Para un análisis de todos los posibles candidatos, puedes ver nuestra lista actualizada.
Se acaba el tiempo de las bromas (excepto para Donald Trump, claro). Estamos a punto de estrenar el verano y nadie puede ganar Iowa y New Hampshire si no pasa los meses del calor estrechando manos en las ferias del condado. La margarita tiene ya que estar deshojada y quien no lo vea claro, adiós, pero quien haya decidido que quiere seguir adelante, necesita empezar a reclutar talento, a recaudar dinero y a pasar mucho mucho tiempo en los estados clave... más que nada porque hay candidato como Tim Pawlenty o Mitt Romney que llevan haciéndolo bastante tiempo.
El gobernador de Mississippi Haley Barbour es de los que han optado por lo primero. Barbour anuncia que no se presenta y a mí, desde luego, me ha sorprendido porque estaba construyendo una organización muy inteligente para vencer. Barbour es estratega político de profesión y ha debido ver que el camino estaba más difícil de lo que pensaba. La explicación oficial que ha dado es que no podía poner todo su empeño y entusiasmo en la campaña.
Esta retirada tiene grandes consecuencias. En primer lugar abre camino a una posible candidatura de su amigo el gobernador de Indiana Mitch Daniels, porque parecía poco probable que se fueran a enfrentar. También acerca la posibilidad de que se presente Mike Huckabee, una figura de peso que había dicho en público que no pensaba luchar contra Barbour. Los dos son candidatos de indudable atractivo electoral pero que parecen indecisos al respecto. En el caso de Daniels, parece que su familiar tampoco está muy contenta con la idea de que se postule como presidenciable. El cuatro de mayo tiene un discurso importante, entonces veremos.
Pawlenty y Romney están totalmente implicados, y también Newt Gingrich, pero todavía hay muchos indecisos además de Huckabee y Daniels: Jon Huntsman regresa a EEUU la semana que viene y aún no ha dicho nada, lo mismo que la improbable Sarah Palin, el excéntrico Trump o la extremista Michele Bachmann. Todos tienen que dar un paso adelante muy pronto o ver pasar la oportunidad desde fuera.
De propina: Obama baja en popularidad al mismo ritmo que sube la gasolina, ése va a ser un gran problema... y seguro que no le agrada esa encuesta en la que Mitt Romney le gana Florida por nueve puntos.
La bola de cristal: el descontento de los republicanos con sus candidatos es normal e irá desapareciendo según les conozcan mejor.
Se acaba el tiempo de las bromas (excepto para Donald Trump, claro). Estamos a punto de estrenar el verano y nadie puede ganar Iowa y New Hampshire si no pasa los meses del calor estrechando manos en las ferias del condado. La margarita tiene ya que estar deshojada y quien no lo vea claro, adiós, pero quien haya decidido que quiere seguir adelante, necesita empezar a reclutar talento, a recaudar dinero y a pasar mucho mucho tiempo en los estados clave... más que nada porque hay candidato como Tim Pawlenty o Mitt Romney que llevan haciéndolo bastante tiempo.
El gobernador de Mississippi Haley Barbour es de los que han optado por lo primero. Barbour anuncia que no se presenta y a mí, desde luego, me ha sorprendido porque estaba construyendo una organización muy inteligente para vencer. Barbour es estratega político de profesión y ha debido ver que el camino estaba más difícil de lo que pensaba. La explicación oficial que ha dado es que no podía poner todo su empeño y entusiasmo en la campaña.
Esta retirada tiene grandes consecuencias. En primer lugar abre camino a una posible candidatura de su amigo el gobernador de Indiana Mitch Daniels, porque parecía poco probable que se fueran a enfrentar. También acerca la posibilidad de que se presente Mike Huckabee, una figura de peso que había dicho en público que no pensaba luchar contra Barbour. Los dos son candidatos de indudable atractivo electoral pero que parecen indecisos al respecto. En el caso de Daniels, parece que su familiar tampoco está muy contenta con la idea de que se postule como presidenciable. El cuatro de mayo tiene un discurso importante, entonces veremos.
Pawlenty y Romney están totalmente implicados, y también Newt Gingrich, pero todavía hay muchos indecisos además de Huckabee y Daniels: Jon Huntsman regresa a EEUU la semana que viene y aún no ha dicho nada, lo mismo que la improbable Sarah Palin, el excéntrico Trump o la extremista Michele Bachmann. Todos tienen que dar un paso adelante muy pronto o ver pasar la oportunidad desde fuera.
De propina: Obama baja en popularidad al mismo ritmo que sube la gasolina, ése va a ser un gran problema... y seguro que no le agrada esa encuesta en la que Mitt Romney le gana Florida por nueve puntos.
La bola de cristal: el descontento de los republicanos con sus candidatos es normal e irá desapareciendo según les conozcan mejor.
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