Sarah Palin demuestra una vez más sus credenciales de conservadora convencida. La gobernadora de Alaska dice no al 45% del dinero que corresponde a su estado en el plan de Estímulo económico del presidente Obama. Acepta una parte pero rechaza, dice, todas las provisiones que impliquen tener que endeudarse a largo plazo. Otros gobernadores republicanos como
Mark Sanford, de South Carolina;
Rick Perry, de Texas o
Bobby Jindal de Louisiana han advertido también que no aceptarán todo el dinero. Un equilibrio complejo entre los principios, la política y la necesidad.
Palin está jugando la carta del populismo. Quiere ser la candidata más radical y populista que hayan tenido los republicanos desde el Reagan del 80. Si persiste la insatisfacción y el escepticismo puede salirle bien y hacerse con grandes masas de población blanca descontenta. Aunque también puede salirle muy mal y acabar como Goldwater en el 64. En cualquier caso quiere ser un mito.
ResponderEliminarEs una apuesta arriesgada, pero si Obama se convierte en un Carter y con la economía así... no te extrañe que vuelva la pregunta de "¿está usted mejor que hace 4 años?" que tan bien se adpata al mensaje de "cambio" de Obama. Todo depende de si la economía levanta cabeza
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