jueves, 6 de junio de 2013

Cuando muere un senador

En esta vida política coreografiada al segundo hay ya pocos acontecimientos que dependan enteramente del azar, que sean por completo imprevisibles. Pero la muerte, de momento, sigue viniendo sin anunciarse en la mayoría de los casos y el pasado lunes visitó al senador demócrata de New Jersey Frank Lautenberg. Hubo elogios y también alguna lágrima, pero todo eso ocupó un espacio mínimo al lado de la gran pregunta urgente ¿qué pasa con su asiento en el Senado?

La decisión dependía del gobernador Chris Chistie, un republicano moderado que tiene encandilado a un estado de fuerte tradición demócrata y que quiere ser presidente en 2016. La ley le ofrecía tres opciones:
  1. Nombrar un sustituto de su agrado para que ocupe el escaño hasta que acabe el mandato del senador fallecido, en noviembre de 2014. Era la opción preferida de su partido porque daría al candidato tiempo para lucirse en el Senado, recaudar dinero y hacerse querer por los votantes. En un estado que no tiene un senador republicano desde 1979 era casi la única esperanza de victoria para el partido, pero además significaba que los republicanos del Senado contarían con un muy necesitado voto adicional. Los demócratas se daban cuenta perfectamente y dijeron bien alto que retrasar hasta entonces la elección era una manipulación, que había que preguntar a los electores.  
  2. Nombrar un sustituto hasta la siguiente cita electoral normal, la elección a gobernador del 5 de noviembre de este año. Los demócratas estarían de acuerdo y los republicanos se enfadarían, pero sería un opción barata de acudir pronto a las urnas sin convocar una elección especial.Hasta ahí bien pero la opción representaba un riesgo para el propio Christie. El demócrata más popular del estado, el alcalde de Newark Cory Booker, quiere presentarse al Senado y a Christie no le interesa coincider con él en la papeleta electoral. El gobernador tiene prácticamente asegurada la reelección pero si Booker ilusiona al electorado demócrata para que acuda a las urnas para enviarle al Senado, puede que ya de paso voten por cualquier demócrata que se presente contra Christie. 
  3. Nombrar un sustituto convocar una elección especial separada sólo para cubrir la vacante del senador muerto. Los demócratas estarían encantados de poner a Cory Booker en el Senado sin tener que acurdir a las urnas el mismo día que se vota al ultrapopular gobernador Christie, pero los republicanos renunciarían a sus pocas posibilidades de victoria. Además, supondría convocar una elección más, con el gasto público que eso supone.

¿Cuál creéis que ha escogido? Pues la opción tres, evidentemente. Ha preferido enfadar a su partido y costarle un asiento en el Senado a arriesgar aunque sea mínimamente su reelección. New Jersey irá a las urnas a escoger senador apenas dos semanas antes de la elección normal a gobernador. Chris Christie ha dicho que "ni sabe el precio de la elección ni le importa", pero debería. Se acaba de ganar unos cuantos enemigos más entre los republicanos de cara a las primarias presidenciales de 2016: los que le echarán en cara el derroche de tener dos elecciones por motivos partidistas y los que le acusarán una vez más de simpatizar con los demócratas. Después de haberse hecho fotos con Obama en la última campaña, esto seguro que también se lo recordarán.

De propina: la confirmación de que la National Security Agency recopila los datos de consumo telefónico de millones de estadounidenses es indignante, y va camino de abrir un nuevo frente para la Administración Obama cuando ya tiene acusaciones serias de ejercer de Gran Hermano. Se puede hacer gracias a las leyes del pánico aprobadas tras el 11-S por Bush, pero eso no le quita ni pizca de importancia.

La bola de cristal: y como era de esperar, los dos inspectores de impuestos a los que el gobierno les ha cargado encima el escándalo, dicen que actuaban obedeciendo órdenes de arriba. No hemos visto ni mucho menos el último capítulo del escándalo del IRS.

3 comentarios:

  1. Christie se está convirtiendo en una especie de Giuliani. Mucha aceptación, reconocimiento, buena prensa, el puto amo en su ciudad, pero al final en tierra de nadie en política nacional. Y no me extrañaría que sus ambiciones presidenciales terminen igual que las de Giuliani, que prometían mucho pero...

    Todos estos escándalos de la Agencia de Seguridad Nacional y el IRS son un filón para Rand Paul. Los acontecimientos respaldan cada vez más gran parte del discurso anti-sistema. Ojo a Paul que, aunque los medios establecidos intentarán pararlo a toda costa, puede montar una campaña muy muy potente y ser el candidato de los más jóvenes y los desencantados en el 16.

    ResponderEliminar
  2. Muy de acuerdo con lo de Chris Christie. Yo creo que sería un gran candidato de cara a 2016, de hecho es el que mas se aproxima al común estadounidense, sin mencionar el éxito que ha tenido en un estado eminentemente demócrata y todos esos aspectos. Pero ante un GOP tan radical, dudo que tenga algún chance en las primarias.

    Rand Paul ha causado mucha expectativa, pero aunque gane las primarias, yo no lo veo como Presidente. Sus posturas, en armas y en otros aspectos están completamente ''out-of-touch'' con el común y viene de un ala del partido republicano que es totalmente rechazada por los estadounidenses, yo dudo que caiga bien entre los independientes y los hispanos. Pero bueno veremos.

    Es increíble como los republicanos continúan con las mismas posturas que los hundieron en el 2012, Parece que se esfuman las posibilidades de la Reforma Inmigratoria. Los republicanos de la cámara ya dijeron que vetarán la propuesta migratoria de ''los 8''

    ResponderEliminar
  3. Yo tampoco veo a Rand Paul como Presidente, sobre todo porque los grandes medios en primera instancia y las máquinas electrónicas en última instancia están para evitarlo y colocar al designado por la clase dominante.

    Últimamente suenan mucho los tickets Jeb Bush/Susana Martínez y Hillary Clinton/Joe Biden para 2016 como los favoritos de los que manejan nuestro destino.

    Pero sí creo que Rand Paul tiene potencial para ser protagonista, para actuar sobre el proceso de una forma inesperada, con una mayor capacidad de sorpresa, de aportar novedades. Por ejemplo, si la nominación demócrata se dirime entre dos candidatos tan ortodoxos y vinculados al poder establecido como Hillary y Biden, Rand Paul puede no ser atractivo para las clases medias acomodadas o para la gente de cierta edad pero puede atraer a su movimiento a la juventud, a los desencantados, a los escépticos, es decir puede no ser una apuesta ganadora pero puede agitar los equilibrios electorales que en los últimos años parecen tan inmóviles y exigir mucho más al resto de los candidatos, incluso podría provocar también el ascenso de una respuesta populista en la izquierda que pudiera poner en jaque a Hillary. Eso lo hace interesante en cualquier caso. Ahora mismo entre los demócratas no parece haber algo similar para 2016, es todo puro oficialismo, "carguismo", sucesión ordenada, y posturas tímidas en todos los asuntos. Veremos si surge también algún candidato agitador en la izquierda. ¿Elizabeth Warren? ¿Sherrod Brown?

    ResponderEliminar

Amigos de El Diario