¿Puede esto ser de verdad? Es una pregunta muy repetida en el Partido Republicano estos días... Newt Gingrich ha protagonizado una muy improbable resurrección política que le ha llevado a ser el favorito para obtener la nominación del partido y enfrentarse a Obama por la presidencia el próximo noviembre. ¿De verdad? Mi opinión personal es que descarrilará tarde o temprano pero eso es para después, vamos a hablar un poco más de eso.
Increíble: dejó la primera línea política en a finales de los 90, ha amenazado con participar en todas las primarias republicanas que yo recuerdo, lleva dos divorcios y varias infidelidades a sus espaldas y hace apenas seis meses, todo el alto mando de su campaña dimitió porque les parecía que el candidato no se tomaba en serio su intento de alcanzar la presidencia. ¿Que más hace falta para hundir a un político? Pues se ve que la oposición a Mitt Romney es más sólida de lo que la mayoría de los expertos pensaban. Mitt no gusta y están dispuestos a ensalzar a cualquiera, incluso a Newt, que ha resultado ser el más listo a la hora de aprovechar la oportunidad.
Y tal vez por eso, con poco dinero y una campaña medio desmantelada, ha conseguido la primacía absoluta tanto en Iowa como en las encuestas nacionales. Pero, ¿qué nos asegura que no caerá como antes Herman Cain, Rick Perry o Michele Bachmann? Pues nada, nada en absoluto, porque si algo tiene Gingrich es una increíble capacidad de ser su peor enemigo y aun si consiguiera no meter la pata, argumentos no le faltan a sus enemigos. Recopilados con ayuda de Mother Jones:
- Su complicada vida sentimental cuando trata de presentarse como un candidato de "valores familiares": divorcios e infidelidades públicas y publicadas. No le ayudará esa historia de que le comunicó el divorcio a su primera mujer mientras estaba en el hospital recuperándose de cáncer.
- Sus fase de "creyente" en el cambio climático, un pecado para las bases republicanas que encima empeora con este anuncio al respecto que grabó con Nancy Pelosi (AKA Satán para los conservadores)
- Su carrera post-congreso en la que ha ganado más de 100 millones $ aconsejando a lobbies... Los insiders no venden en primarias.
- Su postura "blanda" ante la inmigración ilegal (blanda según los estándares ultraconservadores que dominan las primarias)
- Su apoyo inicial a la reforma sanitaria del que luego, por supuesto, se ha desmarcado para atacar a Obama. El problema es que hay vídeo.
Y con todo y con eso sigue avanzando porque, las cosas como son, a muchos republicanos les da igual que Romney tenga posibilidades de cargarse a Obama, simplemente no lo soportan.
De propina: el debate de ayer en Iowa fue malo para Romney, que ya veía ganadas las primarias y ahora se pone nervioso con el ascenso de Newt. Su punto más bajo fue cuando quiso apostarle 10.000 $ a Rick Perry... una cifra tan alta que puso de manifiesto lo alejado que está un millonario de la realidad de la crisis. "Twenty bucks" hubiera sido un término mejor.
La bola de cristal: Dios mío, no permitas que los candidatos accedan a acudir a un debate moderado por Donald Trump... el hombre que sigue dudando que Obama naciera en Estados Unidos.
Increíble: dejó la primera línea política en a finales de los 90, ha amenazado con participar en todas las primarias republicanas que yo recuerdo, lleva dos divorcios y varias infidelidades a sus espaldas y hace apenas seis meses, todo el alto mando de su campaña dimitió porque les parecía que el candidato no se tomaba en serio su intento de alcanzar la presidencia. ¿Que más hace falta para hundir a un político? Pues se ve que la oposición a Mitt Romney es más sólida de lo que la mayoría de los expertos pensaban. Mitt no gusta y están dispuestos a ensalzar a cualquiera, incluso a Newt, que ha resultado ser el más listo a la hora de aprovechar la oportunidad.
Y tal vez por eso, con poco dinero y una campaña medio desmantelada, ha conseguido la primacía absoluta tanto en Iowa como en las encuestas nacionales. Pero, ¿qué nos asegura que no caerá como antes Herman Cain, Rick Perry o Michele Bachmann? Pues nada, nada en absoluto, porque si algo tiene Gingrich es una increíble capacidad de ser su peor enemigo y aun si consiguiera no meter la pata, argumentos no le faltan a sus enemigos. Recopilados con ayuda de Mother Jones:
- Su complicada vida sentimental cuando trata de presentarse como un candidato de "valores familiares": divorcios e infidelidades públicas y publicadas. No le ayudará esa historia de que le comunicó el divorcio a su primera mujer mientras estaba en el hospital recuperándose de cáncer.
- Sus fase de "creyente" en el cambio climático, un pecado para las bases republicanas que encima empeora con este anuncio al respecto que grabó con Nancy Pelosi (AKA Satán para los conservadores)
- Su carrera post-congreso en la que ha ganado más de 100 millones $ aconsejando a lobbies... Los insiders no venden en primarias.
- Su postura "blanda" ante la inmigración ilegal (blanda según los estándares ultraconservadores que dominan las primarias)
- Su apoyo inicial a la reforma sanitaria del que luego, por supuesto, se ha desmarcado para atacar a Obama. El problema es que hay vídeo.
Y con todo y con eso sigue avanzando porque, las cosas como son, a muchos republicanos les da igual que Romney tenga posibilidades de cargarse a Obama, simplemente no lo soportan.
De propina: el debate de ayer en Iowa fue malo para Romney, que ya veía ganadas las primarias y ahora se pone nervioso con el ascenso de Newt. Su punto más bajo fue cuando quiso apostarle 10.000 $ a Rick Perry... una cifra tan alta que puso de manifiesto lo alejado que está un millonario de la realidad de la crisis. "Twenty bucks" hubiera sido un término mejor.
La bola de cristal: Dios mío, no permitas que los candidatos accedan a acudir a un debate moderado por Donald Trump... el hombre que sigue dudando que Obama naciera en Estados Unidos.
Entiendo las dudas de los republicanos.
ResponderEliminarSi bien Romney es visto a priori como una opción más segura, también es más previsible. Con Romney como candidato, nos espera una campaña convencional, con un candidato temeroso de buscar el KO y esperando ganar a los puntos en una campaña igualada. Nunca sería un desastre, pero tampoco nunca sería un candidato intratable.
Mientras que Gingrich representa una opción a priori más arriesgada, y también más imprevisible, para bien o para mal. Promete una campaña mucho más rimbombante y explosiva que la de Romney. Es un tipo duro y talentoso que puede ir a buscar poner a Obama contra las cuerdas desde el principio, retándolo a más debates, obligándole a abandonar su zona de confort y su calculada ambigüedad, la vacuidad de su discurso, etc. Un tipo de campaña que puede salir muy mal pero también puede salir muy bien.
Y entiendo que es tentador para los republicanos.