En las presidenciales de 2008 Obama ganó el 67% del voto latino, que además resultó clave para que ganara estados como Colorado o New Mexico. De cara a 2012 siempre habría sido extraño que no se lo llevara de nuevo el voto hispano, pero la clave es cuántos se acercarán a votar, la siempre comentada movilización. Tras un primer mandato algo decepcionante, la Casa Blanca temía que muchos se quedaran en casa el día de la elección.
Por eso Obama ha decidido soltar una bomba a cinco meses de las elecciones: ya no se deportará a los jóvenes inmigrantes ilegales que llegaron al país de niños. Se les dará un permiso de trabajo. La condición es que no tengan antecedentes penales, lleven al menos cinco años en el país, sean menores de 30 años y hayan estudiado bachiller o servido en las fuerzas armadas. La medida es una vieja reivindicación de la comunidad hispana que recoge la llamada Dream Act, un proyecto de ley que lleva atascada en el Congreso desde 2001. Obama ha decidido tomar un atajo y fastidiar un poco a los republicanos a la vez que hace las paces con la comunidad hispana.
El presidente espera hacerse perdonar no sólo el incumplimiento de impulsar una reforma migratoria en profundidad, sino también el hecho de que sólo en el último año su gobierno ha batido todos los récords deportando a más de un millón de inmigrantes sin papeles. Se calcula que la medida beneficiaría a unos 800.000 jóvenes,que obviamente no pueden votar, pero el impacto en el resto de la comunidad puede ser enorme. De momento parece que esta pequeña amnistía ya está dando rédito: según una encuesta un 49% de los hispanos están ahora más entusiasmado con Obama.
De propina: tal vez lo mejor que saca Obama de todo esto es terminar por fin con dos semanas de malas noticias que habían llevado el desánimo a su campaña. Eso y poner a Mitt Romney a la defensiva, que no está mal.
La bola de cristal: a los fanáticos de las encuestas les diremos que el mes pasado Obama
Por eso Obama ha decidido soltar una bomba a cinco meses de las elecciones: ya no se deportará a los jóvenes inmigrantes ilegales que llegaron al país de niños. Se les dará un permiso de trabajo. La condición es que no tengan antecedentes penales, lleven al menos cinco años en el país, sean menores de 30 años y hayan estudiado bachiller o servido en las fuerzas armadas. La medida es una vieja reivindicación de la comunidad hispana que recoge la llamada Dream Act, un proyecto de ley que lleva atascada en el Congreso desde 2001. Obama ha decidido tomar un atajo y fastidiar un poco a los republicanos a la vez que hace las paces con la comunidad hispana.
El presidente espera hacerse perdonar no sólo el incumplimiento de impulsar una reforma migratoria en profundidad, sino también el hecho de que sólo en el último año su gobierno ha batido todos los récords deportando a más de un millón de inmigrantes sin papeles. Se calcula que la medida beneficiaría a unos 800.000 jóvenes,que obviamente no pueden votar, pero el impacto en el resto de la comunidad puede ser enorme. De momento parece que esta pequeña amnistía ya está dando rédito: según una encuesta un 49% de los hispanos están ahora más entusiasmado con Obama.
De propina: tal vez lo mejor que saca Obama de todo esto es terminar por fin con dos semanas de malas noticias que habían llevado el desánimo a su campaña. Eso y poner a Mitt Romney a la defensiva, que no está mal.
La bola de cristal: a los fanáticos de las encuestas les diremos que el mes pasado Obama
"La bola de cristal: a los fanáticos de las encuestas les diremos que el mes pasado Obama"
ResponderEliminar¿Qué Obama ganó? ¿Qué el mes pasado que?
Ups! Pues tenía unos datos de encuestas chulísimos y me olvidé de ponerlos... A saber dónde los he puesto
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