sábado, 9 de noviembre de 2013

Todo lo que Obama puede perder y está perdiendo

En menos de un año la popularidad de Obama ha descendido doce puntos. Hoy, solo cuatro de cada diez estadounidenses aprueba su gestión mientras que un 53% la desaprueba. Los números no son aún terribles pero apuntan a una crisis fundamental: el presidente ha apostado su legado a la reforma sanitaria y la reforma sanitaria no está funcionando. Las consecuencias pueden ser catastróficas para él y para los demócratas.

Aunque es cierto que los fallos en su web son el sueño húmedo de todo conservador para ilustrar la incompetencia del gobierno federal, son poco más que una anécdota. Ya se encargará la Casa Blanca de que el sistema acabe funcionando, pero el problema es mucho más profundo y se trata una crisis de credibilidad. Obama se plantó ante las cámaras y le dijo a la clase media que quien tuviera un seguro que le gustara podría conservarlo, pero eso simplemente no es cierto, porque los seguros están cancelando pólizas tras su entrada en vigor. Esta ruptura de la confianza es tal que él mismo ha tenido que salir a pedir perdón: "Siento que se vean en esta situación por culpa de mis afirmaciones". La mentira, en contra de lo que pueda parecer, sigue siendo un asunto muy serio para un presidente y tiene difícil arreglo.

Piensan en la Casa Blanca que si logran apañar la web y hacer que los estadounidenses contraten sus seguros médicos, todavía pueden salvar la cara y hacerse perdonar la mentira. No está fuera de toda lógica porque, en efecto, muchos están logrando buenos precios pero reparar la relación del presidente con esas personas que se van a ver fuera de su seguro es casi imposible. Y aún así ese no es el mayor de sus problemas. Al igual que le sucedió a Bush padre con su famosa promesa de no subir los impuestos "Read my lips: no new taxes" la identificación de Obama con Obamacare es total y sus destinos están unidos. El presidente ha tenido que luchar una y otra vez la misma batalla para que entrara en vigor: ante la opinión pública, el Congreso, la Corte Suprema, el electorado... Y si sale mal, ninguna otra cosa importara.

Las consecuencias inmediatas de lo que digo se ven en el desplome de su popularidad, que se mantiene a pesar de las buenas noticias en la economía y el empleo. Nada está más fuertemente atado al presidente que su reforma. Y desde luego que las consecuencias electorales ya despuntan en el horizonte: si esto no se corrige los demócratas van a sufrir y mucho en 2014. Las posibilidades de recuperar la Cámara de Representantes que surgieron tras el shutdown se desvanecen y en el Senado, en un año difícil para los demócratas, la reforma sanitaria puede ser el asunto fundamental en varios estados donde no es nada popular.

Esas consecuencias coyunturales pueden ser serias, pero nada comparable a la cuestión fundamental que tienen ante sí los demócratas. Desde la década de los 80, la tendencia general ha sido la de reducir los programas sociales y minimizar la acción del gobierno en esa parcela. Si este primer intento serio de aumentar derechos sociales fracasa, puede que el partido del presidente haya perdido una batalla ideológica clave y que las consecuencias definan el debate de las próximas tres décadas.

De propina: la Casa Blanca hace lo que puede por desvincular al presidente pero como digo, es imposible. Y cuando no, contraproducente, como decir ahora que no conocía los problemas de la web de Obamacare. No sé qué interpretación es peor, la de que es un incompetente que no puede manejar el lanzamiento de su iniciativa estrella o peor, la de que "no le importan" los problemas de los estadounidenses.

La bola de cristal: y como corresponde a todo presidente en su segundo mandato, hay que intentar incorporar al legado "yo hice la paz en Oriente Próximo". Ojalá funcionen las negociaciones con Irán pero yo veo a uno y otro lado muchos intereses en que fracasen.

1 comentario:

  1. Es lo que desde el principio debieron pensar los republicanos, se sabia desde el inicio que el Affordable Care Act iba a ser un desastre, ellos han debido quedarse con declaraciones en contra y nada mas y no lanzarse a cerrar el gobierno y armar todo ese caos, si se hubieran comportado con prudencia, hoy por hoy el partido hubiera salido sumamente fortalecido con todas estas fallas de Obamacare, y se lo hubieran hechado en cara al Presidente, ahora aunque todavia lo pueden hacer, la imagen del GOP (al igual que la de Obama) esta por los suelos.

    Yo veo unas elecciones mid-term bastante interesantes para ambos partidos en 2014

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