La suerte está echada, que diría Julio César. Los nueve jueces de la Corte Suprema votarán hoy sobre la constitucionalidad de la reforma sanitaria de Obama aunque el resultado no se hará público hasta el mes de junio. Podrían anular parte o la totalidad de la ley, pero el punto clave es si declararán o no legal la obligación que establece de que todos los estadounidenses tengan contratado un seguro médico en 2014. La sabiduría popular dice que si a Obama le derriban la ley, eso hundiría sus posibilidades de ser reelegido aunque comienzan a surgir voces que desafían esa teoría.
Un varapalo en la reforma laboral puede animar mucho a los votantes demócratas pero invariablemente será un varapalo para Obama, no hay que olvidar que en EE.UU. el principal baremo para medir la buena salud política de una administración es el número de encuestados que considera al presidente "un líder fuerte". Que los jueces derriben el principal logro de tu presidencia no es muy "de líder fuerte".
Parece que el resultado final dependerá de la opinión de dos jueces: el presidente de la Corte John Roberts y el juez Anthony Kennedy. Que ambos fueran nominados por presidentes republicanos (Bush hijo y Reagan) da una idea de que Obama lo lleva mal, pero también es cierto que Kennedy se ha desmarcado de la mayoría conservadora en muchas ocasiones.
Ahora, lo dicho, a esperar a junio.
De propina: Mitt Romney ya ha ganado la nominación, aunque no sea matemáticamente... estandartes republicanos como George W. Bush o el congresista Paul Ryan ya han hecho público su apoyo: el partido republicano cierra filas.
La bola de cristal: el giro a la derecha de Romney le renta mucho a Obama. Va líder en las encuestas de los tres estados decisivos de cara a la general: Florida, Ohio y Pennsylvania.
Un varapalo en la reforma laboral puede animar mucho a los votantes demócratas pero invariablemente será un varapalo para Obama, no hay que olvidar que en EE.UU. el principal baremo para medir la buena salud política de una administración es el número de encuestados que considera al presidente "un líder fuerte". Que los jueces derriben el principal logro de tu presidencia no es muy "de líder fuerte".
Parece que el resultado final dependerá de la opinión de dos jueces: el presidente de la Corte John Roberts y el juez Anthony Kennedy. Que ambos fueran nominados por presidentes republicanos (Bush hijo y Reagan) da una idea de que Obama lo lleva mal, pero también es cierto que Kennedy se ha desmarcado de la mayoría conservadora en muchas ocasiones.
Ahora, lo dicho, a esperar a junio.
De propina: Mitt Romney ya ha ganado la nominación, aunque no sea matemáticamente... estandartes republicanos como George W. Bush o el congresista Paul Ryan ya han hecho público su apoyo: el partido republicano cierra filas.
La bola de cristal: el giro a la derecha de Romney le renta mucho a Obama. Va líder en las encuestas de los tres estados decisivos de cara a la general: Florida, Ohio y Pennsylvania.