lunes, 5 de octubre de 2009

La galleta Olímpica de Obama

Las risas de los republicanos se oyen en todos los rincones de Washington. No, en serio, la derrota olímpica de Chicago en primera ronda está siendo el chascarrilo más repetido. Hay que entenderlo, el GOP lleva casi un año esperando a que Obama pierda en algo y mira, ha pasado. Creo que lo que más les gusta es la forma de la derrota. Llegó a Copenhague con sus mejores armas, a saber: oratoria, encanto, diplomacia... y perdió. Y no de cualquier manera, se dio un trompazo de categoría al caer la primera del grupo sin ni siquiera desplazar a Tokio. De gran favorita a objeto de las risas.

Sin duda el hecho de que la derrota tenga algo de personal también endulza esta victoria indirecta. Chicago es la ciudad de Obama, por eso el presidente se jugó el órdago y por eso el bofetón duele más. Pero él, la verdad, se lo ha tomado con deportividad:
"Creo que una de las cosas más valiosas del deporte es que a veces puedes juegar un gran partido y no ganar. Por eso, aunque desaba haber vuelto de Copenhague con mejores noticias, no puedo estar más orgulloso de mi ciudad de Chicago".
Añaden desde la Casa Blanca que el presidente no se arrepiente en absoluto de haber viajado a Copenhague, a pesar de que el gesto asociaba a su nombre la derrota. Los republicanos, encantados.

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