martes, 17 de enero de 2012

South Carolina a vida o muerte: la última oportunidad para los conservadores

Si Mitt Romney gana la primaria de South Carolina, habrá ganado la nominación. La frase no es mía, es de casi todos los analistas y al escucharla, los conservadores sienten un escalofrío por la espalda. En 2008 ya tuvieron que tragar con un candidato moderado como John McCain pero en fin, era una situación desesperada tras el desastre de Bush. Lo que desde luego no imaginaban es que en 2012, con un Obama impopular y una base llena de entusiasmo, iban a tener que vérselas con un candidato todavía menos conservador, un mormón de Massachusetts como Romney.

Primero no consiguieron que se presentara ningún conservador de primera fila, luego permitieron que el voto evangélico se dividiera entre varios candidatos menores y ahora se ven ya ante lo inevitable: un Romney fuerte que ha ganado fácilmente Iowa y New Hampshire y que va derechito a la nominación. Sólo les queda una oportunidad, una pequeñísima ventana a través de la que evitar la nominación de Romney y colocar en su lugar a "uno de los suyos".

Su mínima oportunidad se llama South Carolina: una primaria dominada por los conservadores, un estado sureño con fortísimos lazos evengélicos, un campo minado para un moderado empresario de Nueva Inglaterra como Romney. Es la oportunidad perfecta y están decididos a aprovecharla, tal vez no será suficiente para robarle la nominación pero sí al menos para presentar batalla, demostrar que siguen siendo la familia más importante del Partido. Por eso no quieren repetir errores y quieren evitar confusión: una reunión de los más importantes líderes conservadores decidió ayer apoyar a Rick Santorum.

¿Un nuevo y último error? Puede ser porque lo que nos dicen las encuestas es que el candidato capaz de disputarle a Romney la victoria en South Carolina es hoy por hoy Newt Gingrich, aún popular aunque con menos credibilidad entre los conservadores. Su apoyo explícito conseguirá algo de momentum para Santorum pero es difícil que logre dar la vuelta a estas cifras que publicó ayer Insider Advantage para South Carolina:

Mitt Romney 32%
Newt Gingrich 21%
Ron Paul 14%
Rick Santorum 13%

Quedan cinco días para que los electores vayan a las urnas y no parece que los conservadores lo vayan a tener fácil. A Romney le han dañado las críticas por sus despidos en Bain Capital pero eso puede ser un arma de doble filo: lo que le mataría en South Carolina son los temas sociales en los que siempre será más moderado que Santorum, no la economía.

De propina: Jon Huntsman, ese republicano tan moderado que podría ser demócratas, ese embajador de Obama que habla chino con fluidez, se ha retirado. Su apoyo electoral se trasladará automáticamente a Romney aunque en South Carolina es difícil que se note. El propio Huntsman ya se ha comprometido públicamente a apoyarlo.

La bola de cristal: Veo imposible que Rick Perry no se retire después de South Carolina. En un estado vecino a Texas, donde es gobernador, está al 5% en las encuestas.

2 comentarios:

  1. Aunque no se den cuenta, en realidad Romney es el candidato más conservador que presentará el GOP en 3 décadas.

    La resistencia es más bien una cuestión de confianza, no creen en su autenticidad, creen que si llega a Presidente sacrificará las ideología por el consenso, las ideas por los resultados. Eso es lo que les pasa a quienes siguen desconfiandod e Romney.

    Pero, objetivamente, la plataforma electoral, el programa, con el que se rpesenta Romney a estas elecciones es la más conservadora de ningún candidato que el GOP haya nominado desde 1988.

    Bush en 2000, que iba apoyado por lso conservadores, llevaba en su programa una reforma migratoria, un carísimo plan de medicamentos para jubilados, una reforma educativa bipartidista apoyada por Ted Kennedy!

    El programa de Romney este año es mucho más conservador. A simple vista parece menos conservador porque no es de Texas, no va a cazar, y no tiene el record de ejecuciones. Pero es una idea completamente equivocada.

    Lo mismo Huntsman, su programa era profundamente conservador, pero no supo comunicarlo y dejó que los demás lod efinieran como lo que no era por haber servido de embajador con Obama.

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  2. La confianza lo es todo, mucho más allá del programa. Ni siquiera los votantes ultrapolitizados de Iowa y NH se saben al dedillo el programa pero saben de dónde vIene Romney y de qué temas habla: un mormón de Massachusetts que pasa por encima del aborto siempre que puede porque antes tenía otra opinión, que tiene un pasado muy significativo en materia sanitaria, que no apela constantemente a los valores familiares... En fin todo el código de señales que lleva conformando la identidad política de los conservadores sociales desde hace tres décadas.

    La plataforma que llevarán a la convención de Tampa será siempre muy parecida pero un candidato no puede huir de quién es y sólo hasta cierto punto de quién ha sido. La transformación de Romney es un conservador social hace 4 años sólo hizo que en Iowa se descojonaran de él después de gastar una fortuna y le dieran la victoria a Huckabee. Este año, hablando de un tema que le va mucho más como la economía, es mejor candidato. No se puede huir de uno mismo y si Huntsman quería tener algo que hacer en sunpartido jamás debería haber aceptado el puesto de embajador, eso es así.se fabricó a sí mismo un traje de moderado que luego no desmintió con su actitud en los debates.

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