En estos días de amarga confrontación por la reforma sanitaria, los demócratas no necesitan esforzarse mucho para encontrar motivos para el pesimismo. Las perspectivas electorales son poco halagüeñas, basta echar un ojo a la última encuesta Research 2000 para Daily Kos, dos firmas que no son sospechosas en absoluto de simpatías republicanas.
Según esos datos, nada menos que un 85% de los votantes que se identifican como republicanos dicen que votarán seguro o probablemente en las elecciones del año que viene. Ya es de por sí un dato contundente, pero todavía más cuando se compara con los otros. Sólo un 65% de los independientes dice también que votará y de los que se declaran demócratas, apenas un 56% afirman que están seguros o que es bastante probable que voten.
Tras su gran éxito el año pasado, los demócratas están perdiendo la batalla del entusiasmo. No significa que no puedan recuperarse, sólo que de momento las cosas no marchan bien para Obama.
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