a aceptar como inevitable que Romney va a ser el candidato republicano y por lo tanto lo rodean con su apoyo.

El próximo día 4 tenemos caucus en Nevada. Es un estado con mucha población mormona y eso es una indudable ventaja para Romney, que ya ganó allí en 2008 y cuenta con una formidable organización. Ahí Gingrich no se recuperará.

Del 4 al 11 se celebran también caucus en Maine, otro lugar donde Romney ganó en 2008. Ron Paul se ha trabajado mucho este pequeño estado y tal vez lo gane. Mal lugar también para Gingrich, que no tiene pinta de recuperar el paso aquí.

El 7 de febrero hay caucus en Minnesota, donde Romney cuenta con el importantísimo apoyo del exgobernador y excandidato Tim Pawlenty. Sin embargo, los entendidos cuentan que los caucus de Minnesota también tienen poca participación y están dominados por conservadores sociales anti-establishment. Evidentemente eso beneficia a cualquiera menos a él. Gingrich y Paul tienen aquí una oportunidad.

También el 7 de febrero Missouri vota, aunque lo hace en primarias. Newt Gingrich ni siquiera se presenta en este estado por un error administrativo así que la oportunidad de socavar a Romney es para Rick Santorum. El favorito cuenta con todo el apoyo del aparato del partido pero se trata de un estado muy conservador donde los votantes van a dudar de él. Si Santorum se lo trabaja, puede hacer algo importante aquí.

Ese mismo día 7 hay caucus también en Colorado, donde Romney también ganó en 2008 y mantiene una fuerte organización. Aunque el estado ha virado algo hacia a la izquierda en los últimos tiempos los evangélicos siguen teniendo una influencia importantísima en los caucus republicanos. A ellos se encomienda Rick Santorum en uno de sus últimas oportunidades para dejar huella en esta campaña.

Tras un largo descanso el día 28 de febrero hay una interesantísima primaria en Arizona que presenta una buena batalla Gingrich-Romney. Este último cuenta con importantes apoyos institucionales, entre otros el de su antiguo rival y senador del estado John McCain. Además de cierta población mormona, Romney también tiene a su favor la inmigración: Gingrich trató de ganarse a los hispanos de Florida con un enfoque más humano y eso va a hundirlo en Arizona. Allí el tema fronterizo es vital para los republicanos. Por otro lado es un estado sólidamente conservador y eso favorece a Gingrich. Veremos.

Ese mismo día 28 vota también Michigan. Aquí hay poca duda. Romney nació en Detroit y su padre fue un gobernador muy popular en el estado. Ya lo ganó en 2008 y no veo cómo podría perder esta vez. Después de esto ya pasamos al Supermartes, con siete primarias y tres caucus el mismo dia. Si cuando despunte el alba Romney no tiene asegurada la nominación, será por poco.

De propina: las encuestas nos dicen que en los doce estados más competitivos, Romney empata con Obama. Gingrich pierde por unos catorce puntos. Va a ser una batalla digan de verse...

La bola de cristal: en Florida Romney ganó el voto hispano con un 54%. En las generales tal vez pueda conformarse con un 25%... Esa es mi predicción.

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